El hijo mediano
En España hay más de 1,1 millones de familias numerosas (con 3 o más hijos), según los últimos datos estadísticos. Son familias donde todo se comparte y pasa de unos a otros: ropa, libros, juguetes y… ¡protagonismo!
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El síndrome del hermano mediano
El hermano mayor juega el rol del ‘responsable’: durante un tiempo ha podido disfrutar de la atención exclusiva de sus padres y, ahora, es el que cuida de sus hermanos y goza de la mayor confianza. Por el contrario, ser el pequeño también tiene sus ventajas: mayor atención, menos responsabilidad y, en algunos casos, mayor permisividad por parte de los progenitores. Pero ¿qué pasa con el hermano mediano?
El hijo mediano ‘destronó’ en su momento al hijo mayor pero, poco después, él también pierde el protagonismo por la llegada del tercer hermano. Ante esta nueva situación, se sienten perdidos y distintos por lo que algunos se vuelven retraídos, tímidos y excesivamente independientes, mientras otros tratan desesperadamente de llamar la atención con mal comportamiento.
Pueden experimentar también celos, rebeldía y no sabe muy bien cuál es su papel en la familia.
Para evitar cualquier de estas dos tendencias “es fundamental que los padres dediquen tiempo a cada uno de sus hijos por separado, para que todos ellos se sientan igual de especiales y queridos, independientemente de su posición y orden en la familia”, explica el Dr. José Cordero.
Sin embargo, no todos los hermanos medianos tienen esta sensación de sentirse ‘perdidos’, sin un papel claro en la familia. De ello dependen muchos factores, como la diferencia de edad entre ellos o el sexo, puesto que ser la única chica entre dos chicos (o viceversa) también puede otorgar un rol diferenciado dentro de la familia.
¿Cómo evitar el síndrome del hermano mediano?
1- No comparar nunca a los hermanos.
2- Dedicar tiempo por separado a cada hermano.
3- Educar a todos por igual, pero teniendo en cuenta sus diferencias de edad, madurez, personalidad, etc.
4- Interesarse por el hermano mediano, por sus aficiones, sus problemas y sacar tiempo para estar con él. Que no se sienta invisible.
5- Hazle saber a tu hijo cada día lo importante que es para ti y lo mucho que le quieres.
6- Asegúrate de que el mediano sepa lo importante que es para la familia.
7- Anima al mediano a buscar su propio camino y participar en actividades o tareas en las que destaque y sean diferentes de las de sus hermanos.
8- Enséñale a defenderse.
9- Potencia relaciones en las que tenga un rol diferente y pueda ser, por ejemplo, el líder.
10- Cuando se queje, empatiza con él y escúchale, pero no le des pie a creer que le queréis menos o que es menos importante. Esos pensamientos no se deben consentir o se los acabará creyendo.
Si todo esto le afecta mucho, busca ayuda de un profesional de psicología.
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