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Cómo establecer propósitos de año nuevo con tus hijos

Cómo establecer propósitos de año nuevo con tus hijos

Se acerca el 31 de enero y, con él, el inicio de un nuevo año, algo que muchos de nosotros aprovechamos para dar un nuevo comienzo a nuestras perspectivas, poner en orden nuestras prioridades, establecer nuevas metas. Un enfoque constructivo del nuevo año que también pueden poner en práctica tus hijos.

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La utilidad de fijar propósitos de Año Nuevo para los niños

Los propósitos de Año Nuevo son un hábito de inicio del año común entre los adultos pero que también puede ser muy positivo para los niños. Seguro que tú mismo ya tienes alguno en mente: hacer más ejercicio, dejar de fumar, ahorrar más, pasar más tiempo con las familia o los amigos…

Y es que, si lo piensas, la raíz de los propósitos de año nuevo no es otra que establecernos metas: sueños que queremos cumplir, habilidades que queremos adquirir, hábitos que queremos abandonar, retos a los que nos queremos atrever…Los psicólogos coinciden en que establecer metas es básico para obtener logros y que, además, ayuda a organizar y modelar nuestras prioridades; a preguntarnos qué queremos hacer con nuestro tiempo, en qué queremos convertirnos, a qué aspiramos…Y pueden ser una manera efectiva de motivar a tus hijos.  

El problema con los propósitos reside en que no se cumplen. De hecho, alrededor del 80% de personas reconocen no cumplir sus propósitos de año nuevo y darse por vencidas en torno a febrero. ¿Las razones? Fijarse metas inalcanzables o poco concretas, demasiados objetivos o falta de planeación para lograrlos. Así que con tu hijo puedes optar por 1 o 2 propósitos que tú le ayudes a concretar y a poner en práctica.

 

¿Cómo deben ser los propósitos de año nuevo para niños? 

Sus propósitos no son propósitos adultos. Lo primero que debes considerar es que no se trata de los propósitos como tú los entiendes. Nuestro cerebro adulto tiende a ser más lógico y práctico que el de los niños, así que, aunque se te ocurran metas muy positivas para tus hijos (aprender a bucear, aprender a sumar sin usar los dedos, comer un poco menos de dulces y más de verduras…), deja que tu hijo/a lleve la batuta y diga qué quiere realmente.

No es una lista de Cosas que hacer. Anímale a pensar en qué quiere, qué anhela, a qué aspira, qué sueña. Sí, es cierto que a medida que creces vas pensando en qué necesitas más que en qué quieres. Y eso no es malo, pero la niñez es una época en la que soñar y no ser realista. Así que anima su capacidad de imaginación. Puede que su propósito para 2017 sea convertirse en una estrella del pop o nadar con delfines. Tú puedes concretar esas metas en apuntarle a clases de canto o en llevarle al acuario a ver a los delfines y (si se puede) incluso nadar con ellos.

Conviértelo en un juego de preguntas. Lo ideal es que vayas guiando con preguntas a tu hijo/a para dar con alguna meta concreta que, potencialmente, pueda lograr. Míralo como un juego, como una oportunidad de charlar con tu pequeño y conocer un poco más de la persona que es. “¿Qué te gustaría conseguir en el nuevo año?”, “¿Qué quieres aprender?”, “¿Qué te hace sentir contento/a?”, “¿De qué estás orgulloso que has logrado este año?, “¿Cómo crees que puedes lograr esa meta?”.

Comparte alguna resolución tuya. Hazle saber algún propósito que tú misma/o te hayas marcado. Esto le ayudará a compartir contigo la idea de establecerse metas y aspirar a saber más, estar más sano, más feliz, reírse más…En definitiva, de progresar y evolucionar.

Mantén una visión positiva. Está demostrado que el aprendizaje en positivo es más efectivo. En lugar de pensar en lo que debe cambiar o hábitos que debe perder, enfócalo desde el punto de vista de lo que puede aprender y de ensalzar aquello positivo que haya hecho, aprendido o logrado ese año para reforzarlo.


Fecha de actualización: 27-06-2022

Redacción: Irene Gómez

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