Enseña a tu hijo a decir Lo siento (sinceramente)

Índice

• No obligues a pedir perdón
• Cómo enseñar a tu hijo más que decir "Lo siento"

 

No obligues a pedir perdón

Es una situación muy común. Un niño/a se comporta mal y su madre o padre le dicen que pida perdón. Y el niño lo hace, porque no le cuesta nada; son dos palabras ‘Lo siento’, o una ‘Perdón’. Pero ¿le sirve de algo? ¿Le enseña algo dejar el ‘Lo siento’ en la boca?

Lo cierto es que a los adultos nos hace sentir bien escuchar a un niño decir ‘Lo siento’ o ‘Perdón’ después de que hayan tenido algún comportamiento negativo, pero quedarse ahí no les hace ningún favor de cara a aprender lo que implica pedir disculpas o de cara a entender lo que han hecho mal.

 

Cómo enseñar a tu hijo más que decir "Lo siento"

El trabajo de enseñar a un niño que a veces nos comportamos de una manera negativa y que, entonces, debemos reconocerlo y decirle a la persona a la que hemos molestado o herido que sentimos lo que hemos hecho es más complejo que enseñarle un mecanismo por el que repita como un loro ‘Lo siento’ cada vez que se comporta mal.

Para evitar que esas sean unas palabras vacías y sin significado para tu hijo debes empezar por enseñarle empatía.

1. Hazle razonar y ponerse en el lugar del otro. Lo primero ante un mal comportamiento de tu hijo es preguntarle. Cuando actúe mal, pregúntale cómo cree que esa acción le hace sentir al afectado (su hermano/a, la persona que se va a sentar después de él en el asiento que ha pisado, el barrendero que tiene que limpiar lo que él ha tirado en la calle…). Pregúntale también por qué ha actuado como lo ha hecho. Esto le hará razonar sobre las causas de su acción (sus propias emociones) y los efectos de esta (cómo afecta a otros).

2. Busca soluciones. El castigo debe ser siempre constructivo, pero puede que no haga falta llegar a él. En su lugar, intenta preguntar a tu hijo qué puede hacer para solucionar o aliviar el daño causado con su mal comportamiento. Así, le enseñarás a aceptar su mala acción e intentar arreglarla. Ya sea abrazar a su hermano/a, o recoger eso que tiró al suelo, o limpiar ese asiento que manchó poniéndose de pie sobre él. Buscar soluciones le servirá para aprender a responsabilizarse de sus actos.

Trabajar en esto es mucho más importante que enseñarle a decir dos palabras con las que responder a una mala acción. Enseñándole empatía y a tomar responsabilidad cuando se da cuenta de que ha hecho algo mal será el mejor aprendizaje para que, en el futuro, sus ‘Lo siento’ y sus ‘Perdón’ sean (al menos la mayoría de veces) sinceros.