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Prevenir la espina bífida

Prevenir la espina bífida

La falta de fusión de uno o varios arcos vertebrales, que hace que parte de la médula espinal del bebé quede sin protección, es la más importante malformación congénita compatible con la vida.

Indice

 

¿Cómo prevenir la espina bífida?

Si bien, tres de cada cuatro casos se previenen tomando folatos, cuya deficiencia es frecuente en la mayoría de las mujeres.

Los nueve meses de gestación, e incluso el periodo anterior a la concepción, pueden ser decisivos para evitar esta malformación en el niño u otras como la hidrocefalia.

¿Cuál es la forma de asegurarse con mayores probabilidades de éxito de que un embarazo llegue a término con normalidad y que el recién nacido esté libre de problemas de salud y malformaciones congénitas como la espina bífida o dirafismo, que limitarán seriamente su movilidad y le impedirán desarrollar una vida normal

Cada vez más médicos especializados en ginecología y obstetricia coinciden en que una de las claves para asegurar tanto un embarazo como un bebé sanos radica en la consulta previa al embarazo o cita preconcepcional, que resulta especialmente útil para la prevenir determinadas malformaciones congénitas (de nacimiento).

La otra medida preventiva clave consiste en administrar a la madre unas vitaminas denominadas folatos (un grupo de compuestos derivados del ácido fólico), cuyo aporte farmacológico antes del embarazo y durante los tres primeros meses de la gestación ayuda a evitar la mayoría de los defectos del tubo neural, como la espina bífida.

Para el doctor Luis Cabero, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), "el marco ideal para realizar una prevención primaria es la consulta previa al embarazo, ya que está demostrado que esta práctica reduce los riesgos de salud asociados al proceso reproductivo, tanto para la gestante como para el feto”.

Según Cabero, “su utilidad no debe limitarse a mujeres que padezcan alguna enfermedad o a aquellas que hayan sufrido embarazos con un mal resultado, sino que debe extenderse a toda la población. El asesoramiento preconcepcional debe producirse entre tres y seis meses antes de comenzar la búsqueda de gestación".

Los expertos coinciden en que la única medida de prevención primaria de los defectos del tubo neural que ha demostrado su eficacia es administrar a la mujer folatos, antes y después de la concepción.

“Esta prevención, explica Cabero, tiene una eficacia altísima, de forma que de cada cuatro casos de niños que hipotéticamente deberían nacer con la alteración de espina bífida, tres pueden nacer sanos, es decir, más del 70% de los defectos del tubo neural podrían evitarse con la administración de folatos y, de este modo, impedir el desarrollo de una de las malformaciones que más castiga a nuestra población infantil".

 

¿Qué es la espina bífida?

La espina bífida es un defecto del tubo neural que se caracteriza porque uno o varios arcos vertabrales posteriores de la columna vertebral no se han fusionado bien, de manera que la médula espinal queda en ese lugar sin protección ósea y el contenido del canal neural sale al exterior o forma un meningocele.

Aunque existen factores genéticos que predisponen a la aparición de defectos del tubo neural, en el 95% de los casos la espina bífida (EB) se presenta en familias sin antecedentes previos.

Tres de cada cuatro casos de EB se pueden prevenir con la administración farmacológica de ácido fólico, cuya carencia es especialmente significativa en ciertas situaciones: mujeres que han seguido una anticoncepción hormonal prolongada antes del embarazo, son adictas al alcohol o las drogas, se hallan en estado de desnutrición o siguen ciertos tratamientos farmacológicos (para la epilepsia, la psoriasis o el acné).

“Ahora, explica Cabero, se recomienda que todas las mujeres en edad reproductiva incrementen su ingesta de folatos, independientemente de que deseen embarazarse. Aquellas que desean un embarazo deben tomar folatos al menos un mes antes de la gestación y durante los tres primeros meses del embarazo, ya que el tubo neural se forma en las primeras cuatro o seis semanas de gestación".

Pero el problema radica en que la mujer no conoce su embarazo al menos hasta transcurridas las primeras semanas de gestación, por lo que el tiempo de actuación preventiva se reduce considerablemente.

 

Más homocisteína, más riesgo

Existen indicios de que las alteraciones del tubo neural no son exclusivamente el resultado de una deficiencia nutritiva de folatos, sino la consecuencia de un defecto o defectos metabólicos que pueden ser corregidos mediante la administración de dosis elevadas de folatos.

La deficiencia de folatos se asocia con un aumento de los niveles en sangre de homocisteína (un aminoácido que tiene efectos teratogénicos, es decir, inductor de malformaciones). En las mujeres que han alumbrado hijos con defectos del tubo neural, los niveles de homocisteína en ayunas son más altos que en las madres con antecedentes de hijos sin anomalías.

Algunos estudios médicos indican que los folatos son la forma de suplementación más eficaz para disminuir la concentración de homocisteína en las personas que tienen una hiperhomocisteinemia (elevación de este aminoácido) moderada, a la cual, según algunos expertos, podrían también asociarse, además de ciertas malformaciones fetales, abortos repetitivos, ruptura de la bolsa de placenta y preeclampsia.

La mujer en general no acude a la consulta preconcepcional y la suplementación con folatos no es todo lo eficaz que debería ser. Dado que el tubo neural se forma durante los dos primeros meses de embarazo, apenas queda tiempo para que la aportación de folatos corrija el riesgo de malformación, ya que la confirmación del embarazo se produce, en el mejor de los casos, transcurrido el primer mes.

"Incluso la mujer que no ha estado tomando folatos antes de iniciar la gestación, como es el caso de un embarazo no planificado, debe ser informada de la conveniencia de iniciar la suplementación con ácido levofolínico inmediatamente después de la ausencia de menstruación, pues los valores de homocisteína disminuyen con gran rapidez ya al segundo día de tratamiento", según explica el doctor Ernesto Fabre, jefe de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.

No todos los folatos actúan igual: el ácido levofolínico es más eficaz que el propio ácido fólico a la hora de elevar la concentración de folatos intraeritrocitarios y de reducir los niveles de homocisteína plasmática.

Según los expertos, la eficacia de la suplementación con folatos radica en que sea inmediata y actúe rápidamente. Desde el segundo día de tratamiento debe reducir el nivel de homocisteína y restaurar el equilibrio de folatos en el cuerpo. La dieta no es suficiente para lograr este objetivo.


Fuentes:

SEGO, Luis Cabrero

CDC: https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/spinabifida/facts.html

Fecha de actualización: 15-12-2021

Redacción: Irene García


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