¿Cómo portear a niños mayores?

Indice

• ¿Se puede portear a un de más de 2 años?
• Ventajas de portear a un niño mayor
• ¿Qué portabebés elegir?

 

¿Se puede portear a un de más de 2 años?

Portear a un niño mayor, de más de 2 años, no es lo mismo que portear a un bebé. En primer lugar, se les suele llevar así menos tiempo ya que, en cuanto saben andar, a los niños lo que les gusta es correr, saltar y explorar el mundo. Pero todavía son pequeños y se cansan, por lo que si salís a dar un paseo o largo o de excursión, seguro que te acaba pidiendo brazos o subir a la silla de paseo si todavía la usas.

Además, estos niños colaboran, es decir, se agarran a la mochila y se colocan ellos solos, con lo  que es mucho más fácil y rápido ponerlos en el portabebés elegido.

Lo normal a esta edad, no obstante, es llevarlo a la espalda, mucho más cómodo tanto para él como para ti que en el pecho. El niño puede ir viendo el mundo mientras va cómodamente colocado en la espalda de su mamá o papá.

Sin embargo, a muchos niños ya no les gusta portear a partir de cierta edad. Puedes intentar convencerle diciéndole que es un juego nuevo, pero si no quiere nunca le obligues. Portear tiene que ser un momento de disfrute para ambos, si el niño ya no está cómodo, habrá que dejarlo.

Ese es el momento en el que dejar el porteo, cuando el niño te lo pida o, si le sigue gustando, cuando pese más de lo permitido por tu mochila, que en el caso de las toddler suele ser a los 27 kilos, unos 6 o 7 años (aunque depende de cada niño, claro). Una vez que tu hijo pese más de lo recomendado, no debes seguir porteando o podrías hacerte daño en la espalda.

Ventajas de portear a un niño mayor

Hasta que los niños no tienen 5 o 6 años es normal que, cuando salís mucho rato de casa, enseguida se canse y te pida brazos o silla. El problema es que muchas veces no puedes llevar la silla de paseo contigo o ya está ocupada por el hermano pequeño, lo que te obliga muchas veces a llevarlo en brazos o a caballito, lo que sin duda es mucho más cansado y malo para tu espalda que colocarlo en un portabebés para mayores.

Además, otra ventaja es que portear nos permite acceder a sitios a los que es difícil llegar con carrito, como senderos no asfaltados, caminos de tierra, escaleras, lugares con mucha gente, rutas de senderismo, etc.

También son mucho más prácticos que las sillas de paseo a la hora de viajar ya que ocupan menos que las sillas de paseo y se pueden meter en la maleta para facturarlo o en cualquier hueco del coche.

Es mucho más cómodo de lo que puede parecer desde fuera ya que las mochilas ergonómicas reparten el peso de manera homogénea desde los hombros hacia la cadera, sin sobrecargar tu espalda ni dañarla.

Nos permite tener un contacto cercano con nuestro pequeño que, aunque ya no sea tan pequeño, para nosotros sigue siendo nuestro bebé, y no hay nada mejor que llevarle pegado a ti.

Y, por último, portear te permite realizar ejercicio de manera sencilla ya que puedes irte a andar con tu niño y mantenerte en forma sin darte cuenta.

¿Qué portabebés elegir?

El portabebés a elegir depende un poco de ti y del niño, de su peso y de vuestras preferencias y habilidades.

Puedes optar por un fular de sarga, que son muy resistentes, aunque dan más calor en verano y, al ser tan largos, pueden ser más difíciles de usar.

Para ratos cortos, si tu peque no pesa mucho, también puedes optar por una bandolera de anillas, aunque en este caso el peso se carga en un solo hombro, por lo que solo se recomienda para ratitos muy cortos.

Quizá lo más sencillo y duradero son las mochilas ergonómicas toddler que aguantan mucho peso. Son fáciles de colocar, se pueden poner a la espalda sin problemas y aguantan mucho peso. Los niños también suelen ir a gusto en este tipo de portabebés.

Pero, como decíamos, la elección final depende de vosotros.