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¿Qué son las adenopatías y cómo tratarlas?

¿Qué son las adenopatías y cómo tratarlas?

Una adenopatía es una inflamación de los ganglios linfáticos que, generalmente, se produce tras una infección leve, aunque puede haber algunos casos en que se produzca por alguna enfermedad más grave.

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Índice

 

¿Qué son los ganglios linfáticos?

Los ganglios linfáticos o nódulos forman parte del sistema linfático o inmunológico del organismo, que es el encargado de defendernos frente a las infecciones y otras enfermedades. Se conectan por vasos linfáticos y su tamaño es variable, encontrándose más abundantemente en las ingles, axilas y cuello.

Los ganglios contienen unas células muy importantes para llevar a cabo esta función, que se llaman linfocitos. Su función es la de hacer de filtro que atrapa a virus, bacterias y otros microorganismos peligrosos para el organismo, evitando que causen una infección. La continua circulación de la linfa va a permitir la diseminación de la respuesta inmunitaria producida a todo el cuerpo.
 

¿Qué es una adenopatía?

Una adenopatía o linfadenopatía es la inflamación o aumento del tamaño de los ganglios linfáticos. Existen varios tipos de adenopatías:

- Adenopatía localizada: aquella que se sitúa en una zona concreta del organismo (axila, ingle…).

- Adenopatía generalizada: una infección generalizada en todo el cuerpo que causa la inflamación de los ganglios de todo el cuerpo.

- Adenopatía generalizada persistente: permanece en el cuerpo durante mucho tiempo, aunque sin causa aparente.

En niños, la aparición de adenopatías está originada por causas benignas en un 70% de los casos. Además, son muy frecuentes en los niños, ya que tienen más ganglios y más grandes que en los adultos, las infecciones en ellos son mucho más frecuentes y la respuesta del sistema inmunológico es mayor. Son muy habituales en el cuello y la ingle.
 

Causas de la adenopatía

La mayoría de las adenopatías están causadas por una gran variedad de enfermedades de origen bacteriano o viral: resfriado, gripe, otitis, neumonía, faringitis estreptocócica, sarampión, infecciones de la piel, etc.

En caso de adenopatía generalizada, la causa suele ser una infección como la mononucleosis infecciosa o el VIH, o un trastorno de tipo inmunitario como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico.

No obstante, en ocasiones también pueden estar causadas por un problema más serio como un cáncer de mediastino, cáncer de pulmón o cáncer de esófago, especialmente cuando se trata de adenopatías situadas en la zona supraclavicular. En el caso del ganglio de Virchow se asocia a metástasis de un primario gastrointestinal. Es común también en tumores renales, de próstata, testiculares u ováricos. En el caso de las adenopatías localizadas en la mandíbula o en la yugular, suelen indicar la presencia de un tumor maligno de cabeza y/o cuello o de linfoma.
 

Síntomas de las adenopatías

- Sensibilidad y dolor en los ganglios

- Inflamación y aumento del tamaño de los ganglios

- Síntomas de infección respiratoria como dolor de garganta, fiebre, mucosidad…

-Fiebre

- Sudoración nocturna

- Fatiga

- Linfedema (acumulación de la linfa en tejidos blandos)

- Edema

Si el ganglio se mueve y su tamaño va disminuyendo, no es grave. Si el ganglio es duro, permanece fijo al intentar moverlo y su crecimiento es rápido puede indicar un tumor.
 

Diagnóstico de la adenopatía

Para poder hacer un correcto diagnóstico de la adenopatía es necesario llevar a cabo una anamnesis, es decir, la recopilación de la historia clínica, los síntomas y la exploración física del paciente.

En esta anamnesis se tiene en cuenta la edad, el sexo, los antecedentes personales, los antecedentes familiares, el contexto clínico, etc. Como decíamos, se debe explorar también al niño para comprobar dónde tiene ganglios inflamados y cómo son cada uno de ellos.

Otras pruebas que se pueden realizar en caso necesario son un análisis de sangre, pruebas de imagen como tomografía computarizada, ecografía, resonancia magnética nuclear… Si se tienen dudas sobre la malignidad de los ganglios habrá que hacer una biopsia.
 

¿Cómo tratar las adenopatías?

Dado que una adenopatía no es una enfermedad en sí, sino un síntoma que nos indica que algo ocurre en el organismo, no hay que tratar la adenopatía, sino la causa. Según esta, se requerirá un tratamiento u otro. Si hablamos de infecciones leves víricas, se debe dejar al organismo luchar contra el virus. Si la infección es bacteriana harán falta antibióticos. En el caso de un cáncer, habrá que recurrir a la cirugía, quimioterapia, radioterapia… En el caso de los trastornos inmunitarios como la artritis reumatoide o el lupus, el tratamiento se dirige a la mencionada afección.

Si el ganglio se infecta puede ser necesario un drenaje quirúrgico.

Además, si el niño siente dolor o molestia en los ganglios inflamados se pueden aplicar compresas tibias o da un analgésico como el paracetamol.

No obstante, como decíamos, generalmente está causado por una infección o problema de salud leve que desaparece sola en unos días, aunque la inflamación puede durar hasta 3 semanas. El profesional de medicina hará las revisiones oportunas para comprobar que todo es normal en este tiempo.

¿Cuándo debo consultar al pediatra?

- Ganglios mayores de 1 cm o mayores de 0,5 cm en bebés menores de 1 mes.

- Cualquier ganglio palpable situado por encima de la clavícula o en el hueco poplíteo (en la corva).

- Ganglios duros, que cuesta moverlos y parecen unidos a la piel o a los tejidos profundos  o ulcerados.

- Aumento rápido del tamaño del ganglio, sobre todo si la zona está roja.

- Otros síntomas como cansancio, pérdida de peso, palidez o pérdida de apetito.

- Ganglios que surgen tras la picadura o mordedura de un insecto o animal (gatos, garrapatas…).

- Ganglios que duran más de 3 semanas.


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