• Buscar

¿Por qué los recién nacidos echan la leche?

¿Por qué los recién nacidos echan la leche?

El desarrollo inmaduro del cardias, una válvula situada entre el esófago y el estómago que regula el paso de los alimentos entre uno y otro, es el causante de que los recién nacidos y bebés, en sus primeros meses de vida, echen un poco de leche tras algunas tomas. No es algo preocupante, aunque conviene que sepas qué hacer y cuándo puede ser un problema.

Publicidad

Índice

 

¿Por qué mi neonato echa leche al comer?

Muchos recién nacidos (hasta el 90%), hasta los 3 o 4 meses, echan un poco de leche tras comer, lo que se conoce como regurgitación. Es un proceso fisiológico normal que presentan muchos bebés y que disminuye hacia los 4 meses, despareciendo totalmente antes del año de edad.

Como decíamos, está causado por un desarrollo incompleto del cardias, que provoca que el bebé expulse por la boca un poco de leche todavía no digerida. De esta manera, el bebé autorregula el exceso de leche cuando su pequeño estómago no puede con más cantidad.

No es lo mismo que vomitar, ya que en este caso la leche ha llegado al estómago y ha empezado a ser digerida. La leche regurgitada no huele mal ni tiene aspecto de requesón, sino que es y huele casi igual que la leche antes de entrar al organismo del bebé, mientras que la otra tiene un olor más ácido.

Por lo tanto, es algo habitual que no debe alarmarnos y que no requiere tratamiento, puesto que desaparecerá solo en unos meses. No obstante, seguro que ver a tu pequeño echar leche prácticamente cada vez que come te preocupa, por lo que es bueno que tengas en cuenta una serie de consejos.
 

Consejos si tu bebé echa la leche al comer

1- No sobrealimentes al bebé. Dale de mamar (o el biberón) siempre a demanda y, si ves que ya no quiere más, cierra la boquita y se niega a comer, no le insistas. Es mejor que coma poco, pero a menudo.

2- Aunque te parezca que haya expulsado mucha leche, la cantidad no suele ser tanta como parece, y está mezclada con babas y mucosidad, por lo que no es necesario repetir la toma.

3- Mientras coma, y justo después de comer, mantenle en una posición vertical para que la leche baje más fácilmente y no vuelva a subir al esófago. Si las regurgitaciones son muy frecuentes puedes incluso acostarle con una cuña debajo del colchón.

4- Procura que el bebé apure la leche de un pecho antes de pasar al siguiente ya que la leche del final de la toma tiene más grasa y es más espesa, por lo que no asciende hacia el esófago con tanta facilidad, además de engordar más al pequeño.

5- A la hora de dormir, como decíamos, puedes colocarle una cuña debajo o el carrito ligeramente elevado. Si te preocupa que se obstruyan las vías respiratorias con la leche expulsada, puedes ponerle la cabecita de lado, pero siempre boca arriba, y colocar un cojín para mantener la postura. Procura que no esté siempre del mismo lado para evitar una plagiocefalia.

6- Este problema afecta tanto a bebés alimentados al pecho como con leche de fórmula, así que no pienses en dejar el pecho para evitar que regurgite. La leche materna es el mejor alimento posible para tu bebé, no hay nada mejor para su salud y desarrollo, por lo que no debes dejarlo solo por esto.

7- Usa mejor ropa holgada y de algodón para una correcta transpiración.

8- A veces, este problema puede deberse a un reflujo gastroesofágico que causa, además, arcadas y vómitos. Este problema no suele ser grave y desaparece también solo con el tiempo, pero en los casos más serios pueden derivar en la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE). Por eso, debes estar atenta por si tu bebé también presenta pérdida de peso, irritabilidad, problemas para respirar, mucha tos, llanto excesivo, falta de apetito o silbidos en la respiración.

En este caso habrá que recurrir a un tratamiento médico. Normalmente se usa esomeprazol, un isómero activo que disminuye la acción agresiva del ácido gástrico, culpable de las lesiones en la mucosa y muy eficaz en el tratamiento de la ERGE en niños. Es el único Inhibidor de la Bomba (IBP) de Protones aprobado para mayores de un año. Un fármaco seguro, que se tolera muy bien y sin efectos secundarios importantes.


Te puede interesar:

La cantidad de biberón para un bebé de 6 meses debe ser definida por el propio bebé tal y como se hace con la lactancia materna, que es a demanda. De esta manera, el bebé se regula en función de las necesidades de cada momento.

Fuente:

Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.

Fecha de actualización: 04-10-2021

Redacción: Irene García

Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×