¿Qué hacer para que mi hijo coma bien?

Índice

• La importancia de una buena alimentación
• ¿Cómo lograr que mi hijo coma bien?

 

La importancia de una buena alimentación

La alimentación es la clave del desarrollo y la salud de todas las personas, pero tiene una especial relevancia en los niños, ya que una dieta adecuada les ayudará a crecer mejor, estar más despiertos, relacionarse mejor con los demás, sacar mejores notas, dormir mejor o tener un mejor rendimiento escolar.

Además, la infancia es fundamental para establecer unos buenos hábitos alimenticios que eviten el desarrollo de enfermedades como diabetes, obesidad, cardiovasculares, osteoporosis, cáncer, etc.

Por eso, debemos procurar establecer unos buenos hábitos alimenticios en nuestros hijos desde el primer día de vida, haciendo que la comida sea un momento de placer y disfrute, y nunca de discusión y gritos.
 

¿Cómo lograr que mi hijo coma bien?

A continuación te ofrecemos una serie de recomendaciones para ayudar a establecer hábitos saludables de alimentación desde bebé:

1. Procurar el placer de la comida. La hora del desayuno, comida y cena es una excelente opción para:

- Comunicarse con la familia.

- Estrechar lazos afectivos.

Evitar:

- Platos limpios: “No te levantas hasta que te termines el plato”.

- La televisión encendida durante las comidas y juguetes sobre la mesa mientras se está comiendo.
 

2. Cuidar lo que se dice en la mesa. La hora de la comida es un momento para compartir vivencias agradables.

Evitar: 

- Malas noticias y conversaciones desagradables.

- Enfados regañinas y peleas.

- Premios, chantajes y castigos.
 

3. Ofrecer los alimentos con cariño. La alimentación es una necesidad fisiológica, pero también es una forma de expresión de nuestros sentimientos. Es recomendable:

- Comer en familia, aunque sea sólo un tiempo de comida (desayuno, comida o cena).

- Destinar al menos 20 minutos para cada comida, sentados a la mesa y en compañía de la familia.
 

4. Si el niño llora, evita ofrecer inmediatamente alimentos. A determinadas edades la forma de expresarse de los pequeños es mediante el llanto, por ello es preferible:

- Indagar sobre el origen del llanto: si está enfermo, le duele alguna parte de su cuerpo o se siente triste.

- Que la solución a su llanto no sea un alimento o esté relacionado con la alimentación.

 

5. Evitar forzarlos a probar alimentos. El hambre de los niños y niñas está en función de sus necesidades energéticas. Por esta razón es recomendable:

- Que los niños y niñas realicen actividades como jugar, correr, brincar o un ejercicio físico.

- Ofrecer la comida en pequeñas cantidades, dando la oportunidad de que pida más.

- Comer los alimentos frente a ellos, lo que ayudará a promover su consumo, en lugar de imponerlo.

 

6. Respetar los horarios de comida.

- Procurar realizar 5 comidas al día: desayuno, comida, cena, refrigerio matutino y merienda.

- Establecer horarios definidos para las comidas y los refrigerios, y respetarlos.
 

7. Evitar mezclar alimentos con sentimientos.

- Enseñar a los niños a expresar sus sentimientos.

- Evitar calmar los berrinches o malestares, ofreciendo alimentos.

- Cuando notes que tu hijo o hija están tristes o deprimidos, aleja la solución de los alimentos.
 

8. Asumir la responsabilidad. Los padres son responsables de ofrecer la calidad de los alimentos, y los niños son responsables de cuánto quieren comer.
 

9. Garantizar la variedad en la alimentación diaria. La mejor forma de asegurar el aporte adecuado de todos los nutrientes es la variedad. Esto es:

- Incluir alimentos diferentes durante el desayuno, comida, merienda y cena.

- Incluir en cada tiempo de comida las verduras y las frutas.

- En el plato, siempre debe haber al menos tres colores diferentes.

- Hay que comer de todo: pescado, carne, legumbres, leche, etc. 
 

10.  Estimular el ejercicio físico. El deporte mejora la salud además de incrementar los reflejos y la coordinación. Se aconseja:

- Realizar las actividades en compañía.

- Tener un horario establecido y ropa adecuada para realizar la actividad.

- Actividades como bailar, caminar, patinar, pasear a la mascota y jugar en el parque, entre otros, también son una buena opción.

- Dentro de casa: Mantenerse activo con las tareas domésticas (adecuadas a su edad) y bailar, entre otros.

11. Evita darle, especialmente antes de las comidas, bollerías, chucherías o cualquier alimento alto en azúcares, pues se saciará y disminuirá su apetito, comiendo luego menos alimentos realmente nutritivos y saludables.

12. Enseñar al menor, cuando tenga la edad adecuada, a comer solo. Comer solo favorece su desarrollo y autonomía, no hay que darle de comer pasados los 2 años.

13. Implicar al niño con la comida y los preparativos que conlleva. Puede ayudarte a hacer la compra, preparar la comida y poner la mesa. La finalidad es que no perciban el alimentarse como algo obligatorio y negativo, sino como un ritual agradable.

14. Evitar discutir delante del niño sobre su forma de comer.

Si tienes dudas, consulta a su profesional de pediatría.