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Cómo hacer control de daños cuando discutes delante de tus hijos

Cómo hacer control de daños cuando discutes delante de tus hijos

¿Has discutido alguna vez delante de tus hijos? ¿Has notado la cara de miedo que ponían o cómo os pedían que pararais ya? ¿Te has sentido culpable por hacerles sentir mal? ¿Cómo evitar causar daño a tus hijos cuando se discute delante de ellos?

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Índice


¿Le duele a los hijo ver pelear a sus padres?

Todas las parejas discuten alguna vez, por muy bien que se entiendan o por muy enamorados que estén. El día a día lleva a muchas tensiones y problemas ya que no siempre se está de acuerdo en todo y los hijos suelen ser fuente de discusión habitual. El problema es que discutir delante de los hijos hace que ellos se sientan mal, incluso pueden sentirse responsables si la discusión es a causa suya. Por eso, es importante saber cómo resolver conflictos delante de los hijos y cómo hacer control de daños si, a pesar de nuestras buenas intenciones, hemos discutido delante de ellos. Sobre todo si la discusión no fue nada amable.

El conflicto es parte de toda relación humana. Si vivimos con niños, esos conflictos a veces surgirán frente a los niños. Lo que plantea algunas preguntas importantes.

Antes, la mayoría de los expertos aseguraban a los padres que no había problema en que los niños los vieran pelear, siempre y cuando los niños también vieran que los padres se reconciliaban después. Sin embargo, los desarrollos recientes en la investigación neurológica desafían este punto de vista. No es sorprendente saber que, cuando los niños escuchan gritos de enfado, sus hormonas del estrés se disparan. De hecho, incluso un bebé que duerme registra voces fuertes y enojadas y experimenta una avalancha de químicos de estrés que tardan un tiempo en disminuir.

Por lo tanto, la investigación confirma lo que cualquier niño puede decirte, que es aterrador cuando los adultos se gritan unos a otros. Más aún si son sus padres. Después de todo, los padres son la fuente de seguridad del niño. Cuando los padres parecen estar fuera de control, el mundo se convierte en un lugar aterrador.

Esta respuesta al estrés puede hacer que los niños se sientan ansiosos mucho tiempo después, lo que incluye dificultades para dormir, porque las hormonas del estrés pueden permanecer en el cuerpo del niño durante horas. Dado que los niños no pueden recurrir a los adultos que discuten en busca de consuelo, acumulan su miedo y se manifiesta en ansiedad, desafío o mal comportamiento.

Quizás lo peor de todo es que cuando los adultos se gritan unos a otros, les da a los niños el mensaje de que cuando los humanos tienen desacuerdos, gritar es la forma "adulta" de manejarlos.


Entonces, ¿es bueno que los padres estén en desacuerdo frente a los niños?

¡Sí! Es fantástico que los niños vean a los adultos en desacuerdo entre ellos respetuosamente y pidan lo que necesitan sin hacer que la otra persona se equivoque. En otras palabras, los niños se benefician al ver desacuerdos saludables. Incluso cuando los ánimos se calientan un poco, si se pueden resolver las cosas rápidamente y los niños ven cómo los padres lo arreglan y se piden perdón, es bueno para fomentar relaciones saludables en los hijos, que aprenderán a resolver los problemas sin gritos y a pedir perdón cuando sea necesario.

Por lo tanto, trabaja con cuidado las pequeñas diferencias que surjan con tu pareja frente a tus hijos, evitando siempre las faltas de respeto y los gritos. Es una gran idea hablar sobre este tema por adelantado, y acordar que cada vez que cualquiera de vosotros comience a activarse durante una discusión, hay que posponer la pelea hasta que los niños no estén delante. Elige una palabra o frase de código que indique "Entendido. Te quiero, pero esto se nos está yendo de las manos para seguir con los niños delante. Discutamos esto más tarde".

En estos casos, asegúrate de hacer uso de vuestro sentido del humor tan pronto como las cosas empiecen a calentarse, y cierra la fase "pública" de la discusión con un abrazo, para que el niño pueda relajarse y quedarse tranquilo sabiendo que no importa cuán difícil sea la discusión, los adultos van a intentar resolver las cosas positivamente.


¿Y si a pesar de las buenas intenciones os gritáis delante de ellos?

Si a pesar de todo, no habéis podido evitar gritaros o deciros cosas irrespetuosas delante de ellos, no debes asustarte por el trauma causado al niño, ya que el factor de riesgo proviene de experiencias repetidas, es decir, de pelear a menudo delante de él.

Prueba este experimento:

Durante los próximos días, considera tus interacciones con tu pareja a través de los ojos de tu hijo.

¿El tono se mantiene respetuoso incluso cuando no estás de acuerdo?

¿Las voces se mantienen en un nivel tranquilo?

¿Ambos encontráis una manera de expresar vuestros deseos y necesidades sin "atacarse"?

¿El tono en casa es generalmente de calidez y apoyo?

¿Tu hijo ve diariamente amplia evidencia de generosidad emocional en ambos lados?

¿Hacéis las paces frente a vuestro hijo?

¿Hay al menos cinco interacciones positivas por cada interacción negativa?

La investigación muestra que estas prácticas son buenas para tu relación y modelan una conexión saludable para que vuestro hijo vea y aprenda cómo comportarse ante una discusión y cómo resolver los problemas pacíficamente, evitando siempre los gritos y las faltas de respeto.


Fuente: Markham, Laura, Peaceful Parent, Happy Kids, 2012

Fecha de actualización: 25-05-2021

Redacción: Irene García

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