Los bebés y la música

Indice

• Beneficios de la música para bebés
• Pero ¿qué más se consigue con la música?
• La música que debes ponerle a tu bebé
• El efecto Mozart
• Actividades con música que puedes realizar con tu bebé

 

Beneficios de la música para bebés

La música es, según la definición tradicional del término, el arte de crear y organizar sonidos y silencios respetando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psicoanímicos.

Sin embargo, el concepto de música ha ido evolucionando desde su origen en la Antigua Grecia, en que se reunía sin distinción a la poesía, la música y la danza como arte unitario. Desde hace varias décadas se ha vuelto más compleja la definición de qué es y qué no es la música, ya que destacados compositores han ido realizando con el paso del tiempo algunas obras que, aunque musicales, expanden los límites de la definición de este arte.

Pero lo mejor de todo, sin duda alguna, es que la música cumple una función de vital importancia en el desarrollo cognitivo del ser humano. Colabora con el pensamiento lógico matemático, la adquisición del lenguaje, el desarrollo psicomotriz, las relaciones interpersonales, el aprendizaje de lenguas no nativas y a potenciar la inteligencia emocional entre otros. Pero ¿qué más beneficios aporta la música a los bebés?

- Activa la frecuencia cardíaca en el feto.

- Reduce el estrés en el bebé y le ayuda a relajarse.

- La música actúa como lenguaje de los más pequeños y a su vez contribuye a la estimulación del oído.

- Mejora los niveles de concentración y creatividad.

- Cuando le pones música a tu bebé siempre va a intentar cantar la canción, lo que le va a permitir comenzar a expresarse y acercarse a la comprensión de las palabras.

- Por último, también ayuda al progreso psicomotor del bebé, permitiéndole equilibrio y facilitándole su aprendizaje a andar.
 

Pero ¿qué más se consigue con la música?

La música existe desde que el hombre es hombre, como forma de expresión y herramienta de comunicación de la vida cotidiana. La música es fundamental para el desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, motriz y del habla… por ello es tan importante que se familiarice a los bebés desde la más pronta edad, se disfrute con ellos, se baile y se cante. La música, el ritmo y el canto son tan ancestrales y están tan integrados en las profundidades de nuestro sistema nervioso que cualquier bebé o niño es capaz de disfrutarla.

Y porque, además, una forma indirecta, con la música se trabaja:

- el desarrollo de la voz y el canto

- el contacto con fuentes de sonido como instrumentos musicales u otros objetos

- el reconocimiento de los sonidos, su timbre y su intensidad

- el desarrollo de la capacidad auditiva y el pensamiento musical

- la utilización del movimiento para expresarse, para conocer el propio cuerpo y desarrollar el sentido del ritmo.

La música que debes ponerle a tu bebé

Algunos estudios han confirmado que la música clásica ayuda al bebé a relejarse y a saber desarrollar sus sentidos y facultades. Sin embargo, ninguno demuestra que escuchar música clásica desde su nacimiento lo convierta en superdotado. Entonces ¿qué música debemos ponerle al bebé?

Son muchos los papás y las mamás que se preguntan sobre la música que sus hijos deben escuchar. Los bebés todavía en el vientre de la madre y los recién nacidos no necesitan una música especialmente compuesta para ellos. No se les debe limitar a escuchar exclusivamente canciones de cuna porque también tienen capacidad para disfrutar y recordar música clásica. Además, escuchar distintos tipos de música les ayudará a aprenderla, a reconocerla y a disfrutarla.

Por norma general, se recomiendan canciones de letras sencillas que incluyan onomatopeyas, canciones de balanceo, bailes sencillos y audiciones de música clásica de fácil estructura y de corta duración. Tan válida es una nana, como la música de Mozart o Vivaldi. Si los progenitores disfrutan con un tema (el que sea) el bebé siempre se sentirá a gusto porque asociará la melodía con un ambiente de cariño.
 

El efecto Mozart

Se denomina "efecto Mozart" a la serie de supuestos beneficios que produce el hecho de escuchar la música compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart. Dicho efecto continúa siendo objeto de investigación, sin ninguna pronunciación firme o definitiva que reivindique o deseche la teoría en cuestión.

En 1991, el otorrinolaringólogo e investigador Alfred A. Tomatis publicó el libro Pourquoi Mozart basado en su Método Tomatis, y en el cual utilizaba música durante las sesiones de terapia con sus pacientes, afirmando que la música de Mozart ayudaba en el proceso y que podía curar casos de depresión.​ Su método, desarrollado a mediados del siglo XX, pretendía estimular el oído y el sistema nervioso para integrar aspectos sobre el desarrollo y comportamiento humano.

Tiempo después, otro artículo afirmaba que los investigadores Rauscher y Shaw habían determinado que escuchar a Mozart realmente te hace más listo.​ Entre las distintas iniciativas posteriores basadas en la investigación sobre el efecto Mozart, tanto la industria musical como algunas escuelas privadas lo utilizó como una herramienta de marketing,​ y en 1998 el gobernador de Georgia regaló un casete o un CD de música clásica a cada madre primeriza que diera a luz en el estado.​ Lo mismo sucede en Dakota del Sur, Texas, y Tennessee.

Asimismo, en Florida hay una ley que obliga que todos los niños con edades inferiores a cinco años escuchen en sus colegios 30 minutos diarios de música clásica. Uno de los investigadores del proyecto original consideraba que esto no era algo que hiciera daño y apoyaba que los niños fueran expuestos a experiencias culturales maravillosas, aunque consideraba que el dinero podría ser mejor invertido en los programas de educación musical.

Frances Rauscher, la investigadora y profesora de psicología de la Universidad de Wisconsin-Oshkosh, de la que hablábamos más arriba, fue quien realizó el primer estudio experimental en 1993 y la misma que estaba muy molesta con el grado de explotación comercial del efecto Mozart y la orientación lucrativa que se le dio a sus investigaciones. En todas sus conferencias deja claro que no existe evidencia científica de que al escuchar algún tipo de música se incremente la inteligencia.

De hecho, una investigación realizada en 2010 por los científicos Jacob Pietschnig, Voracek Martin y Anton K. Forman del Instituto de Investigación Básica Psicológica de la Universidad de Viena, y publicada en la prestigiosa revista Intelligence, revelaba que “las sonatas de Mozart son agradables para el oído, pero la creencia de que potencia la inteligencia de los niños es falsa”.

No obstante, recuerda que la más adecuada será siempre la que le guste a la mamá, ya sea clásica, pop o rock. Lo único que hay que evitar ciertos tipos de música fuerte como el rap o heavy metal.

 

Actividades con música que puedes realizar con tu bebé

Canta a tu bebé. Es uno de los mejores regalos que le puedes hacer a tu bebé porque es una parte muy importante en la comunicación con él. Puedes cantarle canciones que previamente ha escuchado desde el vientre. Te asombrarás por su reacción.

Jugar con música de fondo. La música contribuye a que su bebé se concentre en la actividad que realiza.

La música como elemento didáctico. Por ejemplo, las mamás pueden poner una música animada por la mañana y otra más relajante por la noche para ayudar a su bebé a distinguir los diferentes momentos del día.

Igualmente, balancear a tu hijo al son de la música le ayuda a iniciar la estimulación corporal.

Para terminar, es necesario saber que los juegos a través de música y de canto se almacenarán en la memoria de tu bebé y le ayudarán a mejorar su desarrollo de la capacidad de abstracción y adquisición del lenguaje.