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Consejos para padres con hijos con discapacidad

Consejos para padres con hijos con discapacidad

Ante cualquier falta o limitación de alguna facultad física o mental que dificulta o imposibilita el desarrollo normal de la actividad de un niño los padres deben saber gestionar bien su día a día y comprender que, a pesar de que la educación de un hijo siempre es una gran responsabilidad, en caso de discapacidad, se dan algunos matices distintos.

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¿Cómo enfrentar la discapacidad de un hijo?

Aunque muchos padres y madres afronten rápidamente la realidad, es decir, que su hijo ha nacido con algún tipo de discapacidad (física o intelectual), en algunas ocasiones no saben identificar qué es lo mejor que pueden hacer para ayudar, comprender y apoyar a ese niño que solamente necesita un poco de atención, respeto y cariño. En este artículo encontraréis algunos consejos y recomendaciones que pueden ayudaros:

- En primer lugar, lo que cualquier padre debería hacer es informarse sobre la discapacidad de su hijo ya que cuantos más conocimientos uno tenga sobre el tema, mucho más apoyo se le podrá brindar al niño.

- En segundo lugar, sería bueno consultar todos los derechos que tiene el niño ya que, dependiendo del país en el que uno se encuentre, los derechos pueden variar un poco pues cada uno tiene sus leyes.

- En tercer lugar, es importante también asistir a algunos eventos con otros padres y madres que están en vuestra misma situación, es decir, que también tengan hijos con discapacidad.

- En cuarto y último lugar, se debe tener mucha paciencia ya que su discapacidad puede dificultar su desempeño en algunas áreas por lo que habrá cosas que no podrá hacer y necesitaréis apoyo, pero sobre todo uno debe siempre enfocarse tanto en las potencialidades como en los intereses de su hijo, animándolo siempre a realizar las actividades que le gustan, pero guiándole siempre de forma adecuada en su aprendizaje.

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Los cuidados médicos, las terapias y la educación especial son algunos de los factores que diferenciarán a vuestros hijos del resto de niños sin ningún tipo de discapacidad que podrá ser intelectual o física. La discapacidad intelectual es la alteración en el desarrollo del ser humano caracterizada por limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en las conductas adaptativas. Este tipo de discapacidad se observa antes de los dieciocho. Es importante saber, además, que la discapacidad intelectual se ha definido cuantitativamente como un valor de cociente intelectual (CI) inferior a 70, pero no es considerado un factor suficiente con el que determinar la discapacidad.

Por su parte, la discapacidad física ocurre al faltar o quedar muy poco de una parte del cuerpo, lo que impide al niño desenvolverse de manera convencional. Algunas de las causas de la discapacidad física en los hijos pueden venir de problemas en el embarazo, ya sea por causas genéticas genéticos o problemas en el momento del parto. También puede ser debido a un accidente. Existen tres tipos de discapacidad física: las anomalías orgánicas, las deficiencias del sistema nervioso y las alteraciones viscerales.

Al principio, para cualquier familia es complicado recibir la noticia de que su hijo sufre algún tipo de discapacidad porque, a pesar de que la llegada de un nuevo miembro a una familia siempre implica cambios, estos serán mucho más bruscos y con una carga emocional más alta si el niño tiene discapacidad. Además, cuando esto sucede suele ser habitual que los padres y las madres atraviesen ciertas etapas psicológicas y emocionales que, aunque van variando dependiendo del caso, poseen similitudes.

Lo que deben hacer los padres, por tanto, es afrontar la realidad. En la mayoría de las ocasiones probablemente uno no acepte que el hijo que va a tener va a sufrir algún tipo de discapacidad, pero hay que hacerlo tanto por uno mismo como por su hijo. Es decir, hay que adaptarse y salir del dolor del principio para reunir las fuerzas necesarias por seguir adelante. Y sí, reconocer siempre al niño por encima de su discapacidad, reconocer a su hijo como tal, un niño que sonríe, un niño que se parece en otros muchos aspectos al resto de niños sin discapacidad, etc. Una buena manera de normalizar la situación.


¿Necesitan ayuda los padres y las madres de niños con discapacidad?

Lo cierto es que para algunos padres y madres que tienen hijos con discapacidad contar con la ayuda externa de un profesional es para ellos algo muy útil pues es una manera de expresar todo lo que sienten sin ser juzgados y, por supuesto, con total privacidad; al contrario de lo que les sucede a otros muchos que no se sienten cómodos al hablar y al expresar todo lo que sienten ante un desconocido que creen que “les juzgará”.

Y, a pesar de que acudir a terapia o ir al psicólogo no es obligatorio, pues forma parte del ámbito de decisión personal de cada uno, sí es muy recomendable, por ejemplo, para aprender a ser un padre o una madre más perseverante. La perseverancia es fundamental y aplicable, por supuesto, a cualquiera. Sin embargo, lo será mucho más para todos aquellos papás y mamás que tienen que escuchar cómo los profesores o incluso algunos familiares les dicen que su hijo “no va a poder hacer algo” cuando en realidad están completamente equivocados ya que los límites los marcarán ellos pues, aunque les vaya esto a suponer un esfuerzo superior, eso no quiere decir que no vayan a lograrlo.

En algunas ocasiones, los niños con discapacidad física pueden verse deprimidos al compararse con el resto de los niños que no tienen discapacidades de ningún tipo. Por ello, es importante, además, que los padres y las madres de estos niños discapacitados suban su autoestima y les hagan a su vez partícipes de sus actividades. Finalmente, es importante también que, a nivel de comunicación, los niños conozcan cuál es su discapacidad, pero también cuáles son sus límites teniendo siempre en cuenta el valor que tienen como personas y la proyección de futuro que deben tener siempre al igual que cualquier otra persona sin discapacidad.

El espíritu de superación supone además una gran motivación para todos aquellos que sufren discapacidad y los deportes pueden ser una muy buena forma de familiarizarse con su cuerpo y de ir superando también todas esas barreras impuestas de manera autónoma (discapacidad física). También es importante que tengáis en cuenta la edad, la capacidad de atención y las habilidades de vuestro hijo y dividáis las diferentes tareas en pasos. Averiguar lo que están aprendiendo cada día en el colegio y buscar las maneras de aplicar dichas destrezas en casa también es algo básico (discapacidad intelectual).

Finalmente, recordad que lo único y quizás más importante es que vuestro hijo lleve una vida normal uniendo formación, ocio, diversión y responsabilidad, y que vosotros como padres os impliquéis en su educación, pero también en su evolución a medida que van creciendo y van superando todos sus obstáculos.


Fuentes:

AEP Enfamilia. “Cuidados paliativos” https://enfamilia.aeped.es/noticias/cuidados-paliativos

AEP Enfamilia. “Enfermedades raras” https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/enfermedades-raras

Foto: Freepik.com

Fecha de actualización: 29-01-2021

Redacción: Ana Ruiz

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