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Cuentos de buenas noches

Cuentos de buenas noches

No hay nada mejor para dormir feliz y tranquilo que escuchar un cuento antes de dormir de la boca de tus papás. Estos cuentos deben ser alegres y tranquilos, nada de excitar o asustar al pequeño. 

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El cuento de buenas noches forma parte de la rutina antes de dormir de muchos niños. Y es que tras el baño y la cena, no hay nada mejor para ellos que meterse en al cama y escuchar un cuento leído por sus papás. Es una forma estupenda de ayudarle a conciliar el sueño, pero también de fortalecer vínculos, enseñarle valores, potenciar su lenguaje o su amor por los libros.

Estas son algunas ideas de cuentos perfectos para antes de irse a la cama:

1- La estrella y los niños

Había una vez una estrella llamada Luz que, junto a sus hermanas, cada noche daban las buenas noches a todos los niños que desde el cielo veían en la tierra.

Siempre se preguntaba por qué no podía ver a los niños más de cerca y explicarles cuentos para dormir en vez de darles las buenas noches desde tan lejos, pero una de sus hermanas le dijo que no podía bajar a la tierra, que solo lo podían hacer las estrellas fugaces y ella era muy joven todavía para convertirse en una de ellas.

Luz cada noche brillaba más y más pero deseaba hacerse mayor para convertirse en una estrella fugaz.

2- El duendecillo de los sueños

-Mamá, cuéntame un cuento –dijo la pequeña Ariadna.

-Está bien, mi niña, te hablaré de una historia que me contaron cuando tenía tu misma edad –le dijo su mamá.

“Todas las noches, el duendecillo de los sueños hace que todos los niños del mundo se duerman. De noche, cuando sabe que ningún niño puede verlo, el duendecillo se acerca a los que están arropaditos en su cama o en su cuna y les da un beso, muy tierno en sus sonrojadas mejillas. Ese beso es mágico y hace que cada niño tenga un bonito sueño. Pero ese duendecillo es muy tímido y vergonzoso y si ve que algún niño está llorando o se despierta, se esconde para que no le vean”.

3- Pedro cuenta chistes

Pedro se pasaba el día jugando y contando chistes. Su madre muchas veces se preocupaba porque no le veía estudiar, pero la verdad es que Pedro siempre sacaba buenas notas. Y es que nada más llegar del colegio hacía todos sus deberes para que le diera tiempo a jugar. Pero el último día que Pedro fue al colegio su profesora se enfadó mucho porque algo dijo Pedro que sus compañeros no paraban de reír, y no la hacían caso.

4- Rumpelstiltskin

Había una vez un molinero pobre que tenía una hija muy hermosa. Un día sucedió que tenía que ir a hablar con el rey, y para parecer más importante le dijo: “Tengo una hija que puede hilar la paja y convertirla en oro”. “Esa es una habilidad que me complace” le dijo el rey al molinero- si tu hija es tan lista como dices, tráela mañana a mi palacio y lo comprobaremos”.

Cuando trajeron a la muchacha, el rey la llevó a una habitación llena de paja, le dio una rueca y una bobina y dijo: “Ponte a trabajar, y si mañana por la mañana no has convertido toda esta paja en oro durante la noche, morirás”.

5- El lobo pintor

Érase un lobo bueno que se dedicaba a pintar a todas horas. Pintaba los bancos, las calles, las paredes. Utilizaba pinturas que se iban con la lluvia por lo que siempre tenía algo que pintar y la ciudad siempre estaba recién pintada y diferente hasta que llegaba la primera lluvia. El lobo bueno ayudaba a todo aquel que necesitaba algo y estaba encantado de poder pintar a todas horas.

6- Sueños mágicos

Había una vez una mamá que estaba bastante triste porque últimamente no tenía mucho tiempo para estar con su hijo y a ella lo que más le gustaba era poder pasar el tiempo con él, pero durante la semana entre el trabajo, el cole y todas las tareas que tenían casi no les quedaba tiempo de estar juntos. Cuando llegaba el fin de semana o algún día de fiesta aprovechaban para pasarlo juntos en familia. Se acercaba el fin de semana y decidieron ir a un pueblecito cercano donde se celebraba una fiesta.

7- Durmiendo en el establo

Diego pasaba las vacaciones en la granja de su abuelo. Le encantaba jugar con el perro, los gatos, las gallinas, los cerdos, las vacas, los conejos y las ovejas. Pero por las noches tenía pesadillas porque oía muchos ruidos extraños y aterradores desde su habitación. Y a su abuelo se le ocurrió una idea... ¡aunque a los papás de Diego no les gustó nada de nada!

-Te voy a llevar a dormir al establo. Así verás que son tus amigos los animales los que hacen esos ruidos y se te quitará el miedo.


Fecha de actualización: 04-11-2020

Redacción: Irene García

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