Síntomas de la espondiloartrosis

Indice

• ¿Qué es la espondiloartrosis?
• Síntomas de la espondiloartrosis
• Causas de la espondiloartrosis
• ¿Cuál es el tratamiento más adecuado?
• Pronóstico de la enfermedad
• ¿Se puede prevenir la espondiloartrosis?

 

¿Qué es la espondiloartrosis?

La espondiloartrosis o artrosis de la columna vertebral es una enfermedad degenerativa de los cartílagos de las articulaciones que puede afectar a la zona cervical, lumbar o dorsal. No es igual que la espondilosis. 

Existen tres tipos diferenciados de espondiloartrosis u osteoartrosis según la zona que se vea afectada:

- Espondiloartrosis cervical: desgaste de los discos localizados en la zona del cuello.

- Espondiloartrosis torácica: los discos afectados son los de la zona media de la espalda.

- Espondiloartrosis lumbar: el desgaste se encuentra en los discos de las vértebras lumbares.

 

Síntomas de la espondiloartrosis

Los síntomas principales son:

- Dolor en las articulaciones

- Rigidez y entumecimiento

- Problemas de movilidad

- Deformación

- Si se tiene un nervio pinzado, el dolor puede extender a las extremidades

- Hormigueo

- Debilidad en las extremidades (en caso de la existencia de un espolón).

- Osteofito. 

Causas de la espondiloartrosis

La espondiloartrosis cervical es muy común en personas mayores de 60 años. De hecho, la mayoría de personas que padecen esta enfermedad son personas de más de 60 años. Además, hay otras causas que pueden provocar la aparición de esta enfermedad, como antecedentes familiares, sobrecargas posturales, sedentarismo, lesiones anteriores, etc.

La mala alimentación es un factor de riesgo. La falta de calcio hace que nuestros huesos se hagan porosos y frágiles.

Si la médula espinal o las raíces nerviosas están comprimidas a causa de la espondiloartrosis, se puede ocasionar un daño permanente si no se detecta y trata correctamente. Así, podría causar una serie de complicaciones como incontinencia fecal o urinaria, pérdida de la sensibilidad muscular, equilibrio deficiente, espolones, debilidad de los discos, hernias de disco o artrosis articular.

Además, hay que tener en cuenta que la espondiloartrosis muchas veces es una enfermedad silenciosa y no presenta muchos síntomas, por lo que hay que prestar mucha atención a los primeros síntomas como malformaciones, leve y constante ardor en la zona, etc.

¿Cuál es el tratamiento más adecuado?

Lo primero es diagnosticar correctamente la enfermedad, para lo cual hará necesario realizar una serie de pruebas de medicina como comprobación del rango de movimiento en la zona problemática, prueba de reflejos, radiografías, tomografía computarizada, resonancia magnética, melografía (se inyecta un tinte en el canal espinal para proporcionar más detalles en la radiografía), electromiografía (que mide la actividad eléctrica de los nervios) o estudios de conducción nerviosa.

Después, se recomendarán diversos tratamientos y terapias para frenar el avance de la enfermedad y tratar los síntomas que haya causado.

En las fases iniciales de la enfermedad se recomienda la corrección postural, evitar el estrés y hacer una serie de ejercicios de fisioterapia.

También se puede recurrir al uso de medicamentos para reducir el dolor y la inflamación (analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares o corticoides).

Si el tratamiento no quirúrgico no funciona, y los síntomas empeoran, se puede recurrir a la cirugía extrayendo un disco o la hernia discal, parte de una vértebra afectada o fusionado un segmento usando injerto de hueso. 
 

Pronóstico de la enfermedad

El pronóstico de la enfermedad es impredecible, algunos pacientes sufren una evolución crónica y progresiva, mientras que en otros es más irregular.

Sin embargo, existen algunos pacientes con signos radiográficos de artrosis en la columna que prácticamente no presentan ningún síntoma.

Puede causar otros problemas como hernia discal.
 

¿Se puede prevenir la espondiloartrosis?

No existe prevención para la espondiloartrosis. Sin embargo, entre los factores de riesgo se encuentran:

- Edad: forma parte normal del envejecimiento.

- Ocupación: los oficios con movimientos repetitivos o con posiciones complicadas pueden causar tensión en la columna.

- Lesiones anteriores.

- Factores genéticos.

Por lo tanto, hacer ejercicio físico con regularidad, evitar malas posturas, seguir una dieta saludable y evitar ejercicios de impacto puede ayudarnos a prevenir esta enfermedad.