Qué hacer con un bebé cuando tiene gases

Indice

• ¿Por qué los bebés tienen gases?
• ¿Cómo aliviar los gases en los bebés?
• ¿Se pueden evitar los gases?

 

¿Por qué los bebés tienen gases?

Todos tenemos gases de vez en cuando, pero en los lactantes este problema es más habitual ya que su sistema digestivo inmaduro hace que traguen más aire, que se queda acumulado en su estómago o sus intestinos causando molestias, dolor y llanto.

Los gases del estómago o estomacales son los que menos suelen molestar y los que se expulsan de manera más sencilla a través de los eructos. Estos gases suelen entrar al succionar (ya sea el pecho o el biberón) o al usar el chupete.

Mientras que los gases intestinales no tienen relación con el aire que se ingiere sino con la fermentación de los hidratos de carbono que se han consumido, molestan más y provocan distensión abdominal y dolor fuerte.

Los gases estomacales son más habituales en la lactancia y los gases intestinales en bebés que ya ingieren otros alimentos. También en niños con intolerancias alimenticias. 

Por eso, los gases estomacales son más habituales en los neonatos en los primeros 3 meses de vida, mientras que los gases intestinales son más habituales hacia los 6 meses, cuando empiezan a comer nuevos alimentos y su dieta se diversifica, comenzando a consumir alimentos más flatulentos.

¿Cómo aliviar los gases en los bebés?

Si tu bebé tiene gases, debes seguir los siguientes consejos para evitar las molestias:

1- Apoya el cuerpo del niño en tu pecho, con su barbilla colocada sobre tu hombro. Dale ligeras palmaditas en la espalda y muévete para ayudar a que los gases salgan.

2- Colócale tumbado boca abajo sobre tu regazo para que tus rodillas ejerzan presión sobre su abdomen y dale palmaditas en la espalda.

3- Otra postura que suele aliviar los gases es sentarle de espalda a ti, con su cuerpo inclinado hacia delante. Sujeta su pecho y su cabeza con una mano mientras le frotas la espalda con la otra. Esta postura le hará eructar y echar los gases.

4- De pie, coloca al bebé tumbado sobre tu antebrazo, con la cabeza más alta que el cuerpo. Pasea con él en esta postura meciéndole.

5- Tumba al bebé boca arriba y dale masajes en la tripa haciendo círculos en el sentido de las agujas del reloj.

6- Coloca al pequeño delante de ti tumbado boca arriba y encoge con cuidado sus piernas hacia la tripa. También puedes movérselas haciendo círculos, como si pedaleara.

7- Colócale un cojín de semillas o una bolsa de calor para aliviar los dolores en la tripa.

8- Portear hace que su barriga esté contra nuestro cuerpo y le dé calor y masajes al movernos, lo que le ayuda a expulsar los gases. Es muy conveniente llevar al bebé así siempre que se pueda.

¿Se pueden evitar los gases?

¡Sí! Solo tienes que seguir estas recomendaciones:

- Cuando esté comiendo y pare o suelte el biberón, o entre pecho y pecho, ponle a eructar para que expulse los gases si los tiene. Si no lo hace rápido, no sigas insistiendo porque puede que no haya tragado aire y no tenga nada que eructar.

- No le muevas de manera muy enérgica justo después de comer la leche materna, deja que repose la comida y esté tranquilo un rato.

- Asegúrate de que la tetina es del tamaño adecuado y de que la cantidad de leche que sale es la justa para evitar que trague mucho aire.

- Revisa la postura al darle el pecho por si le está entrando aire (cuando esto pasa, suelen oírse una especie de chasquiditos al succionar). Además, debes asegurarte de que vacía un pecho antes de ofrecerle el otro ya que los bebés que no maman bien tienden a comer poco en cada tetada, lo que hace que no lleguen a la parte más grasa de la toma, que es la última. Esto hace que consuman demasiada leche del principio de la toma, rica en lactosa que puede provocar más gases.

- Cómprale un biberón especial para evitar que el bebé trague mucho aire. También existen en el mercado leches de fórmula anticólicos o de fácil digestión que previenen los gases.

- Mientras esté comiendo colócale semisentado mejor que tumbado.

Si nada le alivia y está muy molesto, consulta al profesional de pediatría.