¿Por qué los recién nacidos cierran las manos?

Índice

• ¿Qué son los reflejos primitivos?
• ¿Cómo evoluciona su motricidad fina?

 

¿Qué son los reflejos primitivos?

Los recién nacidos apenas si pueden moverse, y ni siquiera tienen todavía conciencia de sus manos. Sin embargo, nacen con una serie de reflejos primitivos, como el reflejo de prensión palmar, que les permiten hacer cosas sorprendentes como cerrar la mano en cuanto se coloca algo en su palma o caminar por una superficie dura si se le pone de pie y se le sujeta por los brazos.

Así, los reflejos primitivos son todos aquellos movimientos involuntarios con los que nacen los bebés que responden a un estímulo sensorial. La presencia y la fuerza de estos reflejos indican el desarrollo neurológico y funcional del niño. Por eso, a los recién nacidos se les evalúa esta respuesta muscular involuntaria. La mayoría de estos reflejos desaparecen o se incorporan al movimiento habitual del niño a medida que crece.

Uno de estos reflejos es el reflejo prensil palmar, que se puede comprobar al poner un dedo en la palma de la mano abierta del bebé, lo que hace que ésta se cierre alrededor del dedo y, si se intenta retirar, el niño agarra con más fuerza. Los recién nacidos tienen mucha fuerza de presión e incluso pueden ser levantados de la mesa al estar agarrados con ambas manos.

Este reflejo, según dicen los biólogos evolucionistas, es heredado de nuestros antepasados, cuando los humanos tenían gran cantidad de vello corporal que les servía a los bebés para aferrarse al cuerpo de la madre en caso de peligro o caída. Por eso, eran capaces, de recién nacidos, de agarrarse con tanta fuerza al pelo de su mamá y no soltarse.

Por eso, durante las primeras 6 semanas de vida los bebés permanecen con las manos cerradas y cuesta mucho abrírselas. Pero a partir de la sexta semana de vida empezará a tirar de una mano utilizando la otra y, hacia las 8 semanas, a intentar abrir y cerrar los dedos. En ese momento pierde el reflejo prensil y sus manos estarán mucho más tiempo abiertas.
 

¿Cómo evoluciona su motricidad fina?

Gradualmente irá haciéndose consciente de sus manos y de las posibilidades que estas le ofrecen, como agarrar objetos que le llamen la atención en torno a los 3 meses, llevarse objetos a las manos para explorarlos a los 4 meses, o estirar las manos para intentar tocar objetos que le llamen la atención. Al quinto mes también podrá coger objetos con una sola mano y mirarlos y, a los 7 meses, puede coger cosas con las dos manos a la vez gracias al desarrollo de la coordinación mano-ojo. Hacia los 8 meses comienza a hacer el movimiento de pinza, que le permitirá, en el futuro, pintar, escribir, abrocharse los botones, etc. y a jugar con sus manos a juegos como “palmas-palmitas” o aplaudir.

Para estimular su motricidad, no dudes en proporcionarle objetos blanditos y de colores vistosos con diferentes texturas que pueda agarrar, chupar y morder. También puedes mostrarle sus manos y movérselas delante de sus ojos o hacer juegos con las tuyas para que vea todo lo que se puede hacer con ellas.

Los masajes en las manos también ayudan a que los bebés sean conscientes de su existencia, así como los juegos de palmas, tortas-tortitas y demás.