¿Con cuantos meses empieza a gatear el bebé?

Indice

• Gatear es un hito en el desarrollo del bebé
• ¿Cómo estimular al bebé para que gatee?
• Seguridad mientras el bebé gatea
• ¿Qué hacer si tu bebé no gatea?
• ¿Y después de gatear?

 

Gatear es un hito en el desarrollo del bebé

La capacidad del bebé para gatear se desarrolla al final del primer año, aproximadamente a sus 9 meses, aunque se debe tener presente que cada pequeño tiene su ritmo de desarrollo. Al mantener su cabeza erguida y sostener el peso sobre sus brazos, papá o mamá pueden tomar sus piernas e intentar dirigirlas para que haga el movimiento sincronizado con las manos. Sin embargo, no todos los bebés se encuentran a gusto gateando y algunos omiten esta etapa hasta que aprenden a caminar.

Para lograr que el bebé gatee, deberá aprender a controlar su equilibrio, coordinar sus manos y pies, a fortalecer los músculos de sus piernas para, más adelante, aprender a caminar. No hay por qué preocuparse si tu bebé no gatea de forma convencional en esta etapa, ya que algunos pequeños desarrollan sus propias técnicas de gateo: desplazarse sentado, doblando las piernas para deslizar las nalgas, deslizando su barriguita con la ayuda de sus extremidades, etc.

Antes de empezar a gatear, el bebé debe haber aprendido a sentarse sin apoyo, debe mantener la cabeza erguida para ver a su alrededor, y fortalecer los músculos de brazos, piernas y espalda, que son los que le permitirán ponerse de cuatro patas. El bebé aprende de forma gradual a pasar de la posición de sentado a la de gateo, un hito fundamental tras el embarazo y el parto.
 

Beneficios del gateo

1- Favorece la evolución del cerebro. El gateo desarrolla la visión, el tacto, el habla, el equilibrio, la manualidad, la orientación y la propia percepción.

Además, favorece las conexiones futuras de todo tipo entre los dos hemisferios cerebrales. Y de estas conexiones depende el correcto desarrollo de funciones cognitivas y de movimiento más complejas.

2- Desarrolla el sistema vestibular y el sistema propioceptivo. Ambos sistemas permiten saber dónde están las partes del cuerpo de uno mismo.

3- Desarrolla la convergencia visual y posibilita el enfoque de los ojos. Y es tal su importancia que, según estudios de optómetras, el 98% de los niños con estrabismo no gatearon lo suficiente de pequeños.

4- Desarrolla la oposición cortical. El desarrollo de esta función en las manos es la que permite servirse de ellas y asir los objetos. Y esa manualidad fina es esencial para luego poder escribir.

5- Le permite medir el mundo que le rodea y el niño se adapta al medio. La distancia que hay entre los ojos y la palma de la mano al gatear es una medida fundamental -la braza- en todas las civilizaciones. Con esa nueva medida corporal el niño mide el mundo circundante y se adapta más eficientemente al medio porque lo mide constantemente y va recabando información espacial ordenada.

6- Ayuda a establecer la futura lateralización. En el nivel de desarrollo posterior al gateo comienzan los primeros procesos corticales de laterización. Con él, uno de los hemisferios se convierte en dominante y el otro en servidor para no tener que operar ambos a la vez. Al conectar los dos hemisferios gracias al gateo, se facilita acudir más rápidamente a funciones más complejas que requieren de ambos hemisferios.

7- Favorece escribir y tener buena letra en el futuro. Empieza a desarrollar la estrecha relación entre el ojo y la mano. La distancia entre ellos es similar a la que habrá entre ambos cuando escriba.

 

¿Cómo estimular al bebé para que gatee?

La mejor forma de estimular al bebé a gatear es colocar sus juguetes preferidos enfrente y alejados de él para que los busque, así mejorará su confianza, velocidad y agilidad. 

También se pueden colocar pequeños obstáculos a su paso, como almohadas, para que él solo descubra cómo esquivarlos. Evita dejarlo solo, ya que podría necesitar tu ayuda.

Asimismo, es importante asegurarte de elegir un lugar libre de peligros para que gatee libremente.

Plantéalo como un juego, nunca como una obligación o meta a lograr. Cuanto más se divierta, más ganas tendrá de realizarlo.

Es mejor que gatee con calcetines, pero sin zapatos, ya que éstos le impedirán conocer la superficie por la que se desplaza. Incluso ahora hay calcetines especiales con una superficie antideslizante.

Gatea tú también por el piso para que te imite.

 

Seguridad mientras el bebé gatea

Es importante mencionar este punto ya que un bebé que ya gatea puede meterse en muchos problemas. Cerciórate de tener la casa a prueba de niños. Es muy importante poner puertas o protecciones al comienzo de las escaleras. A los bebés les atraen mucho las escaleras pero pueden ser peligrosas, así que cierra el acceso hasta que realmente domine al arte de caminar.

 

¿Qué hacer si tu bebé no gatea?

Los bebés desarrollan sus habilidades por medio de métodos diversos y a un ritmo distinto los unos de los otros, pero si notas que, cumplido un año, el bebé no muestra interés en tener movilidad de alguna forma (bien sea arrastrándose, gateando, rodando por el suelo o impulsándose), ni ha descubierto cómo mover los brazos o las piernas a la vez de manera coordinada, ni ha aprendido a utilizar ambos brazos y ambas piernas de igual manera, coméntalo con el pediatra en tu próxima visita.

 

¿Y después de gatear?

Una vez que el bebé ande a gatas sin ningún problema, lo único que le faltará para adquirir completa movilidad será aprender a caminar. 

Pronto comenzará a agarrarse a todo lo que pueda, tanto muebles como personas o simples objetos que se encuentren de fácil acceso. Una vez que se acostumbre a verse erguido y equilibrado sobre sus piernas estará listo para pararse por sí mismo y sin agarrarse a nada. Es sólo cuestión de tiempo hasta que comience a andar, correr y saltar.