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Alternativas al castigo

Alternativas al castigo

Educar a un niño, conseguir que obedezca y haga caso no es nada sencillo, sobre todo a ciertas edades, cuando los niños dicen “no” como primera respuestas y están afirmando su personalidad y su independencia. En esos casos, muchos padres aplican los castigos de toda la vida para conseguir que obedezcan pero… ¿realmente los castigos son válidos?

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¿Castigo sí o no?

Hasta hace unos años, los padres, para lograr que sus hijos hicieran caso o para evitar un mal comportamiento, recurrían al castigo: castigados sin tele, sin salir al parque, sin juegos, etc. Sin embargo, la nueva corriente educacional ha demostrado que, generalmente, es más eficaz el refuerzo positivo, sobre todo si se recurre al castigo como única herramienta.

Si cada vez que tu hijo hace algo mal le castigas, llegará un momento en que esté castigado constantemente, lo que puede llegar a desmotivarle. Además, con el castigo les queda claro lo que no tienen que hacer, pero muchas veces no les queda claro qué es lo que sí pueden o deben hacer en cada caso.
 

Alternativas más eficaces que el castigo

Por eso, es mejor que recurras a alternativas al castigo que pueden ser mucho más eficaces. Eso sí, no todas funcionan igual en todos los niños y familias, por lo que deberás aplicar aquellas que os sirvan a vosotros:

- Tiempo fuera: cuando está muy nervioso o enfadado, llévale a otra habitación para que se calme mientras le dices “Estoy muy enfadada por lo que acabas de hacer, pero como ahora estás muy nervioso, vamos a calmarnos y luego lo hablamos”. No debes dejarle solo, sino quedarte cerca para poder hablar con él en cuanto se calme.

- Enséñale respeto: es importante fomentar el respeto cuando se “discute”. Háblale con respeto, sin gritar ni insultar, y exige lo mismo de él.

- Averigua qué ha pasado: hazle preguntas para saber qué ha causado el problema: “¿qué pasó?, ¿cómo lo vas a solucionar?”. Las primeras veces es posible que responda “no sé”, insístele para que reflexione y averigua solo cómo resolver el conflicto de la mejor manera. Ponte en sus zapatos e intenta saber por qué ha actuado así para comprender sus motivos y buscar la mejor solución. 

- Evita las luchas de poder: si tu hijo está en plan cabezota y se niega a hacer algo que le has pedido, no te pongas tú más cabezota aún, eso solo os hará entrar en un círculo vicioso del que no podréis salir. Es mejor que le explique cómo vas a proceder tú si sigue sin hacerte caso, por ejemplo, “Si no colocas la ropa sucia en su lugar, lavaré solo la que haya allí” o “Si haces la cama, la dejaré sin hacer y esta noche dormirás en ella sin arreglar”.

- Expresa tus sentimientos: es importante que tu hijo entienda cómo te sientes cuando se porta mal o no te hace caso: enfadada, triste… También debes hacer caso a sus sentimientos para poder saber por qué está actuando así, quizá no te hace caso porque no sabe qué debe hacer o porque le pasa algo.

- Háblale siempre de manera firme, pero amable a la vez.

- Muchas veces, las palabras sobran. Cógele de la mano y muéstrale lo que debe hacer.

- En las rabietas fuera de casa, no te pongas nerviosa por el numerito que estáis montando, simplemente cógele de la mano o en brazos y calmada te lo llevas de allí, diciéndole que mientras esté así no podréis hacer nada.

- Explica claramente las consecuencias de cada acto. Los niños tienen que saber de antemano a qué atenerse y qué pasará si no obedecen.

- Redirige la conducta: si tu hijo ha hecho algo mal y ves que se siente arrepentido, en vez de humillarle o castigarle, ofrécele hacer algo a cambio para “compensar” su falta y que así se sienta bien consigo mismo.

- Privilegio= responsabilidad / falta de responsabilidad= falta de privilegio: asocia una serie de privilegios (elegir la película que se va a ver, el plan del fin de semana…) a la responsabilidad de los actos. Si el niño no cumple, quítale esos privilegios.

- Ponte en su lugar: es importante fomentar la empatía, tanto en el niño como en ti misma. Intenta ponerte en su lugar y ver cómo se está sintiendo cuando le regañas o desobedece.

- Muéstrale cariño: siempre, haga lo que haga, tiene que tener claro que sus padres le quieren por encima de todo, a pesar de su comportamiento. Frases cariñosas, abrazos, besos… nunca están de más.


Fuente:

Domènech, Montse (2015), Edúcame bien, Ed. Plaza & Janés.

Fecha de actualización: 13-01-2023

Redacción: Irene García

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