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Los niños duermen mejor si sus madres consumen alimentos fermentados durante el embarazo

Los niños duermen mejor si sus madres consumen alimentos fermentados durante el embarazo

La evidencia indica que el ritmo circadiano se ve afectado por la microbiota intestinal y el establecimiento del ritmo circadiano comienza durante el desarrollo fetal. Por lo tanto, la dieta de la madre durante la gestación puede influir en el establecimiento de este ritmo y en el posterior sueño del bebé al nacer.

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Índice

 

El ritmo circadiano en los bebés

Los bebés requieren un sueño de suficiente duración y calidad para un desarrollo saludable. Los patrones de sueño acordes con el desarrollo del niño cambian durante el período neonatal y la infancia. Si estos cambios van más allá del rango normal, pueden ocurrir problemas de desarrollo, que van desde un mayor riesgo de obesidad hasta trastornos del neurodesarrollo como la hiperactividad.

Quedarse despierto hasta tarde y dormir poco tiempo se ha relacionado con problemas de desarrollo físico, especialmente obesidad, en niños de 3 años. Por lo tanto, es importante conseguir que los niños duerman bien desde pequeños.

Estudios recientes en animales han demostrado que el ritmo circadiano está regulado por el hígado y el intestino, así como por el núcleo supraquiasmático. También se ha descubierto que la microbiota intestinal tiene su propio ritmo circadiano y, a la vez, esta es necesaria para la regulación adecuada del ritmo circadiano.

Se supone que este ciclo fetal de sueño y vigilia está fuertemente influenciado por factores del estilo de vida de la madre, como la dieta y el sueño. Además, se sabe que la melatonina materna tiene un efecto sobre el feto a través de la transmisión placentaria. En consecuencia, se sugiere que el estilo de vida materno afecta el establecimiento saludable de un ritmo circadiano durante el desarrollo fetal.
 

¿Afecta la dieta de la madre al desarrollo del ritmo circadiano?

La alimentación de la madre en el embarazo influye en la salud futura del niño. Recientemente, los productos alimenticios que contienen probióticos se han promocionado activamente como parte de la dieta materna y han despertado un gran interés ya que aportan muchos beneficios al influir en la microbiota intestinal y el mantenimiento de la salud materna o, por el contrario, con la aparición de enfermedades, según la cantidad consumida.

Además, se ha demostrado que la microbiota materna, entre otros factores, afectan la microbiota de los bebés. Así se empezó a sospechar que la cantidad de ingesta materna de alimentos fermentados puede afectar el desarrollo normal de los fetos, los recién nacidos y los bebés, especialmente la duración del sueño, que puede considerarse como un indicador del desarrollo normal.

Para comprobar si la dieta de la madre puede influir en el desarrollo del ritmo circadiano del bebé, se llevó a cabo un estudio en Japón usando datos de un estudio nacional financiado por el gobierno llamado The Japan Environment and Children's Study (JECS). Se evaluó la dieta y el sueño de más de 72.000 niños prestando especial atención a la ingesta dietética de alimentos fermentados durante el embarazo y la duración del sueño infantil de menos de 11 h al año de edad.

Los resultados mostraron que sí existe relación entre la ingesta materna de alimentos fermentados, especialmente miso, durante el embarazo y el sueño de más de 10 horas en los bebés y niños pequeños.

Esto se debe a que los alimentos altamente fermentados durante el embarazo tienen un efecto sobre la microbiota intestinal de la futura madre y también afectan al ritmo circadiano fetal. Además, la microbiota intestinal migra al bebé en el momento del nacimiento y produce cambios en el microbioma intestinal del bebé.

Esta cadena de causalidad conduce a una variación en la duración del sueño del recién nacido o del lactante. De hecho, aunque los ritmos pronunciados en el ciclo de sueño-vigilia y en la secreción de hormonas generalmente se desarrollan después de los 2 meses de edad, se han observado ritmos circadianos para varias hormonas y factores circulantes diferentes a medida que los niños envejecen.

En conclusión, el consumo de alimentos fermentados por parte de las futuras madres se asoció positivamente con la duración del sueño infantil al año de edad, lo que podría deberse a los cambios en la microbiota intestinal de las futuras madres afectadas por el consumo de alimentos fermentados.


Fuente:

Sugimori N, Hamazaki K, Matsumura K, Kasamatsu H, Tsuchida A, Inadera H; Japan Environment and Children’s Study Group. Association between maternal fermented food consumption and infant sleep duration: The Japan Environment and Children's Study. PLoS One. 2019 Oct 4;14(10):e0222792. doi: 10.1371/journal.pone.0222792. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6777830/

Fecha de actualización: 10-11-2022

Redacción: Irene García

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