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Mi bebé se despierta por la noche

Mi bebé se despierta por la noche

Los bebés tienen un ciclo de sueño diferente al de los adultos. A diferencia de ellos pasan más tiempo en la llamada fase REM, la del sueño ligero, y por lo tanto se despiertan mucho más fácilmente.

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¿Por qué los bebés se despiertan por la noche?

Los despertares nocturnos de los bebés no son más que un mecanismo de supervivencia tras el embarazo. Los bebés están en continua alerta, no duermen seguido y se despiertan a menudo si están incómodos, tienen hambre, o simplemente para comprobar que tienen cerca a mamá.

Asimismo, en los primeros meses tienen que despertarse cada 2 o 3 horas para comer, sobre todo si están con lactancia materna, ya que sus estómagos son pequeños y necesitan comer a menudo.

El cambio de pañal, sobre todo en las primeras semanas, cuando se hacen caca también de noche, puede afectar también a su sueño y hacer que se despierte. Si está incómodo y se ha hecho caca, cámbialo. Si está tranquilo y solo es pis, no hace falta que lo cambies.

Conforme van creciendo, sus ciclos de sueño se irán alargando y asemejando a los de un adulto. Durante los primeros 6 meses ya percibirás grandes cambios, y a partir de esa edad muchos bebés tendrán un desarrollo significativo que hará que su sueño nocturno sea más continuado y tranquilo. Con los meses dormirán menos horas en total pero aprenderán a distinguir noche y día y a pasar al sueño no REM (profundo). Alrededor de los 3 años el sueño REM ya solo es el 30% de su sueño.

No obstante, no todos los niños se desarrollan y se comportan igual. Unos dormirán toda la noche desde los 6 meses y otros lo harán cumplidos los 2 años o más.

 

Factores que pueden incidir en el sueño del bebé

Igualmente debemos tener en cuenta que, aunque el esperado momento de poder decir “ya duerme de un tirón” haya llegado, aparecerán, lo largo de su crecimiento, una serie de factores que pueden alterar su sueño. Por ejemplo:

- Estirones de crecimiento. Los bebés sufren estirones de crecimiento. En un momento dado crecen rápidamente y como consecuencia demandan más comida. Esto hace que durante unos días se despierten por la noche a causa del hambre.

- Ansiedad por la separación. A los 6 u 8 meses, el niño empieza a ser consciente de la gente que le rodea, de quién es su madre, su padre, o su cuidador. Es el momento en el que se enfada, se altera o se rebela al separarse de esa figura de apego. Empieza a reconocer a las personas cercanas y a distinguirlas de los extraños. Cuando se despierta por la noche, al no notar la presencia de su madre, la llama para que vuelva a su lado. Las rutinas en este caso pueden ayudarle a superar el miedo a la separación. Poco a poco irá descubriendo que aunque mamá se vaya, después siempre vuelve. Saber lo que va a ocurrir, le tranquilizará.

Dentición. Aunque no está claro que la salida de los dientes suponga tanto dolor o molestia como se creía, lo cierto es que los efectos secundarios que le acompañan sí pueden interrumpir el sueño ligero de un bebé: babeo excesivo, irritación, cacas sueltas, etc.

- Enfermedad. La fiebre, las molestias intestinales, una herida, o cualquier dolor o síntoma de una enfermedad pueden despertarle a menudo.

- Cólicos del lactante. Suelen empezar a las 3 semanas de vida y durar hasta los 3 meses. Aunque empiezan a última hora de la tarde, pueden durar en las primeras horas de la noche, afectando al sueño del peque.

- Vacaciones, cambios de rutinas. Sabemos que implantar unas rutinas para acostarse sienta las bases para unos buenos hábitos de sueño, pero tampoco podemos negar que es imposible seguirlas a rajatabla. Ni siquiera los adultos, con horarios estrictos de trabajo, hacemos lo mismo todos los días. Los festivos y las vacaciones son días de más flexibilidad horaria, que pueden desajustar la rutina del bebé y afectar a su sueño. Intenta adaptar las rutinas a las nuevas costumbres.

- Desarrollo de habilidades motoras. Cuando los niños comienzan a adquirir habilidades como ponerse de pie o andar, querrán practicar y practicar. Y la cuna, con los barrotes para agarrarse y el colchón blandito donde caerse, es el escenario perfecto. En esta época están especialmente activos, despiertos y con ganas de explorar. El problema es volver a sentarse o tumbarse para dormir. Ayúdale a acostarse de nuevo tranquilamente. Durante el día, enséñale a sentarse cogiéndole de las manos y bajándole con cuidado hasta el suelo.

 

Consejos para ayudar al niño a volver a retomar el sueño

Si tiene más de 6 meses y se despierta a menudo por la noche, prueba lo siguiente:

- Instaura unas rutinas que le anuncien que es hora de dormir, y trata de seguirlas a diario. Baño, masaje, cena, canción de cuna o cuento, beso de buenas noches…

- Colócale en la cuna antes de que se duerma del todo. La idea es que sea consciente de que se duerme en la cuna y se despierta en el mismo sitio.

- Deja que pase un tiempo entre la última comida y la cama. No le acuestes inmediatamente después de comer.

- Cuida su nutrición para que haga mejor la digestión. 

- Si se despierta por la noche no acudas inmediatamente. Espera por si se vuelve a dormir él solo.

- Si no lo hace ve a su lado y trata de calmarle suavemente, con caricias, susurros y sin encender la luz.

- Si le sigues dando el pecho ofréceselo. Tal vez no tenga hambre, pero en él el niño no solo busca alimento, sino reconfortarse, calmarse, etc. 

- Si tiene más de 6 u 8 meses, está sano y gana peso, no tiene que hacer necesariamente las tomas nocturnas. Tal vez lo que tenga es sed. Ofrécele un biberón o un vaso con agua.

- Asegúrate de que duerme lo necesario por el día. Las siestas a esta edad son muy importantes. No creas que dormirá mejor si duerme menos por el día. Al contrario, el cansancio puede impedirle conciliar bien el sueño.

- Si nada funciona, consulta a su profesional de pediatría y medicina, sobre todo si le notas cansado, irritable, somnoliento... por el día.

- Colócale a dormir boca arriba para evitar el síndrome de muerte súbita del lactante. 

Si ya duerme toda la noche y su sueño se interrumpe repentinamente, comprueba rápidamente lo siguiente:

- Si tiene el pañal mojado o sucio.

- La temperatura de la habitación. Tócale la barriga o el cuello para comprobar si tiene frío o calor.

- Si tiene fiebre.

- Si se comporta de forma inusual.


Fuente:

Blog EnFamilia de la AEP: "Sueño en los bebés", https://enfamilia.aeped.es/edades-etapas/sueno-en-bebes

Fecha de actualización: 10-09-2021

Redacción: Irene García

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