• Buscar

¿Cómo ayudar a mi niño que es adoptado?

¿Cómo ayudar a mi niño que es adoptado?

La adopción o filiación adoptiva se entiende como el acto jurídico mediante el que se crea un vínculo de parentesco entre una o dos personas estableciéndose así una relación de paternidad o maternidad.

Publicidad

Indice

 

El proceso de adaptación del niño y los padres

Aunque hace mucho tiempo la mayoría de las personas consideraba la adopción como un acto de caridad, hoy en día se contempla como una solución para que todos aquellos padres que no pueden tener hijos por cualquier motivo puedan disfrutar de una experiencia tan bonita como es la paternidad o la maternidad, pero también para que los menores puedan tener una familia.

No obstante, el proceso de adopción en su conjunto es mucho más. Es cierto que el cariño y las ganas de adoptar a un niño son fundamentales, pero hay que tener en cuenta que no solamente se debe proporcionar eso ya que un proceso como este requiere mucho más. Tiene que haber un previo periodo de reflexión y también se debe dejar transcurrir un tiempo adecuado entre la toma de decisión y el inicio de todo el proceso. Además, también deben asumirse todas y cada una de las obligaciones de cuidar del adoptado dada la función de protección del menor por lo que se procura en todo momento el interés superior de este.

Una vez se tenga todo claro y se haya completado la adopción, cuando vuestro hijo comience a vivir con vosotros en el hogar, será fundamental ser consciente de que, aunque depende de cada niño, en la gran mayoría de los casos empezará siendo un proceso difícil porque no os conocéis y tendréis que ir poco a poco ayudándole a que se integre por completo en la nueva familia que vais a formar. Y a pesar de que cada proceso de adopción tiene sus particularidades, ya no solo porque el niño adoptado sea recién nacido o adolescente sino porque también entran en juego su temperamento, la genética, etc., existen, no obstante, algunos procesos universales en el desarrollo de todo ser humano sea cual sea la circunstancia en el proceso de adopción. 

Lo primero y más importante, como decíamos, es el apego. Desde el primer año de vida hasta los tres o cuatro es fundamental establecer un vínculo muy fuerte con el bebé ya que, aunque parezca que no está aprendiendo ni comprendiendo mucho, en esta etapa es muy importante inculcarle seguridad y tranquilidad, pues además esto será, sin duda, algo determinante para la forma en la que este percibirá el mundo siendo ya adulto.

Además, en el caso de que el niño haya sido adoptado más allá del primer mes lo más seguro es que se propicie una fase inicial de angustia en la que el bebé llora, se irrita con facilidad o tiene problemas de sueño o hambre. Una fase que además será muy intensa sobre todo si este ha vivido una situación de abandono. En esta fase de angustia tendréis que ser muy pacientes para superarla y entrar de lleno en una nueva: la de aceptación y adaptación. Si el niño viene ya de una situación desfavorable de apego, alimento o salud, tendréis que centraros en ofrecerle mucha seguridad, cariño y tranquilidad y establecer además una misma hora y en un mismo contexto los ciclos de comida, sueño, paseo, etc. Todos estos hábitos le ayudarán a relajar su sistema nervioso y a generar también una personalidad más pacífica.


Pasados los seis años

Si el niño que habéis adoptado no es un bebé y tiene ya más de seis o siete años es recomendable que recurráis a la colaboración de un profesional. Y si es adoptado ya cuando es un adolescente lo ideal sería la ayuda psicológica ya que el niño tendrá que generar un vínculo con su nueva familia, pero a la vez diferenciarse de esta para desarrollar su propia personalidad. Recordemos que es en la etapa de la preadolescencia donde comienzan a forjarse un carácter más real y también se vuelven más distantes. Por eso son necesarias tanto la paciencia como el cariño para superar con mucho éxito este difícil periodo inicial.


La edad ideal para decirles que son adoptados

Es importante que tengáis en cuenta que la adopción no es ningún tabú ya que además “ser adoptado o adoptada” formará siempre parte de su identidad por lo que no debemos evitar cualquier tema o pregunta que pueda surgir en cualquier momento de su vida ya que, además, de forma inevitable, llegará un día en que vuestro hijo se pregunte quiénes son en realidad sus padres biológicos y será normal que comience a preguntar todo sobre su cultura, genética, y también sobre la historia previa a su adopción, etc.

No podéis ni debéis, por tanto, escapar de esa realidad ni tampoco hacer desaparecer cualquier rastro de su origen biológico. No pasa nada y es completamente lógico que vuestro hijo quiera saberlo. Además, si queréis dar un buen ejemplo como padres es importante que esto se explique y se haga, por supuesto, de la manera más natural posible. 

No obstante, en este punto son muchos los teóricos que opinan distinto. Existen algunos que consideran que el concepto de “adopción” en sí debería aparecer desde temprana edad (alrededor de los dos o tres años) asegurando, además, que cuanto antes este concepto aparezca en la vida del niño más normal será asimilar su realidad. Sin embargo, otros muchos piensan que la edad ideal es ya entre los cinco y los siete años aproximadamente, porque es cuando, según ellos, el niño va a comprender en toda su complejidad el concepto de “haber nacido de un padre o madre adoptivo o biológico” por lo que proponen una edad más tardía para asegurarse de que se ha podido generar ya un apego suficiente, sano y seguro con el niño.

Pero lo que no recomienda nadie es explicarles este proceso una vez se hayan superado los ocho o nueve años ya que la sorpresa en una edad tan vulnerable como la preadolescencia en sí puede complicar mucho más este proceso en el que está adquiriendo poco a poco tanto su autoestima como su identidad. Aquí se van a ir transformando tanto sus cuerpos como su comportamiento, y aunque su relación con los padres no cambie de manera radical, sí lo hará de manera paulatina.

Finalmente, lo único que debemos tener claro es que hay que hacer del proceso de adopción una circunstancia completamente natural. Aquí, por tanto, es muy importante mostrarse abierto, comprensivo y ser el sostén para todas sus inquietudes y preguntas. Además, es importante tener claro que los deseos que ellos puedan tener en las respuestas que necesitan sobre “su anterior vida” no van a influir en absoluto en lo que sois y siempre seréis: la familia que un día formasteis.


Fuentes:

Domènech, Montse (2015), Edúcame bien, Ed. Plaza & Janés.

AEP

Fecha de actualización: 07-07-2022

Redacción: Ana Ruiz

Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×