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Retinopatía de la premadurez

Retinopatía de la premadurez

En bebés que nacen muy prematuros es bastante frecuente una complicación derivada de su prematuridad que se conoce como retinopatía de la premadurez y que implica un desarrollo anormal en los vasos sanguíneos de la retina que puede provocar problemas de visión en el futuro.

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Indice

 

Una enfermedad de bebés prematuros

Los vasos sanguíneos de la retina empiezan a desarrollarse en el primer trimestre de embarazo pero no completan su desarrolla hasta las últimas semanas. Por eso, si un bebé nace antes de la semana 37, puede que sus ojos no se hayan desarrollado completamente.

Esto es más frecuente cuanto más prematuro sea el bebé, es decir, cuanto menor sea su edad gestacional en el momento de nacer. Por debajo de las 30 semanas es más habitual. También en niños de más semanas, pero que nacen con bajo peso, aquellos que sufren problemas de apnea, cardiopatías, infecciones, acidez baja en la sangre, bajo nivel de oxígeno en la sangre, dificultad para respirar, bradicardia o transfusiones.

Como consecuencia de este parto prematuro, los vasos pueden crecer de manera anormal, sufrir derrames, desarrollar tejido cicatricial o padecer desprendimiento de retina.

Hace unos años este problema era más habitual por un mal uso del oxígeno que se hacía en prematuros, pero los avances y los múltiples estudios sobre bebés prematuros han hecho que se controle mejor el oxígeno y que sea menos frecuente.

 

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Síntomas de la Retinopatía de la Prematuridad (ROP)

- Movimientos oculares anormales

- Estrabismo convergente

- Miopía grave

- Leucoria (pupilas de apariencia blanca)

No obstante, en la mayoría de bebés prematuros se busca esta enfermedad en todos los controles que se les llevan a cabo, especialmente si tienen menos de 30 semanas de gestación.
 

¿Cómo se diagnostica la ROP?

El diagnóstico de la retinopatía de la prematurez se realiza por examen oftalmoscópico, realizado por un oftalmólogo. Esta prueba puede mostrar una línea de demarcación y un relieve en casos leves y proliferación de vasos retinianos en los más graves.

En todos los bebés prematuros con peso inferior a 1.500 gramos o menos de 30 semanas de gestación se debe realizar un examen oftalmoscópico de cribado ya que son los que tienen más posibilidad de desarrollar esta enfermedad.

Después, se seguirán haciendo pruebas cada 1 a 3 semanas para ver cómo evolucionan los vasos del ojo.

 

Tratamiento de la enfermedad

El tratamiento precoz disminuye considerablemente las complicaciones y los riesgos que pueden surgir en el bebé. Este debe comenzar, por lo tanto, dentro de las primeras 72 horas después del examen ocular.

Según la gravedad del retinopatía se llevará a cabo un tratamiento u otro. Entre los principales encontramos terapia con láser, inyección de anticuerpos que bloquean el factor de crecimiento de los vasos sanguíneos o cirugía.

La fotocoagulación con láser para la ablación de la retina periférica avascular reduce la incidencia del pliegue y el desprendimiento de retina.

Si el desprendimiento retiniano se produce en la lactancia, puede considerarse la cirugía de plegamiento escleral o vitrectomía.

El bevacizumab es un anticuerpo monoclonal antifactor de crecimiento del endotelio vascular que puede detener la progresión de la retinopatía del prematuro. En comparación con la terapia con láser, el bevacizumab tiene una menor tasa de recurrencia y menos anomalías estructurales en casos selectos.

En la cirugía, se detiene el crecimiento de vasos sanguíneos anormales dentro del ojo. El tratamiento se centra en la retina periférica para preservar la retina central. Esta operación implica cicatrizar áreas de la retina periférica para frenar el crecimiento anormal de vasos sanguíneos y evitar los tirones sobre la retina, que pueden llevar al desprendimiento de retina, pero puede causar pérdida de visión periférica.

Además de la cirugía por láser, se puede llevar a cabo mediante inyección. Consiste en inyectar un medicamento en el ojo. Este tratamiento es el más novedoso y sus resultados son prometedores, ya que suele permitir que los vasos sanguíneos crezcan con más normalidad.

Para los casos más avanzados de retinopatía del prematuro asociados a desprendimiento de retina se puede realizar una indentación escleral, que supone colocar una banda flexible, generalmente de silicona, alrededor de la circunferencia del ojo. La banda rodea la esclerótica, o el blanco del ojo, haciendo que se pliegue hacia dentro o que se doble. Esto, a su vez, empuja la retina rasgada para aproximarla a la pared externa del ojo. La operación dura de 1 a 2 horas.

O una vitrectomía, que consiste en sustituir el humor vítreo por solución salina para permitir extraer el tejido cicatrizal y reducir los tirones sobre la retina, lo que impide que se siga desprendiendo. La vitrectomía puede durar varias horas.

Después de la intervención, habrá que ponerle al bebé gotas oculares (para prevenir la infección y/o la inflamación) durante por lo menos una semana.
 

Pronóstico de la retinopatía de la prematurez

En la mayoría de los casos leves puede incluso no ser necesario tratamiento y no habrá complicaciones posteriores. En los casos más graves se desarrollará una enfermedades de la retina más grave que puede causar problemas serios de visión o ceguera, pero esto solo se da en bebés muy prematuros que nacen con muchos otros problemas.

Las operaciones tienen una buena tasa de resultados positivos, pero no todos los bebés responden bien al tratamiento. Hasta el 25% de los bebés que se operan para tratar una retinopatía del prematuro pueden perder parte de la visión.

A pesar de la buena evolución, debe controlarse por lo menos anualmente durante toda la vida a los pacientes con cicatrices residuales.

En algunos casos el niño desarrollará ambliopía u otros errores de refracción en el primer año, lo que habrá que corregir.

 Los lactantes con desprendimientos de retina totales deben controlarse para detectar glaucoma secundario y crecimiento deficiente del ojo, y derivarlos a programas de intervención para deterioro visual.


Fuentes:

American Academy of ophtalmology https://www.aao.org/salud-ocular/enfermedades/retinopatia-prematuridad

Mintz-Hittner HA, Kennedy KA, Chuang AZ: Efficacy of intravitreal bevacizumab for stage 3+ retinopathy of prematurity. N Engl J Med 364(7):603–615, 2011. doi: 10.1056/NEJMoa1007374.

Fecha de actualización: 27-05-2021

Redacción: Irene García

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