Síntomas y tratamiento de los tonsilolitos

Índice

• ¿Qué son los tonsilolitos?
• Causas de los tonsilolitos
• Consecuencias de los cálculos amigdalinos
• ¿Cómo se tratan los tonsilolitos?

 

¿Qué son los tonsilolitos?

¿Alguna vez has visto en las amígdalas de tu hijo unas bolas muy blancas, parecidas a las placas? Aunque es frecuente confundirlas, los tonsilolitos no son lo mismo que las placas que se forman en las amígdalas, por lo que el tratamiento es diferente.

Los tonsilolitos o caseum son una calcificación que aparece en las amígdalas. Es una acumulación blanca o amarillenta compuesta por bacterias inhaladas en el aire, fragmentos de epitelio exfoliado, restos de queratina, restos de alimentos y/o mocos. Suelen ser del tamaño de un grano de arroz y se acumulan en las amígdalas porque su superficie es irregular y presenta cavidades llamadas criptas amigdalinas. En ellas, se acumulan bacterias y células muertas que originan los tonsilolitos o cálculos amigdalinos.

 

Causas de los tonsilolitos

1.   Mala higiene bucal: lavarse poco o mal los dientes aumenta el riesgo de que las bacterias se acumulen en los huecos de las amígadalas, formando una especie de bolas blancas.

2.   Presencia de bacterias en la cavidad bucal: las bacterias son necesarias para las funciones digestivas, por eso se encuentran de manera natural en nuestra boca. Sin embargo, un desequilibrio en la flora bacteriana bucal o la entrada de ciertas bacterias puede causar la aparición de los tonsilolitos.

3.   Exceso o escasez de saliva: tanto el exceso como el defecto de saliva provoca el crecimiento de calcificaciones en las amígdalas.

4. Niveles bajos de glóbulos blancos: los glóbulos blancos son las células de la sangre encargadas de ayudarnos a combatir las infecciones. Si nuestras defensas están bajas, seremos más propensos a padecer afecciones bucales como los tonsilolitos.

 

Consecuencias de los cálculos amigdalinos

En general, es una enfermedad benigna que no requiere tratamiento farmacológico y desaparece sola en unos días. Sin embargo, también puede causar los siguientes problemas:

- Halitosis o mal aliento: las bacterias alojadas en las amígdalas pueden causar mal aliento.

- Burbujas blancas en la garganta: los tonsilolitos pueden acumularse causando pequeñas burbujas o placas que pueden confundirse con las placas bacterianas propias de las faringitis o amigdalitis, aunque son más blancas, pequeñas y suele haber varias.

- Molestias y dolor al tragar (odinofagia y disfagia): es uno de los síntomas más evidentes. El dolor y las molestias no son muy fuertes.

- Inflamación de las amígdalas: inflamación y rojez en las amígdalas o en la garganta.

- Molestias en el oído: debido a la relación de la garganta con el conducto auditivo, se pueden notar también molestias en esta zona.

 

¿Cómo se tratan los tonsilolitos?

Si se trata de placas bacterianas, hace falta antibióticos, pero cuando son tonsilolitos o caseum formados por restos de comida o saliva, no hace falta ningún fármaco, aunque se puede administrar paracetamol o antiinflamatorio para calmar el dolor, si existe.

Si no se elimina solo, se puede recurrir a la criptosis amigdalar, una técnica láser para eliminar las capas superficiales de las amígdalas que contengan el caseum. Y, en los casos graves, a una amigdalectomía o extirpación de las amígadalas si no hay manera de eliminar los tonsilolitos y causan molestias de forma permanente.

Asimismo, puedes seguir una serie de consejos de odontología para prevenir y eliminar los tonsilolitos:

- Hacer gárgaras de agua tibia con sal o de agua con bicarbonato. El vinagre de manzana también puede ayudar a descomponer los tonsilolitos. Haz gárgaras durante unos 10 a 15 segundos.

- Beber mucha agua.

- Lavarse los dientes después de cada comida, usar hilo dental y enjuague bucal para eliminar los restos de comida y bacterias.

- Evitar alimentos muy ácidos.

- Usar un irrigador de agua a baja presión para soltar los tonsilolitos. Hay que tener cuidado si se hace este proceso ya que puede causar atragantamiento y tos. Es mejor no hacerlo con niños. También se pueden usar de forma regular para evitar su formación.

- No uses nunca un bastoncillo o hisopo de algodón para eliminar el caseum, es muy peligroso ya que puede causarse una herida. Tampoco intentes quitarlos con un cepillo de dientes.

Si no se pasa en unos días, causa mucho dolor, malestar o mal aliento, consulta a tu profesional de medicina. Otros síntomas para acudir al médico son:

- amígdalas inflamadas que dificultan la respiración

- dolor que se irradia hacia los oídos

- pus o secreción blanca de las amígdalas

- sangrado en el área de las amígdalas

- respiración con trastorno del sueño o apnea