¿Los bebés alimentados con BLW tienen carencias de hierro?

Indice

• ¿Qué es el Baby Led Weaning y cuáles son sus beneficios?
• Inconvenientes del Baby Led Weaning (BLW)
• Consejos para implementar un BLW correcto

¿Qué es el Baby Led Weaning y cuáles son sus beneficios?

Frente a la introducción de la alimentación semisólida con papillas y purés, como se venía haciendo exclusivamente hasta hace unos años, surgió el Baby Led Weaning o, lo que es lo mismo, la alimentación dirigida por el bebé. Este tipo de alimentación es complementaria, es decir, la base de la dieta del bebé desde los 6 meses, más o menos, debe seguir siendo la leche materna, pero se pueden empezar a introducir otros alimentos en su dieta blandos y en trocitos, poniéndolos al alcance del bebé para que sea él el que los coja y los pruebe.

Como casi todo en la vida, el BLW tiene sus pros y contras, aunque los primeros pueden ser muy superiores a los segundos si se tiene una serie de ideas claras y se sabe bien cómo llevar a cabo esta alimentación.

Entre los beneficios más importantes encontramos:

- Hábitos de alimentación saludables, respetando las señales del niño respeto al hambre y la saciedad. Al probar diversos alimentos por sí mismos desde pequeños, tienen mejores hábitos alimenticios al crecer.

- Estimula el desarrollo psicomotor y la coordinación mano-ojo.

- Favorece la masticación desde temprana edad.

- Previene la obesidad ya que la alimentación depende del niño y de sus ganas de comer, por lo que no se le ceba con aportes energéticos y proteicos excesivos para su edad.

- Ayuda a que los niños aprendan a comer solos.

- Favorece su independencia y autonomía.

- Fomenta la continuación de la lactancia materna.

Inconvenientes del Baby Led Weaning (BLW)

Sin embargo, es cierto que el Baby Led Weaning también puede presentar algunos inconvenientes:

1- Deficiencias en las necesidades energéticas del bebé. Por eso es importante continuar con la lactancia a demanda, para que cubra sus necesidades energéticas ya que lo que comerá al principio será muy poco.

2- Desequilibrios nutricionales, especialmente en lo que se refiere a la ingesta de las cantidades mínimas recomendadas de hierro (con el riesgo de padecer anemia ferropénica) y zinc.

Y es que a los 6 meses aumentan las necesidades de hierro, por eso es la edad a la que se recomienda comenzar con la alimentación complementaria, especialmente con los cereales infantiles, que aportan mucho hierro. Pero en el BLW se potencia en los primeros meses el consumo de frutas y verduras, que tienen poco hierro, por lo que podría darse este caso.

El problema es que hay pocos estudios que confirmen si esto es así o no. Una reciente investigación de abril del 2016, publicada en el British Medical Journal, comparaba el método tradicional de papillas y el BLW. Las conclusiones fueron que los niños que seguían BLW tenían similar aporte de calorías que los del método tradicional, aunque parecían tener mayor aporte de grasas totales y grasas saturadas, y menor aporte de hierro, zinc y vitamina B12. No obstante, la diferencia no parecía ser importante.

Además, este estudio tiene sus limitaciones y haría falta hacer más investigaciones al respecto, ya que es habitual en niños menores de 2 años sufrir anemia ferropénica, con lo que no se puede dirimir si la falta de hierro es solo por el tipo de alimentación seguida.

3- Escasa ganancia de peso. Hay dudas respecto a si los lactantes que siguen el BLW se alimentan en cantidad suficiente o comen menos de lo que realmente necesitan, perjudicando así a su crecimiento.

Este inconveniente no está comprobado, no se sabe realmente si pasa o no.

4- Mayores aportes de grasas, azúcar o sal. Una de las ideas que tiene mucha gente que sigue el BLW es ofrecer al niño los mismos alimentos que comen ellos, pero estos suelen estar cocinados como mucho azúcar, sal y aportar más grasas. Por eso, hay que tener cuidado con lo que se le ofrece.

5- Riesgo de atragantamiento. Existe y es real, por eso se recomienda evitar ciertos alimentos y asegurarse de que el bebé está preparado para el BLW.

Consejos para implementar un BLW correcto

- El niño debe estar realmente preparado. No es cuestión de empezar sin más el día que cumple 6 meses. Tienes que comprobar que es capaz de permanecer sentado sin caerse hacia los lados o hacia delante; que haya desaparecido el reflejo de extrusión; que tenga autonomía en sus manos; que muestre interés por la comida y por comer con vosotros.

- Debéis ofrecerle alimentos ricos en hierro para evitar la posible deficiencia del mismo. Por lo tanto, además de frutas o verduras cocidas, debes darle legumbres, carne, pescado blanco o huevos (siempre esperando unos días entre la introducción de un alimento y otro para comprobar que no presenta intolerancia o alergia a ninguna).

Las necesidades de un niño de 0 a 3 años son 7 mg al día de hierro. Además de ofrecerle alimentos ricos en este mineral, debes ofrecerle alimentos con vitamina C para que absorba correctamente el hierro. Por ejemplo, si consumes legumbres, acompáñalas de cítricos, pimiento, fresas, kiwis, brócoli o perejil para ayudar a su absorción. Y no debes consumir alimentos ricos en hierro con alimentos ricos en calcio en la misma comida, ya que el calcio disminuye la absorción del hierro.

- No le ofrezcas los alimentos cocinados igual que los vuestros. No deben llevar nada de sal ni de azúcar ni estar fritos. Mejor cocidos o al horno.

- Evita alimentos con los que pueda atragantarse como frutos secos, verdura cruda, patatas fritas de bolsa, manzana cruda, etc.