Consecuencias de los quistes de plexo coroideo

Índice

• ¿Qué son los quistes del plexo coroideo?
• ¿Qué causa un quiste del plexo coroideo?
• ¿Debo hacerme alguna prueba adicional?
• ¿Cuál es el tratamiento para los quistes del plexo coroideo?

 

¿Qué son los quistes del plexo coroideo?

En un 1% de casos se observa en la ecografía de la semana 20 unos pequeños quistes en los plexos coroideos (estructuras vasculares del encéfalo encargadas de formar el líquido cefalorraquídeo que sirve de protección al sistema nervioso).

El plexo coroideo es un par de glándulas esponjosas ubicadas a cada lado del cerebro. El plexo coroideo no es una parte del cerebro involucrada en el pensamiento o el desarrollo.

Estos quistes se producen al quedar atrapado el líquido cefalorraquídeo dentro de las glándulas que lo producen.

En sí mismos, no son patológicos ni implican gravedad ya que suelen desaparecer solos en torno a la semana 24 de gestación, sin dejar secuelas en el recién nacido ni provocar ningún problema durante el parto.

Solo tendrán relevancia si van unidos a otras malformaciones cromosómicas descubiertas anteriormente, como la trisomía 18 (Síndrome de Edwards) o la 21 (Síndrome de Down). Pero si se encuentran aislados y todas las pruebas anteriores han salido bien, no hay que darle importancia.

Pueden ser bilaterales y su número y tamaño es variable. Como veíamos, disminuyen rápidamente de tamaño y desaparecen como tarde en la semana 28 de gestación.

Eso sí, si ven que tu bebé tiene quistes en la zona te repetirán una eco en unas 4 o 5 semanas para confirmar que se han reabsorbido solos. Mientras, estate tranquila.
 

¿Qué causa un quiste del plexo coroideo?

La estructura del plexo coroideo aún se está formando a mediados del embarazo, por lo que, en ocasiones, el líquido que produce a veces puede quedar atrapado temporalmente dentro del tejido esponjoso del plexo coroideo en formación.
 

¿Debo hacerme alguna prueba adicional?

Si no hay otros hallazgos en la ecografía morfológica que indiquen alguna anomalía o mutación cromosómica en el feto, no es necesario hacer otras pruebas adicionales, tan solo repetir la ecografía unas semanas después.

Si se hubieran detectado otras anomalías en pruebas anteriores que indiquen que el bebé puede padecer trisomía 18, puede que sea necesario realizar una amniocentesis para confirmar el diagnóstico.

La amniocentesis generalmente se hace entre las semanas 15 y 22 del embarazo. Este procedimiento conlleva un riesgo muy pequeño de sufrir un aborto espontáneo (1 en 500 o menor).
 

¿Cuál es el tratamiento para los quistes del plexo coroideo?

La mayoría de los quiste del plexo coroideo que se observan a la mitad del embarazo desaparecen antes del parto. Generalmente entre la semana 24 a la 26 del embarazo. No obstante, puesto que no causan problemas para el bebé, no es especialmente preocupante que aún se observen más adelante, así que tranquila.