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¿Qué pasa si un niño tiene lateralidad cruzada?

¿Qué pasa si un niño tiene lateralidad cruzada?

Cuando hablamos de lateralidad cruzada nos referimos a un tipo de trastorno que promueve la capacidad de un individuo para, por ejemplo, escribir con la mano izquierda, y comer o practicar cualquier deporte con la mano derecha. 

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¿Qué problemas presenta la lateralidad cruzada?

La lateralidad es la preferencia hacia un lado del cuerpo que mostramos la mayoría de los seres humanos, siendo el derecho el lado más extendido (diestros). Sin embargo, este dominio de un hemisferio cerebral no es constante en algunos individuos y es lo que se denomina lateralidad cruzada. Es decir, cuando el niño no tiene claramente definida la prevalencia de uno de los dos lados del cuerpo para realizar las funciones del día a día.

Ante esto, es fundamental la supervisión de un optometrista, el profesional especialista en la graduación o medición del índice de percepción visual y de los defectos de la vista. Y es que la lateralidad cruzada pone en riesgo factores de aprendizaje que pueden derivar en abandono escolar, aunque esto depende realmente de la lateralidad que presente el niño.

El problema de la lateralidad no está en ser diestro o zurdo, sino que las dominancias estén organizadas en el mismo lado, sobre todo en mano, ojo y pie. La lateralidad cruzada mano-ojo ha sido y es una de las más estudiadas y con frecuencia es sinónimo de problemas en el aprendizaje, sobre todo en la lectura y la escritura.

Hay diferentes tipos de lateralidad, pero hasta que el niño no empieza a escribir, a partir de los cinco años aproximadamente, no se puede evaluar el tipo de lateralidad que presenta. ¿Por qué? La lateralidad sigue en construcción durante esos años, lo que significa que la evaluación no será determinante. El verdadero diagnóstico se obtiene a partir de un test de lateralidad completo que evalúa la mano, el ojo, la pierna estática y dinámica, la motricidad facial, las cervicales y el oído, con el fin de determinar el predominio de cada lado del cuerpo. Aunque se cree que la lateralidad vienen fijada desde el embarazo.

No obstante, como decíamos, no todos los niños con lateralidad cruzada presentan problemas de aprendizaje.

En el caso de que aparezcan problemas los más usuales son:

- Dificultades para hablar y comprender las lecturas

- Dificultades para escribir

- Problemas con las matemáticas y su razonamiento

- Inestabilidad y falta de equilibrio


Tratamiento de la lateralidad cruzada

Lo primero que hay que tener en cuenta, tras un diagnóstico positivo de lateralidad cruzada, es que este tipo de trastorno tiene tratamiento, y existen distintos tipos adaptados a cada niño en función de su problemática. El tratamiento para la lateralidad cruzada es neuropsicológico, y consiste en llevar a cabo una especie de reorganización del sistema nervioso gracias a una serie de ejercicios de psicomotricidad y estimulación de todas y cada una de las zonas de su cuerpo que no han sido trabajadas de manera natural. Es decir, una reorganización neurofuncional que desbloqueará el desarrollo del pequeño, organizando su sistema nervioso y aprovechando las posibilidades de regeneración de este (plasticidad neuronal).

La plasticidad neuronal, conocida también como neuroplasticidad, es la propiedad que emerge de la naturaleza y funcionamiento de las neuronas cuando estas establecen comunicación y modula la percepción de los estímulos del medio. Con la maduración del Sistema Nervioso se resolverán todos los síntomas de lateralidad cruzada.

Es cierto que no todos los niños que presentan lateralidad cruzada tienen problemas para aprender. Sin embargo, sí presentan más dificultad de atención, o hiperactividad, o les surgen problemas en la automatización de lectura, escritura o cálculo: leen muy lento y con pausas, tienen problemas para organizar de manera adecuada el espacio y el tiempo, presentan confusiones derecha-izquierda lo que dificulta la comprensión de la decena y la centena, escriben letras y números de forma invertida y no son capaces de concentrarse en una única tarea durante un espacio de tiempo determinado, entre otros.

Todos estos síntomas pueden ir acompañados de una falta de motivación y desánimo del niño que se ve constantemente rodeado de unos obstáculos que le impiden seguir el ritmo de aprendizaje y actividad al igual que el resto de compañeros de clase.

Por este motivo, es importante que los niños construyan bien su lateralidad con el fin de tener una referencia espacio-temporal adecuada, que les permita, a su vez, relacionarse adecuadamente con las funciones básicas y con lo que les rodea. Una buena coordinación entre las distintas funciones motrices, visuales y auditivas es fundamental para que el niño pueda alcanzar todas las etapas del aprendizaje de forma natural y sin ningún tipo de dificultad.

Por lo tanto, cuando se detecten en el niño algunos de los problemas anteriormente mencionados, lo más recomendable será realizarle algunas pruebas para saber si la causa de estos es debida a este tipo de trastorno o no. Como el Test de Harris, o test de dominancia lateral de Harris, que evalúa la predilección de un niño por usar con más frecuencia el lado derecho o izquierdo de su cuerpo.


Fuente:

AEP

Fecha de actualización: 04-07-2022

Redacción: Ana Ruiz

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