5 formas de fortalecer su empatía

Índice

• ¿Qué es la empatía?
• 5 formas de fomentar la empatía en niños

 

¿Qué es la empatía?

La empatía es una cualidad cada vez más nombrada. De forma breve y concisa, podemos definirla como la capacidad de entender la condición de otra persona desde su perspectiva. Se trata de una habilidad, es decir, algo que se puede trabajar y fortalecer y resulta decisiva y muy positiva para la vida.

A pesar de esta explicación breve, es importante tener en cuenta que hay grados variados de empatía. Viene del griego ἐμπαθής, que quiere decir algo así como “dominado por un sentimiento” o “emocionado”. Es, de hecho, una cualidad totalmente vinculada al plano emocional, a cómo sabemos “leer” a las otras personas, a la consideración que hacemos de las emociones, algo muy necesario para la interacción social. Uno de los principales escollos que encuentran, por ejemplo, las personas con Asperger es su falta de empatía y su incapacidad, por tanto, de interpretar las emociones del otro.
 

5 formas de fomentar la empatía en niños

Vamos a ver cinco maneras en las que puedes trabajar en el desarrollo de la capacidad empática de tus hijos:

1. Observa y habla de las emociones

Diversos estudios han mostrado que los niños encuentran mayor facilidad de desarrollar una fuerte capacidad empática cuando sus propios sentimientos son atendidos en casa. Cuando los niños tienen vínculos fuertes con sus padres y pueden contar con ellos en el necesario apoyo emocional, suelen ofrecer más ayuda a otros niños afligidos.

2. Ayúdale a entender lo que tiene en común con otras personas

Los niños suelen necesitar algo de familiaridad para sentir empatía o una conexión con otra persona. Por eso, es importante hablar con los niños de las similaridades que comparten con diferentes personas. En definitiva, se trata de enseñar a los niños a humanizar, toda una garantía para evitar casos de bullying o de crueldad.

3. Enséñale a entender sentimientos opuestos a los suyos

Como han demostrado diversos científicos en lo que han llamado la “brecha de empatía caliente-frío”, a las personas nos resulta difícil entender estados afectivos calientes (hambre, enfado, miedo) cuando nos encontramos calmados y saciados.

Por eso es importante tener en cuenta cómo nuestras propias emociones influyen en la percepción que tenemos de otros. Explícale a tu hijo que, aunque él se sienta normal ante una noticia, no todo el mundo tiene por qué reaccionar igual, y que no deben juzgar emociones opuestas.

4. Dale la oportunidad de considerar diferentes perspectivas

La ficción te puede dar una gran ayuda en enseñar a tus hijos diferentes personajes, motivaciones, acciones, respuestas…En definitiva, a explorar diferentes perspectivas además de la suya propia. Puedes aprovechar una película o dibujos para preguntarle ¿Qué crees que desea, teme, siente ese personaje? ¿Por qué lo crees?

5. Enséñale el truco de la imitación

Edgar Allan Poe mencionaba este truco en su obra La carta robada, y muchos expertos los suscriben. Las personas somos capaces de sentir una emoción que imitamos con nuestra expresión. Los estudios han demostrado que al imitar ciertas expresiones (alegría, tristeza, ira…) se activan las regiones cerebrales características de las emociones correspondientes. Así, simplemente imitar la expresión de aquella persona a la que intentemos entender puede impulsar nuestra capacidad empática.