¿Cómo actuar ante niños inquietos?

Índice

• ¿Cómo son los niños inquietos?
• Consejos para un niño inquieto

 

¿Cómo son los niños inquietos?

Todos sabemos que los niños tienen mucha energía, que se la pueden pasar jugando todo el día o haciendo múltiples actividades, para después ir a dormir y al despertar de nuevo con la misma historia. Claro que esto puede ser aprovechado de distinta forma y por distintas actividades según el gusto del niño.

Tú como su mamá o papá deberás saber cómo guiar a tu hijo a que utilice toda esa fuente de energía de manera adecuada y no le afecte a futuro, puesto que a veces, aunque no lo parezca, les puede terminar haciendo daño.

Te recomendamos que analices los comportamientos que tiene tu hijo para que puedas hacerte una idea de si tu hijo es inquieto y eso le puede crear un daño personal o social cuando crezca y alcance etapas más maduras, como la adolescencia y la adulta.

También puede ser el caso de que la conducta que está tomando tu hijo sea pasajera, pero al final del día lo mejor será que un especialista lo determine. Para que tengas una guía te dejamos la siguiente lista de comportamientos negativos:

1.- Déficit de atención. No presta atención a los detalles, se distrae ante indicaciones y parece que no escucha.

2.- Acciones impulsivas. Suele interrumpir a las personas o molesta a otros niños.

3.- No está quieto. Siempre está en constante movimiento y se aburre fácilmente de lo que está haciendo.

Una vez que hayas detectado si tu hijo está comportándose de manera inquieta y negativa deberás tomar acción cuanto antes, para que así estos comportamientos no se vuelvan cotidianos y afecten a su futuro.

Recuerda que tu hijo se encuentra en una etapa en la cual el todavía no se conoce, por lo que tú eres su apoyo incondicional para poder ayudarle a que tenga un desarrollo pleno hasta que llegue a la madurez.
 

Consejos para un niño inquieto

Te dejamos una lista de recomendaciones para tratar con tu hijo inquieto:

1.- Sé su ejemplo. Todo se aprende y los niños actúan como lo hacen sus padres. Si estás presionado, nervioso o vives con prisa todos los días ellos se sentirán de la misma forma; lo importante es que tú mantengas la calma cuando él tome esa actitud.

2.- Prácticas de relajación. Es bueno realizar con ellos prácticas que les ayuden a estar tranquilos.

3.- Recordarles que deben estar quietos. Puedes aumentar el hábito de estar tranquilos realizando diariamente una actividad donde estén sentados y relajados; un buen ejemplo es la lectura.

4.- No lo etiquetes como inquieto. Etiquetar a tu hijo por los comportamientos que tiene cuando este todavía no acaba de descubrirse y desarrollarse es mala idea, pues ellos se creen todo y esto sólo hará que no corrijan su comportamiento y lo asuman como inevitable.

5.- No le prestes atención de más. Cuando ellos están nerviosos o inquietos buscan tu atención y cuanto más caso les hagas, más empeorará su comportamiento.