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¿Cómo se transmite la Enfermedad de Kawasaki?

¿Cómo se transmite la Enfermedad de Kawasaki?

La enfermedad de Kawasaki es una enfermedad rara infantil que provoca que las paredes de los vasos sanguíneos se inflamen. Generalmente los medicamentos son eficaces para tratarla, y en pocos casos se desarrollan problemas cardiacos derivados de la enfermedad. El pronóstico es mejor cuanto antes de detecte la enfermedad. Por eso, es importante que conozcas sus síntomas.

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Indice

 

Síntomas de la enfermedad de Kawasaki

El síndrome de Kawasaki es una enfermedad eruptiva infantil grave. Es una enfermedad relativamente rara.

La enfermedad de Kawasaki anteriormente se denominaba síndrome de los ganglios linfáticos mucocutáneos porque también provoca la hinchazón de los ganglios (ganglios linfáticos) y de las membranas mucosas dentro de la boca, la nariz, los ojos y la garganta.

Los síntomas principales de esta enfermedad son:

- Fiebre alta que dura más de cinco días, puede llegar hasta los 40º C y no desaparece con las dosis normales de antipiréticos

- Hinchazón de los ganglios linfáticos del cuello

- Picazón en el tórax y en la zona genital

- Labios rojos, secos y agrietados

- Lengua hinchada y enrojecida, denominada lengua de fresa

- Membranas mucosas rojas en la boca

- Palmas de las manos y las plantas de los pies rojas e hinchadas

- Ojos enrojecidos, como inyectados en sangre, pero sin supuración

- Erupción cutánea o exantema en la parte media del cuerpo sin ampollas

- Descamación de la piel en la zona genital, en las manos y en los pies

- Dolor articular

Estos son los signos más característicos, pero pueden aparecer otros como irritabilidad, diarrea, vómitos, dolor abdominal, tos, secreción nasal. 
 

¿Cuáles son las causas de la enfermedad de Kawasaki?

Al contrario de lo que mucha gente piensa, no es una enfermedad contagiosa. Es más frecuente en Japón, donde se detectó por primera vez (de ahí su nombre). Además, es más habitual en niños que en niñas menores de 5 años.

No se conoce la causa exacta de este problema. Se piense que puede ser una enfermedad autoinmunitaria o un componente genético que condiciona una reacción inmunológica excesiva después de una infección por un agente que no se conoce, aunque puede ser un virus o una bacteria. 

 

¿Cómo se trata la enfermedad de Kawasaki?

Lo primero es confirmar el diagnóstico en pediatría mediante una serie de pruebas como radiografía de tórax, análisis de sangre completo, proteína C reactiva (PCR), albúmina en suero, transaminasa en suero, análisis de orina, ecocardiografía y/o electrocardiograma.

El tratamiento debe llevarse a cabo en el hospital y se debe iniciar lo antes posible para evitar daños permanentes en las arterias coronarias y el corazón. Tratar la enfermedad de Kawasaki dentro de los 10 días desde su aparición reduce significativamente las posibilidades de sufrir daños crónicos.

Normalmente se administra al niño gammaglobulina intravenosa en dosis altas. El estado del niño normalmente mejora al cabo de 24 horas de tratamiento. También se suele emplear ácido acetilsalicílico (aspirina) en dosis altas.

Una vez que la fiebre baje, el niño podría necesitar tomar una dosis baja de aspirina durante al menos seis semanas, o por más tiempo si desarrolla un aneurisma de la arteria coronaria. La aspirina ayuda a prevenir la coagulación de la sangre.

Con tratamiento adecuado de medicina, el niño puede comenzar a mejorar poco después del primer tratamiento con gammaglobulina. Sin tratamiento, la enfermedad de Kawasaki dura aproximadamente 12 días. Sin embargo, las complicaciones cardíacas pueden durar más tiempo.

A pesar del tratamiento adecuado, 1 de cada 4 niños puede desarrollar problemas en las arterias coronarias, aunque la mayoría se recupera por completo en unas semanas.

Para detectar cuanto antes posibles problemas cardiacos derivados de la enfermedad, los niños afectados deben hacerse una ecocardiografía cada uno o dos años.

Su complicación más temida es la aparición de aneurismas coronarios, que se da hasta en el 20% de casos si no se administra el tratamiento adecuado a tiempo. En este caso se administrarían anticoagulantes y, en casos graves, hay que recurrir a cirugía como una angioplastia de la arteria coronaria o la colocación de stent. 

Por último, si tu hijo ha tenido Kawasaki y le han administrado gammaglobulina, es una buena idea esperar por lo menos 11 meses para aplicar las vacunas de la varicela o del sarampión, porque la gammaglobulina puede afectar a la eficacia de estas vacunas.


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