El Método KiVa contra el acoso escolar

Indice

• ¿En qué consiste el Método Kiva?
• ¿Cómo se aplica el método Kiva?

 

¿En qué consiste el Método Kiva?

Desarrollado en la Universidad de Turku (Finlandia), su nombre proviene del acrónimo de dos palabras finlandesas: Kiusaamista Vastaan (contra el acoso escolar). Es un programa basado en la investigación para prevenir y enfrentar el bullying. Su eficacia se basa en promover el cambio de actitud y la actuación de aquellos compañeros que están contra el acoso, que no son víctimas ni acosadores, pero que normalmente se quedan a un lado por miedo. Básicamente, que no le rían la gracia al acosador.

En Finlandia está implementado en el 90% de los colegios, y también se está empezando a implantar en Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Reino Unido, Suecia o Estados Unidos.

Comenzó su andadura en 2007 y su éxito ha sido arrollador. Así, en un estudio que se realizó años después para ver su desarrollo, se demostró que KiVa  “había logrado reducir todos los tipos de acoso en los colegios. Los casos de acoso escolar desaparecieron en el 79% de las escuelas y se redujeron en el 18%. Y, al disminuir el acoso, aumenta la motivación y el bienestar a la vez que disminuye la angustia y la depresión”, explica Christina Salmivalli, profesora de Psicología y una de las inventoras del programa.  
 

Objetivos del método KiVa

- Concienciar sobre el papel que desempeña un grupo en el bullying y su perpetuación. 

- Aumentar la empatía hacia las víctimas para que siempre haya alguien dispuesto a ayudarlas.

- Promover herramientas para apoyar a la víctima y para que los niños sean autosuficientes a la hora de ponerlas en marcha.

- Aumentar las habilidades de los niños cuando son víctimas para defenderse.
 

¿Cómo se aplica el método Kiva?

El objetivo principal no es cambiar la actitud de la víctima o del acosador, sino de los testigos que se ríen y no hacen nada para evitar el acoso. A través de esta actitud, transmiten el mensaje de que lo que está haciendo el acosador es divertido o está bien, aunque por dentro no piensen así y solo “sigan el rollo” por miedo a ser acosados. KiVa busca cambiarla actitud de estos testigos para que no participen, aunque sea de forma pasiva, en el acoso; así, se cambia también la actitud del acosador ya que, cuando nadie le hace caso, deja de acosar.

El programa consiste en una veintena de clases que se imparten a los 7, 10 y 13 años. Estas clases consisten en diez lecciones y trabajos que se realizan a lo largo del curso escolar y que tratan temas como la empatía, el respeto a los demás, etc. Cuentan con material práctico de apoyo como videojuegos, reuniones y charlas con los padres, un buzón virtual para denunciar casos de acoso, etc.

En cada colegio que implanta este método tiene que haber un equipo KiVa formado por tres adultos que tienen que intervenir en cuanto se detecta un posible caso de acoso. Primero, tienen que ver si es algo puntual o un caso de bullying, después, reunirse con la víctima para ayudarla y con el/los acosador/es.

Así, se consiguen las cifras tan espectaculares de reducción de acoso escolar que se han conseguido ya en todos los centros en los que se  lleva unos años usando este método. Ahora solo falta exportarlo a todos los colegios.

Y es que el acoso escolar es una lacra que causa muchos problemas y consecuencias graves al niño que lo padece, como falta de autoestima, inseguridad, ansiedad, depresión, bajo rendimiento académico, etc. Por eso, hay que acabar con ello cuanto antes.