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Cómo cuidar a un bebé de 4 meses

Cómo cuidar a un bebé de 4 meses

A los 4 meses tu bebé empieza su segundo trimestre de vida y ya ha crecido y cambiado mucho desde que nació. Su peso está en torno a los 6,5 kg y su altura en torno a los 63 cm. Además, sus horarios son más regulares y ya empieza a moverse e incluso es posible que se gire solo. Es un mes lleno de cambios y avances, por lo que es fundamental que lo ayudes en su estimulación y desarrollo.

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Características físicas y emocionales

A partir de los 4 meses el crecimiento del bebé se va ralentizando y gana menos peso que en los 3 meses anteriores, por lo que no debes preocuparte ya que es algo normal.

Sin embargo, sus habilidades mejoran cada día y ya es capaz de levantar el tronco apoyado boca abajo con sus manos viertas. Y si está tumbado boca arriba, puede doblar la cabeza hacia delante para intentar agarrase los pies. La mayoría de los bebés, además, son capaces de darse la vuelta solos de boca arriba a boca abajo, así que ya no puedes dejarle solo ni un segundo sobre una superficie elevada como la cama o el cambiador porque podría caerse.

Todavía no es capaz de permanecer sentado solo sin apoyos, pero le encanta estar en esta postura porque le permite descubrir el mundo. Tenlo así siempre que puedas para fortalecer su musculatura y estimularlo, pero siempre sin forzarlo. También controla casi perfectamente su cabeza.

En cuanto a su motricidad fina, la coordinación mano-vista-objeto ha mejorado tanto que ya es capaz de agarrar un objeto que tenga cerca y llevárselo todo a la boca para experimentar con ello.

También su lenguaje ha mejorado mucho y ya emite gran variedad de balbuceos y ruiditos diferentes que le sirven para comunicarse contigo y expresar lo que siente. Pronuncia “m”, “p” y “b” cuando no está contento y “j” y “k” cuando sí lo está.

Empieza a desarrollar su sociabilidad y, cuando está despierto, ya no quiere estar solo. Te busca constantemente y quiere jugar contigo y que le hagas caso. Se ríe a carcajadas con muchos juegos, y también si te ve reír a ti. Asimismo, sonríe al ver personas que le son familiares, pero también empieza a mostrar timidez ante los extraños (es la primera señal de su “yo” emergente).

 

Alimentación del bebé de 4 meses

Lo ideal es continuar con la lactancia materna exclusiva ya que se recomienda que este sea el único alimento del bebé hasta los 6 meses. Sin embargo, a los 4 meses se acaba la baja de maternidad en España y muchas madres tienen que volver al trabajo, lo que dificulta continuar con la lactancia. Si ese es tu caso, puedes extraerte la leche y conservarla para que pueda dárselo la persona que le vaya a cuidar con biberón.

No obstante, también tendrás que extraerte la leche en el trabajo para evitar producir menos o que se produzca una mastitis u obstrucción. Si no puedes hacerlo, puedes seguir alimentación mixta, dándole el pecho cuando estés en casa y leche de fórmula en las horas del trabajo. Intenta aun así seguir dándole el pecho aunque sean menos tomas para seguir aprovechando todas su ventajas.

De todas formas, hay que tener en cuenta que las tomas a los 4 meses suelen espaciarse y ser cada 3 o 4 horas, por lo que, con suerte, solo tendrás que quitarte una o dos tomas como mucho de pecho.

Otra cosa que tienes que tener en cuenta este mes relacionado con la alimentación es la crisis de los 4 meses, una crisis de lactancia bastante habitual relacionada con el sueño. Se la conoce también como falsa crisis ya que su causa no se haya en la lactancia en sí, sino a un cambio en las fases de sueño del bebé. A esta edad, muchos bebés aumentan sus despertares nocturnos y, durante las tomas de la noche, se muestran más nerviosos, lo que hace pensar a la madre que tiene hambre y, mal aconsejadas, pasan a la leche de fórmula o introducen los cereales sin gluten para saciarles, abandonando así la lactancia nocturna. Pero en realidad el bebé no se despierta más porque tenga más hambre, sino porque hasta ahora solo tenía dos fases de sueño, y desde los 4 meses experimenta el resto, lo que hace que pase más rato en un estado de semivigilia, despertándose más a menudo.

Por lo tanto, no debes abandonar la lactancia materna ya que no es el problema. El niño se despierta porque se siente inseguro así que solo necesita tu contacto. Puedes probar a ponerle al pecho pero verás que la mayoría de las veces no quiere comer, solo notar tu calor y amor. No esperes a que se ponga a llorar para cogerlo y calmarle, en cuanto notes que se despierta por la noche, abrázalo. Es importante que tengas paciencia y pienses que es solo una fase evolutiva normal que pasará en un par de semanas. 


Juegos para estimular al bebé

Aunque nunca hay que forzar al bebé ni obligarle a hacer cosas que no haya logrado por sí solo, es muy conveniente que lo estimules y juegues con él para potenciar sus capacidades físicas, mentales, sociales y fortalezcas vuestro vínculo. En los ratos que esté desierto y alegre, puedes practicar alguna de estas actividades:

- Dale hojas de papel para que pueda arrugarlas y hacer ruido con ellas.

- Ofrécele sonajeros para que desarrolle su motricidad, su coordinación y sus sentidos.

- Ponle sobre tu regazo y juega al caballito. Es un juego que encanta a todos los bebés.

- Tapa su cara con una toalla durante unos segundos y retírala mientras le dices: “cucú-tras”. Se reirá a carcajadas ya que, para él, es una sorpresa volver a ver de nuevo aquello que se tapó.

- Preséntale a todos los visitantes para que se acostumbre a los extraños y al concepto de amistad.

- Túmbalo boca arriba y acerca una pelota a sus manos y pies para que pueda tocarla. El balón se moverá y el bebé lo seguirá con la vista. Puedes hacerlo también con un globo.

- Tumbado boca arriba, haz que agarre tus dedos con sus manos. Trata de llevarle a la posición de sentado. Luego bájale muy despacio. Puedes hacerlo varias veces para fortalecer su musculatura.

- Dale un espejo infantil para que pueda mirarse en él. Se reirá al ver a otro bebé.


Fuentes:

Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.

Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.

Fecha de actualización: 05-10-2021

Redacción: Irene García

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