Terapia EMDR para tratar los traumas en niños

Indice

• Las consecuencias de un apego insuficiente
• ¿Qué es el EMDR y cómo funciona en niños?

 

Las consecuencias de un apego insuficiente

El apego es el vínculo que el bebé establece con sus figuras de referencia. Si no se establece un apego seguro cuando es pequeño, se pueden desarrollar los conocidos como traumas de apego. Así, Francisca García, psicóloga experta en este tipo de casos y terapia, señala que “el primer medio en el que se desarrollan recuerdos es en el entorno uterino y esas experiencias se quedan grabadas y en la memoria. Dificultades en la regulación emocional con una base somática pueden estar relacionados con experiencias natales traumáticas”.

Por lo tanto, si los cuidadores y el entorno más cercano del niño no son capaces de atender física o emocionalmente las necesidades del niño, ya sea por abuso o por negligencia, pueden aparecer ciertos problemas.

Para Francisca García, el problema más habitual es que los padres no tienen tiempo, por culpa del trabajo, para atender a sus hijos, por lo que sus necesidades no son cubiertas. Esto es lo que los profesionales definen como abandono próximo. “La falta de tiempo de los padres no se suele considerar un problema, pero las conductas no adaptativas que estos menores pueden desarrollar sí que suelen ser motivo de alerta. De hecho, la mayoría de los niños acuden a la consulta por problemas de aprendizaje o por conductas que afectan a las relaciones en el ámbito escolar o familiar. Es imprescindible hacer comprender a los padres cómo las primeras experiencias han generado los pensamientos, emociones y conductas actuales tanto en sus hijos, como en ellos mismos”.

Para evitar estos problemas, los expertos subrayan lo importante que es el apego familiar para aprender a regularnos, calmarnos, consolarnos cuando vivimos una situación que nos frustra… Si el apego no existe o es deficitario, las capacidades se merman y se sufre la desregulación emocional que se puede manifestarse con diferente sintomatología.

Frente a estos problemas, muchos psicólogos insisten en la importancia del EMDR o Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares, un enfoque terapéutico desarrollado por Francine Shapiro (psicólogo y educador estadounidense) para reducir los síntomas asociados con el trastorno de estrés post-traumático (TEPT). Pero esta terapia va más allá de los síntomas del TEPT y puede mejorar cualquier trauma.

 

¿Qué es el EMDR y cómo funciona en niños?

Este método se basa en la comprensión del efecto de las experiencias vitales adversas y traumáticas sobre la patología y en el procesamiento de dichas experiencias a través de procedimientos estructurados que incluyen movimientos oculares u otras formas de estimulación bilateral. El psicólogo guía el proceso, tomando decisiones clínicas sobre la dirección que debe seguir la intervención. “La meta es que el paciente procese la información sobre el incidente traumático, llevándolo a una "resolución adaptativa" que le permita seguir con su día a día”, explica Francisca García.

Por su parte, Cristina Cortés, experta en EMDR, señala: “Tanto en niños, como en adultos, intentamos buscar la relación entre los síntomas presente y su historia, es decir los acontecimientos que puedan ser fuente del problema”.

Este tratamiento se basa en que la sintomatología y la conducta que manifiesta el niño se relaciona con experiencias anteriores. Así, cuando se detectan ciertos problemas de conducta en el niño, los especialistas buscan posibles traumas en la vida temprana del niño que puedan explicar la causa.

El procedimiento se lleva a cabo igual en niños que en adultos, solo la manera de procesar esas experiencias es diferente. “Dependiendo del nivel de desarrollo se utilizan diferentes estrategias de intervención, véase juego, dibujo, movimiento, etc. ", explica Cristina Cortés.