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Cuándo llevar a un niño al logopeda

Cuándo llevar a un niño al logopeda

Si a medida que van creciendo vuestros hijos siguen teniendo dificultades para hablar correctamente y para aprender a leer y a escribir, es muy normal que os preocupéis. Además, si detectáis estos posibles trastornos a tiempo, podréis remediarlos con éxito. Para ello, la visita al logopeda es muy recomendable como respuesta a su progreso académico.

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Síntomas de trastorno del habla

Los bebés a los pocos meses de su nacimiento expresan sus primeros balbuceos y poco a poco van desarrollando el lenguaje hasta que consiguen constituirlo como su primera herramienta de comunicación. Es decir, logran expresarse de forma verbal con facilidad.

No obstante, hay niños que no progresan correctamente y a partir de los cinco años –edad en la que el lenguaje ya debería de haberse desarrollado en su totalidad– presentan ciertos síntomas de retraso que requieren la intervención de un logopeda para solucionarlos:

- No establece un contacto visual cuando le hablas o juega con otros niños. Este hecho lo puedes observar desde sus primeros meses de vida. Debéis prestar atención.

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- Una causa de la ausencia de habla son los problemas de audición. Para ello, comprueba que responde a su nombre y que se sobresalta o se sorprende en el momento que se producen fuertes golpes o sonidos.

- Presenta problemas de comprensión. Lo verás reflejado en que no es capaz de responder a las preguntas fáciles y a las órdenes.

- Cuando cumpla dos años percátate de cómo es su habla. A esta edad aunque su vocabulario siga siendo escaso, por regla general debería de haber aprendido aproximadamente unas 50 palabras diferentes.

- Si a los tres años no es capaz de expresar sus necesidades básicas, o una oración sencilla y sigue comunicándose mediante gestos, es aconsejable que te plantees la visita al médico especialista.

- Si a los 5 años sigue utilizando frases simples y presenta problemas de comunicación.

- Omite fonemas que no sabe pronunciar. Por ejemplo en vez de pronunciar “plátano”, dice “pátano”.

- Suele repetir convulsivamente una sílaba o varias en la emisión de una misma oración, es decir, tartamudea.

- Respira con la boca abierta.

- Tiene dislalias, es decir no articula bien las palabras y distorsiona los sonidos.

- Una vez empiece el aprendizaje de la lectura, escritura y matemática, fíjate si escribe en espejo, confunde letras, la lectura es muy costosa o no comprende lo que lee.

En todos estos casos se aconseja acudir al experto en logopedia, ya que el diagnóstico precoz es fundamental para evitar problemas en su educación.

Trastornos del lenguaje en niños

En algunos casos los trastornos del lenguaje están relacionados con lesiones en el oído, daños cerebrales o deficiencias motoras. En otras palabras, aparte de la intervención del logopeda necesitan tratamiento de otros profesionales sanitarios. El resto se trata de trastornos que se sufren en la etapa de desarrollo del lenguaje y se resuelven fácilmente mediante un tratamiento prescrito por un logopeda. Aquí van los que se producen con más frecuencia:

- Tartamudez. Afecta a la fluidez del habla debido a las repeticiones frecuentes o prolongaciones de sílabas y palabras. Aparece a los dos años y tiende a desaparecer a los 6.

- Dislalias. Se produce cuando el niño no articula bien las palabas y distorsiona los sonidos. Como consecuencia, algunas veces afecta a la pronunciación de determinados sonidos sustituyéndolos o alterándolos.

- Trastornos de la voz. Se trata de una modificación significativa en el timbre, tono o intensidad de la voz. Una de sus causas es el exceso de gritos o la falta de tensión muscular.

- Retraso en el desarrollo del lenguaje. Se caracteriza por la dificultad en la comprensión del lenguaje oral, lo que le impide iniciar y establecer conversaciones.

Por último, los expertos señalan que uno de los principales problemas del habla es la deglución atípica puesto que deteriora a su sistema orofacial. Se origina cuando la lengua, los labios o la musculatura que se encuentra dentro de la boca empujan y presionan los dientes debido al hábito de utilizar el chupete o chuparse el dedo más allá de los dos años.

En estos casos, es recomendable acudir a un logopeda para corregir estos problemas y que el aprendizaje y desarrollo del pequeño pueda ser normal.

El logopeda hará con él una serie de ejercicios y también le mandará ejercicios para practicar en casa que variarán según el problema, aunque suele incluir ejercicios de respiración. En una semanas, se notará mejoría.


Fuente:

AEP

Fecha de actualización: 02-02-2022

Redacción: Esperanza Pavón

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