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¿Sabías que los bebés también se estresan?

¿Sabías que los bebés también se estresan?

Sí, el estrés no es solo cosa de adultos, todos los bebés pueden sufrir estrés en un momento determinado y ante diversas causas, aunque raras veces tiene efectos negativos en su desarrollo ya que suele ser algo pasajero.

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El estrés también puede afectar a los bebés

El estrés, según la definición del fisiólogo canadiense Hans Selye, el primero en definir este problema en términos de salud, es: “una respuesta general del organismo ante cualquier estímulo estresor o situación estresante; utilizando el término estrés para describir la suma de cambios inespecíficos del organismo en respuesta a un estímulo o situación estimular”. Es decir, una respuesta del organismo frente a determinadas situaciones tensas o angustiosas ante las que el cuerpo reacciona para hacerles frente.

Existen dos categorías de estrés: el eustress (bueno) y el distress (malo o negativo) o respuesta de ansiedad. El estrés bueno surge cuando la respuesta se adapta a la situación que la provoca (es decir, aceptamos el problema y buscamos soluciones); y el malo o negativo cuando la respuesta, bien por excesiva o por descontrolada, no se adapta a la situación. Ambos tipos se pueden producir en el bebé, pero sólo el segundo da lugar a un estado de estrés patológico o ansiedad y a problemas de salud, mientras que el primero no debe preocuparnos.

No hay datos exactos sobre la incidencia del estrés malo en los bebés, aunque algunos autores hablan de una tasa de prevalencia de entre el 9 y el 21%. Se piensa, además, que puede haber aumentado en los últimos años a causa de los cambios en el modelo familiar, los problemas de conciliación, etc.


¿Qué causa estrés al bebé?

- El parto. Un parto largo o complicado puede causar un gran estrés al bebé, pero lamentablemente no se puede hacer nada más que ponerle en cuanto nazca con su mamá para que se le pase el mal rato.

- Enfermedades. Cualquier enfermedad que surja, como cólicos, dolores de estómago, otitis… puede afectar al bebé mientras se encuentra mal.

- Falta de cuidados y atención. Si el bebé no siente sus necesidades cubiertas, tanto las físicas como las afectivas, estará estresado.

- Ambiente familiar conflictivo. Discusiones entre los padres, divorcios, falta de afecto…

- Problemas en la alimentación. Si el bebé no se engancha bien al pecho o se queda con hambre, aumentará su nivel de estrés.

- Sobreestimulación. Estimular a nuestros bebés desde que nacen es muy positivo para su desarrollo, pero hay que saber cuándo hacerlo y cuándo dejarle descansar y estar tranquilo.

- Problemas de sueño. Los bebés que duermen poco y mal y realmente necesitan dormir más horas, no son felices y pueden sentirse irritados y estresados.


¿Cómo saber si el bebé sufre estrés?

Existen diversos síntomas que nos pueden hacer sospechar si un bebé sufre estrés, como llanto constante, irritabilidad, problemas con la alimentación y el sueño… Hay bebés que les ocurre justo lo contrario y se quedan más quietos y tranquilos de lo normal.


¿Cómo puede afectar a un bebé el estrés?

El eustress o estrés bueno no es negativo ni perjudica la salud del bebé ya que es una situación puntual que aparece cuando el pequeño se siente intranquilo y que se pasa en cuanto se le atiende, se le da un beso o se soluciona el problema. Incluso puede ayudar a su desarrollo ya que le enseña a superar problemas y a hacerlos frente.

Pero el estrés patológico sí que puede ser muy negativo para el bebé, pudiendo causarle una disminución de su sistema inmunológico, alteraciones del aparato digestivo, trastornos del sueño, disminución de la confianza en sí mismo, bajo estado de ánimo, alteraciones en la memoria…

Para evitar que tu bebé esté estresado constantemente y puede llegar a desarrollar estos problemas, debes seguir estos consejos:

- Atiende sus necesidades básicas inmediatamente, como cambiarle el pañal si está muy sucio, darle de comer en cuanto tenga hambre, dormirle si tiene sueño, etc.

- Debes atender también sus necesidades afectivas mostrándole amor y afecto todos los días con besos, abrazos, caricias, te quieros, etc.

- Intenta que el ambiente familiar sea relajado y tranquilo, sin discusiones ni problemas constantes.


Fuente: Dr. Francisco Miguel Tobal, Profesor Titular de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. 

Fecha de actualización: 29-07-2020

Redacción: Irene García

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