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Los cuidados del bebé prematuro

Los cuidados del bebé prematuro

Desde el año 1993, la cifra de niños que nacen con un peso inferior a un kilogramo ha crecido el 168%. Estos niños necesitan unos cuidados especiales, no solo durante sus primeras semanas de vida en el hospital, sino durante sus primeros años de vida para asegurar su correcto desarrollo y una vida libre de secuelas discapacitantes

Indice

 

Problemas de salud de los bebés prematuros

La duración de un embarazo normal está establecida entre las 37 y 42 semanas. Cuando el niño nace entre estas semanas, se considera que se produce un “parto a término”. Pero, si lo hace antes de las 37 semanas de gestación, es un parto prematuro o pretérmino.

En estos casos, el neonato nace con una inmadurez de sus órganos y sistemas: respiración, control de temperatura, digestión, metabolismo, etc., lo que le hace más vulnerable a las enfermedades y más sensible a los agentes externos como la luz o el ruido, y suele requerir atención especial en la unidad neonatal del hospital donde se proporciona al bebé prematuro la ayuda que necesita para realizar sus funciones esenciales. No todos los niños prematuros presentan los mismos problemas, pero por debajo de 35 semanas necesitan apoyo adicional para sobrevivir fuera del útero materno en la Unidad de Cuidados Independientes del hospital. 

Algunos de los problemas de salud más habituales en los prematuros son: retinopatía de la premadurez, enterocolitis necrosante, ictericia, síndrome de dificultad respiratoria, apnea, hemorragia intraventricular, anemia, enfermedad pulmonar crónica o displasia broncopulmonar, etc. 

Actualmente, entre el 8 y el 10% de los niños nacen antes de concluir la gestación completa. Concretamente en España, cada año más de 34.000 niños nacen prematuramente. Dentro del grupo de niños prematuros, se habla de prematuros tardíos, nacidos en el periodo final de gestación (34 a 36 semanas), pero sin alcanzar la semana 37, considerada normal para completar un embarazo. En España el 79% de los nacimientos antes de tiempo son prematuros tardíos. Estos representan el 5,8% de toda la población de nacidos vivos en nuestro país.

Según la Sociedad Española de Neonatología (SEN), el número de bebés impacientes por venir al mundo se ha incrementado en un 13% desde 2001. La cifra de niños que nacen con un peso inferior a un kilogramo ha crecido un 168% desde 1993.

 

La prematuridad en cifras

- En los últimos 15 años se ha duplicado el número de partos prematuros en España.

- Entre el 8 y el 12% de los bebés nace antes de la semana 37 de gestación.

- Desde 1990 el porcentaje de nacimientos de prematuros tardíos se ha incrementado más de un 25%.

- Se ha observado un incremento progresivo de la tasa de prematuridad prácticamente a expensas de los prematuros tardíos.

- El 7,2% de bebés nace con menos de 2,5 kg, el 0,75% con menos de 1,5 kg y el 0,2% con menos de 1 kg.

- En los años 60, solo uno de cada 10 niños que nacía con menos de 1 kg lograba sobrevivir, mientras que hoy lo consiguen entre un 70 y un 90%.

- Un neonato de menos de 1,5 kg tiene un 50% más de probabilidades de necesitar educación especial durante su desarrollo que uno nacido a término.

- Alrededor de un 80% de madres de hijos prematuros se ven obligadas a abandonar su puesto laboral.

El progreso de la Neonatología ha sido espectacular; las cifras en el mundo de prematuros no se han modificado: existe el riesgo de que se puedan disminuir, lo que resulta desalentador.

- Las cifras de prevalencia son de un 5 - 10 % en los países desarrollados.

- En 2002 EEUU reconoce un récord con 480.812 partos prematuros.

El reto hoy de la pediatría es el de conseguir que el bebé neonato alcance una calidad de vida óptima y, para ello se debe trabajar desde el principio con el núcleo familiar, para colocarlo como un eje fundamental del abordaje del bebé prematuro en medicina.

 

Cuidados especiales para prematuros

“La supervivencia de estos niños cada vez es mayor –explica el Doctor Josep Perapoch, Neonatólogo del Hospital Vall D´Hebrón y Miembro del Comité Científico del Proyecto HERA- y también la supervivencia libre de secuelas gravemente discapacitantes. Todo ello conlleva un mayor interés por la detección y, sobre todo prevención, de otro tipo de secuelas, quizás no tan discapacitantes, pero sí mucho más frecuentes, como son los trastornos de conducta, problemas de aprendizaje, visuomotores, de motricidad fina,... que parecen derivar en gran parte del impacto que el nacimiento prematuro y el ingreso en la unidad neonatal provocan sobre el cerebro en desarrollo y sobre las capacidades de los padres de llevar adelante el proceso de crianza”.

Por eso, desde hace años se han realizado importantes esfuerzos por parte de los profesionales para poder iniciar una serie de protocolos especiales de cuidados y atenciones para estos niños.

“Los cuidados centrados en el desarrollo (CCD) –añade el Dr. Perapoch- comprenden intervenciones dirigidas a mejorar tanto el ambiente de luces, ruidos, como el microambiente en que se desarrolla el niño (postura, manipulaciones, dolor…). Los cuidados centrados en el desarrollo y en la familia (CCDF) complementan el cuidado tradicional intentando evitar el estrés excesivo del niño y de su familia y potenciando sus fortalezas y sus capacidades. Los CCDF no son una técnica o un procedimiento concreto. Es un estilo de cuidado, basado en la relación del niño con su entorno (entorno físico, cuidadores profesionales, padres), que afecta a todas las actividades que se realizan en la unidad neonatal, desde la adecuación de las luces y los sonidos para reducir estímulos estresantes, hasta el momento y el estilo de los cuidados otorgados al niño; siempre intentando favorecer al máximo la participación de la familia, de forma que se conviertan en los principales cuidadores de sus hijos”.

Los CCD se realizan de una forma más o menos rutinaria en muchos países europeos desde hace bastantes años. La aplicación de estos cuidados requiere dos pilares fundamentales, la multidisciplinariedad, que implica una participación muy activa del personal de enfermería y de otros profesionales, y la formación.

La implementación de este tipo de cuidados comporta un cambio importante en las rutinas de trabajo. El niño y sus necesidades pasan a ser el centro de atención. Los CCD suponen, por tanto, un cambio en las actitudes de los profesionales hacia los pacientes. Existen dificultades que impiden la implantación de los CCD, pero se ha conseguido un consenso, ya que se ha demostrado la eficacia de dichos protocolos en la mejoría de los períodos de sueño, en la reducción de las conductas de estrés del recién nacido e incluso se constata mayor estabilidad en las constantes del recién nacido.

Los padres, por su parte, “deben seguir cuidándolos con mucho cariño y con mucho sentido común, entendiendo que son niños con grandes capacidades. Es importante darles mucho contacto, intentar aprender cuáles son sus señales (algunas señales nos indican confort, otras nos indican estrés, o sueño, o hambre, o necesidad de compañía), y responder a ellas de la mejor forma posible. Muchas veces los padres se preguntan si están o no haciendo bien las cosas. En muchos casos, acudir a un centro de desarrollo infantil puede ayudarles a reforzar o a corregir sus actitudes, a partir del apoyo de profesionales expertos en desarrollo infantil” -recomienda el doctor.

 

Método Madre Canguro

En la actualidad, se considera que la práctica del método canguro es uno de los instrumentos más valiosos de los que se dispone para aumentar los estímulos positivos que puede recibir el recién nacido inmaduro a la hora de mejorar su desarrollo. Favorece el vínculo de los padres con sus hijos, el conocimiento mutuo e incrementa la confianza y el grado de competencia de los padres. Todavía son muchos los hospitales donde se separa por rutina a los recién nacidos de sus madres. Sin embargo, lo mejor cuando un bebé nace es colocarlo sobre el pecho de su madre, observarle e identificarlo sin separarles. La lactancia materna también es una manera de mejorar su salud y su desarrollo desde el primer momento.

“Tanto los CCD como este método son cada vez más habituales. Casi todos los hospitales están incorporando este tipo de cuidados y la práctica del contacto piel con piel de forma habitual en el cuidado de los niños prematuros” –explica el Dr. Perapoch.

 

El proyecto Hera

Hera nace en 2008 como un proyecto de trabajo multidiscipliar, que involucra a los distintos agentes implicados en el manejo del bebé prematuro (médicos, enfermeras, familiares, psicólogos…) bajo diferentes acciones de formación, información y concienciación para trabajar por un mejor cuidado neonatal.

El fin de Hera es extender la implementación de los CCD en el mayor número de hospitales, para mejorar los cuidados del bebé prematuro durante su estancia en la UCI neonatal, UCIN.

Profesionales del terreno de la neonatología de más de 60 hospitales de toda España, junto con un comité científico, pusieron en marcha este plan con el único fin de contribuir a que el desarrollo del bebé prematuro sea igual o lo más parecido posible al desarrollo del bebé a término.

Un año después, Hera cuenta con más de 60 hospitales españoles implicados en el proyecto, desarrollando encuentros científicos, reuniones con profesionales, talleres de formación, etc.

“Hay muchas líneas de investigación abiertas –indica Perapoch. Algunas, desde hace muchos años, se dirigen a la prevención y al tratamiento de la inmadurez pulmonar, o a la prevención y tratamiento de la infección, o a aspectos relacionados con la alimentación.

En los últimos años cada vez es mayor el interés en entender cómo se organiza el sistema nervioso central del niño que debe pasar semanas fuera del útero materno (el hábitat normal para su desarrollo) ingresado en una unidad de neonatología, y también en entender cómo esto afecta a las familias y cómo conseguir reducir al máximo el impacto del nacimiento prematuro”.


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Los cambios del peso del bebé en semanas pueden registrarse a través de la utilización de tablas con el fin de evaluar si un bebé se está desarrollando adecuadamente.

Fuente: Doctor Josep Perapoch, Neonatólogo del Hospital Vall D´Hebrón y Miembro del Comité Científico del Proyecto HERA. www.proyectohera.com.

Fecha de actualización: 03-09-2021

Redacción: Irene García


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