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La conciliación familiar, una cuestión de esfuerzo

La conciliación familiar, una cuestión de esfuerzo

Con la llegada del modelo de trabajo híbrido, cada vez sale más a colación el concepto de conciliación. Una idea que promueve la búsqueda de equilibrio entre el ámbito laboral y otros aspectos importantes de la vida, como la familia, la vida social, el mantenimiento de una vida saludable o las tareas domésticas. ¿Cuántas veces hemos escuchado decir “no llego a todo”, como si compaginar la vida cotidiana con el trabajo fuera un reto o algo imposible de realizar?

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Índice

 

La importancia de la conciliación

Es un esfuerzo de reposicionamiento que vale la pena tanto para trabajadores como para las propias empresas. Las personas que son capaces de establecer un equilibrio sano entre sus horas de trabajo y su vida personal son generalmente más felices, están más concentradas durante su jornada laboral y son menos propensas a ausentarse. Resulta especialmente positivo para madres y padres que, al poder disfrutar más de sus pequeños, también pueden gestionar mejor su estrés, conservando así toda la energía y el positivismo necesarios para afrontar ambos ámbitos vitales.

La cuestión clave es cómo alcanzar la meta de la conciliación efectiva. Para ello, es necesario realizar cambios en la distribución de las horas de tus rutinas diarias, y para ello seguramente tendrás que llevar a cabo alguna negociación con tu empresa para garantizar que tu calendario se adapte mejor a tus necesidades familiares y personales. Pero el esfuerzo que implica acabará teniendo su recompensa, pues cuando logres hallar tu centro de equilibrio, eso beneficiará a todos los que te rodean, tanto tu familia y amigos como la compañía para la que trabajas.
 

Consejos para saber conciliar

Para lograr ese objetivo, te propongo estos seis consejos que te ayudarán a lograr que tu conciliación sea un éxito:

1º. Establece tiempos “de calidad” con la familia. No nos engañemos: los niños necesitan la presencia de sus madres y padres. Cuanta más mejor. No solo les dan seguridad y protección, sino que también aprenden a relacionarse con el mundo mediante la imitación, como alienta el Método Montessori.

Pero cuando el horario laboral no lo permite, hay que aprovechar al máximo el tiempo del que se dispone. Es decir, nada de distracciones ni de estar mirando de reojo el correo de trabajo: en las horas que les puedas dedicar, céntrate en ellos, olvídate de todo lo demás, y conviértelo en un pequeño oasis para ellos y para ti. Ese ratito llegará a ser un pequeño tesoro cotidiano.

2º. Durante el teletrabajo, define y delimita tu espacio. Si has de teletrabajar, intenta escoger para ello un lugar fijo y, a ser posible, separado del resto de zonas del hogar para que todos tus seres queridos (hijos, pareja, padres, amigos, etc) entiendan que, cuando estás en él, no se te puede molestar. Para ello es importante que delimites de forma clara cuál es tu horario de trabajo, y remarca la importancia de que se respete. Si quieres flexibilizar el acceso al área de trabajo, pon una serie de condiciones a cumplir antes de molestarte: p.ej. llamar antes a la puerta, comprobar que no estés en una llamada…

3º. Aprende a decir "no". Precisamente el teletrabajo, y la facilidad con la que, con encender un ordenador o acceder a un correo a través del móvil estamos trabajando, nos dificulta desconectar del trabajo y de otras actividades que pueden comprometer tu tiempo en familia o tus necesidades personales. Sé más firme y limita las actividades no esenciales, optimizando así el tiempo que le puedes dedicar a tu propio espacio personal. Es recomendable que consultes la modificación de horarios o los compromisos que puedan implicar trabajar más horas, para planificar con eficacia y aprovechar al máximo tu tiempo libre. 

4º. Comunica tus necesidades a la empresa. Demasiado a menudo sentimos aprensión a la hora de plantearle a nuestros superiores cualquier necesidad que obliga a cambiar la estructura de nuestra jornada laboral, por miedo a que no se lo tomen bien. Para enfrentarse a él hay que tener en cuenta una cosa: las compañías buscan el mejor rendimiento para sus empleados, así que hay que plantearlo desde esa perspectiva. Una reducción de la jornada laboral, un horario flexible o la semipresencialidad, entre otras opciones, pueden acabar beneficiando a ambas partes.

5º. Ajústate a tus horarios. Una de las claves principales para lograr una conciliación efectiva entre vida laboral y personal es diferenciar ambos espacios. Y para eso es imprescindible que uno no le coma terreno al otro. Es decir, calcula bien las horas libres que te deja tu horario (contando los desplazamientos, si es que trabajas fuera) y dedícaselas a lo que necesites: tus seres queridos, tu propio espacio personal, tu autocuidado… Haciéndote bien consciente de todo ese tiempo.

6º “Desconecta”. Lo he apuntado antes, pero es importante volver a remarcarlo. Una vez acaba tu jornada laboral, tu tiempo es tuyo. Piensa en él como si fuera dinero. En tu horario de trabajo, lo estás invirtiendo en tu empresa; pero cuando se acaba, lo estás invirtiendo en ti. No lo malgastes. Por eso es esencial establecer límites muy claros en cuanto a disponibilidad: la desconexión, digital o no, es un derecho, y una necesidad para poder separar ambos aspectos de tu vida.


Eva Estalella, Brand Leader de Beeloom

Fecha de actualización: 23-11-2022

Redacción:

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