La pica en niños

Índice

• ¿Qué es la pica?
• Causas de la pica
• ¿Qué hacer si tu hijo padece pica?

 

¿Qué es la pica?

La pica es un trastorno de la conducta alimentaria en el que una persona ingiere cosas que no se consideran alimentos.

Entre los principales objetos que se comen en esta enfermedad encontramos tierra, barro, arcilla, piedras, papel, hielo, ceras de colores, pelo, tizas, yeso, heces.

Se da entre niños de uno a seis años de edad o en embarazadas durante el primer y segundo trimestre de gestación (ingieren o lamen objetos no comestibles como barro, yeso, tiza, entre otros).  Hay que revisar el trasfondo psicológico, ya que pueden estar asociado a trastornos del estado de ánimo, ansiedad o situaciones desde el punto de vista vincular, a nivel familiar, por ejemplo: maltrato, negligencia, disfunción familiar o problemas de tipo académico.  

El hecho de que un niño coma tierra un día no significa que tenga el trastorno, para darse ese diagnóstico debe tener al menos un mes comiendo este tipo de objetos o materiales no comestibles. La causa de este comportamiento es sencilla: es una manera de explorar, igual que se lleva a la boca un juguete o un trozo de papel, un puñado de tierra, y prácticamente todos los niños pequeños hacen lo mismo en el parque cuando te descuidas por un momento.
 

Causas de la pica

No se tiene clara la causa directa de esta enfermedad mental, pero en la mayoría de los casos quien tiene este hábito lo hace por alguna deficiencia nutricional, siendo la más frecuente la falta de zinc o de hierro.

Es más frecuente en personas con problemas del desarrollo, como el autismo o la discapacidad intelectual; problemas de salud mental, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) o la esquizofrenia; desnutrición o hambre (las carencias de algunos nutrientes, como el hierro y el zinc, pueden desencadenar antojos específicos); estrés.

Es un comportamiento al cual se le debe prestar atención para corregir a tiempo, ya que la ingesta de arena y tierra puede causar severos daños como obstrucción intestinal, por lo que recomendamos la vigilancia de los niños para evitar también riesgos sanitarios que pueden existir por la tierra y arena contaminadas de heces fecales, colillas, insecticidas así como de los objetos metales como el plomo de la pintura, etc.

Se recomienda a los padres de familia estar atentos a algunas señales de alarma como el hecho de que el niño presente diarreas constantes o se queje de dolores abdominales, o si las paredes del hogar se encuentran roídas y las macetas o jardineras con la tierra revuelta.

A veces, al indagar, se encuentra que en la familia hay algún síntoma adicional, como que es retraído, aislado, dificultades en su proceso de socialización con otros niños. Estos pueden ser síntomas que requieren atención de profesionistas en salud mental para identificar los factores de estrés psicosocial, aunado al acompañamiento del área nutricional.

Es importante recordar a los padres que entre los 0 y los 2 años, aproximadamente, el niño pasa por la etapa oral donde no solo es natural y necesario, sino que es un deber de los adultos no restringir, prohibir o castigar a los niños por llevarse todo a la boca, aunque hay que tomar precauciones para evitar que los pequeños se dañen o situaciones como la mencionada anteriormente.
 

¿Qué hacer si tu hijo padece pica?

El primer paso, después de sospechar que tu hijo padece este trastorno, es llevarlo a su pediatra o profesional de medicina para realizar los análisis pertinentes y determinar si existe alguna deficiencia nutricional de zinc o hierro, y si el caso lo amerita recurrir al apoyo psicológico. Corregir este comportamiento inadecuado es lo principal en el tratamiento. En la mayoría de los casos en dos o tres meses dejan de hacerlo, aunque algunos lo pueden seguir haciendo hasta la adolescencia.

Si se determina que la causa es una falta o deficiencia de hierro en la alimentación, lo recomendable es incluir en la dieta los alimentos que provean este mineral, el tiempo que determine el pediatra o experto en nutrición infantil, como carnes, aves, pescado, vegetales, cereales y leguminosas. Posteriormente se debe realizar nuevamente estudios de laboratorio.

También es necesario medir de manera periódica la talla y peso del niño, para verificar que no existan retrasos en su crecimiento y desarrollo.

En el bebé sano se emplea la terapia conductual con buenos resultados, enseñándole qué cosas se pueden comer y corrigiéndole firmemente cuando come algo que no debe, premiándole cuando lo hace bien.