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¿Cómo prevenir la otitis en bebés y niños?

¿Cómo prevenir la otitis en bebés y niños?

La otitis es una enfermedad que ocurre con frecuencia en los niños pequeños y si no se trata a tiempo, puede dar lugar a alguna complicación, por eso es mejor que hagas algo antes de que empeore.

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Indice

 

¿Qué es la otitis?

Si tu hijo ha estado llorando por alguna razón extraña, o incluso quejándose de dolor en su oído y llevando sus manitas al mismo, es muy probable que se trate de una enfermedad que afecta al oído, otitis.

Cuando tu bebé tiene menos de un año, sólo puede comunicarse con pocos sonidos y con el llanto, por lo que puede ser algo complicado descifrar si tiene dolor de oído.

Realmente el que los bebés lloren puede significar cualquier cosa o cualquier malestar, por lo que se puede confundir con dolor de cabeza o de panza.

Además de que llora por dolor también puede presentar falta de apetito, irritabilidad, agotamiento y dificultad para dormir. Sin embargo, cuando el bebé tenga fiebre te va a dar una señal de infección.

La otitis es una inflamación que ocurre en el oído debido a una infección. Esta puede ser de los siguientes 3 tipos:

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1.- Otitis media. Infección del oído medio, la parte de atrás del tímpano.

2.- Otitis externa. Cuando la infección ocurre en el canal del oído externo.

3.- Laberintitis. La inflamación del oído interno y de los nervios que conectan con el cerebro.

 

¿Por qué se produce la otitis?

Esta infección puede ocurrir por distintas causas cuando se trata de la otitis media, la más común:

1.- Resfriado. Cuando el bebé se encuentra resfriado se inflaman las mucosas y las trompas de Eustaquio, creando una obstrucción y por ende la infección.

2.- Mucosidad. También puede ocurrir cuando el moco pasa de la trompa de Eustaquio hacia el oído medio.

3.- Comer acostado. Algunos bebés toman el biberón mientras están acostados boca arriba, esto puede hacer que la leche pase por las trompas de Eustaquio generando una infección.

Además, existen una serie de factores que aumentan el riesgo de padecer otitis, como Factores de riesgo para la aparición de la otitis la excesiva humedad ambiental, ir a clases de natación, bañarse en agua contaminada, una inadecuada higiene de los oídos, padecer eccemas o dermatitis, el humo del tabaco, el uso frecuente de antibióticos.

 

¿Cómo se previene la otitis en los pequeños?

La otitis puede llegar a ser grave, pero sólo en el caso de que no se identifique a tiempo:

- Evita usar cotonetes para limpiar los oídos de tu pequeño, usa unas gasas o el extremo de una toalla.

- Evita que se introduzca agua en sus oídos cuando los baños, así como evitar que entre jabón.

- Seca bien sus oídos después del baño.

Alimenta a tu pequeño con tu pecho, puesto que la leche materna lo ofrece protección contra infecciones.

Limpia su nariz cuando lo necesite, para así evitar la acumulación de mocos. 

Y, en cuanto sea mayor, que aprenda a sonarse bien los mocos.

- Usa un gorro de baño en la piscina.

- Acude al experto en otorrinolaringología con frecuencia para quitar los tapones de los oídos.

- No uses productos de limpieza que puedan irritar la piel y destruir la flora saprófita habitual, favoreciendo la sobreinfección por bacterias patógenas o por hongos.

 

¿Cómo se trata la otitis?

En muy pocos casos es necesario que se utilicen antibióticos para el tratamiento, en cambio el dolor se puede calmar con paños calientes o algún analgésico, paracetamol o ibuprofeno.

El uso de antibióticos o no depende de la edad del bebé (a los menores de 6 meses siempre se les administra para evitar complicaciones), su estado general, si tiene fiebre alta, si el oído supura pus, si va a la guardería (en ese caso, el riesgo de infección bacteriana es mayor), si el tímpano se puede perforar, etc. Si no hay complicaciones y el niño está bien, se puede esperar 48 a 72 horas a ver si el dolor remite sin necesidad de antibiótico. El especialista en pediatría será quien lo decida.

También es buen recurso utilizar algún suero salino para mantener limpia la nariz del bebé, sí se evita que haya obstrucción por mucosidad.

Si no se detecta a tiempo puede generar una perforación del tímpano, o si la infección se repite a menudo, puede haber pérdida de la audición (sordera).


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