La 24ª semana de embarazo

Indice

• Evolución del feto en la semana vigésima cuarta del embarazo
• Cambios en la madre en la semana 24 del embarazo
• ¿Cómo cuidarse esta semana?

Evolución del feto en la semana vigésima cuarta del embarazo

Tu bebé mide aproximadamente 27 cm y pesa entre 560 y 680 gramos. Parece muy delgado, pero irá engordando proporcionalmente y pronto tendrá más grasa. Su cuerpo es ahora más proporcionado con relación a su cabeza.

La piel deja de ser traslúcida. Le aparecen pliegues en las palmas de las manos y en los dedos.

Su cerebro crece rápidamente y se desarrollan las papilas gustativas. En ocasiones podrás percibir que tu bebé tiene hipo.

Sus pulmones desarrollan los alvéolos y sus células producen una sustancia que ayuda a los sacos de aire a inflarse fácilmente (surfactante). El surfactante se compone de proteínas, lípidos neutrales, fosfolípidos y otras sustancias, y no acaba su proceso de desarrollo hasta la semana 35 más o menos, por eso los bebés prematuros pueden necesitar oxígeno.

Cambios en la madre en la semana 24 del embarazo

A estas alturas podrás sentir las diferentes partes del cuerpo de tu bebé a través de la pared abdominal. El músculo uterino se estira y es posible sentir dolor en el costado del abdomen.

Tu corazón y pulmones trabajan el doble, por lo que es probable que se te acelere el pulso y que te falte el aliento. También puedes sentir tus ojos más secos, usa lágrimas artificiales para humedecerlos.

El aumento de líquidos corporales te hará sentir más calor de lo habitual, mantendrás las mejillas ruborizadas a causa de la mayor circulación de sangre.

Si quieres hacerte una ecografía 3D o 4D es el momento preciso ya que se pueden observar con claridad los rasgos de tu hijo.

Es importante cambiar el calzado que usabas antes. Opta por zapatos de taco bajo o zapatillas deportivas. Así disminuirán los riesgos de torceduras o caídas violentas que pueden producir complicaciones del embarazo.

La parte más alta de tu tripa está ahora por encima del ombligo. Es una buena idea que estés atenta a posibles síntomas de parto prematuro, como un aumento del flujo vaginal, manchas de sangre, dolor abdominal fuerte y agudo, más de cuatro contracciones en una hora, aumento de presión pélvica o dolor en la parte baja de la espalda.

Las contracciones de Braxton Hicks se vuelven cada vez más frecuentes, aunque no todas las mujeres las notan con la misma intensidad ni frecuencia. No te asustes, ya que es algo normal. Mientras no sean cada vez más dolorosas o regulares, no hay problema.

Los dolores en la espalda también pueden hacerse más frecuentes, así que cuidado con las posturas que adoptas. Lo más habitual es sufrir lumbago, aunque también puede aparecer la ciática, un problema que aparece cuando el nervio ciático se ve comprimido causando un dolor muy fuerte que baja por la pierna.
 

¿Cómo cuidarse esta semana?

Si quieres hacerte una ecografía 3D o 4D es el momento preciso ya que se pueden observar con claridad los rasgos de tu hijo.

En esta semana también es normal hacer una visita rutinaria al ginecólogo o la matrona para comprobar que todo va bien. Te harán un control de peso, de tensión arterial y puede que una ecografía para comprobar el peso del feto.

También se realizan los análisis de medicina del segundo trimestre de embarazo. En cuanto al análisis de sangre, se analizan los mismos valores que en el primer trimestre: hemograma completo, colesterol y triglicéridos, hormonas, test de Coombs para comprobar que no hay incompatibilidades de Rh entre la madre y el feto y serologías para determinar hepatitis B, rubéola, VIH, toxoplasma o citomegalovirus.

En el análisis de orina, de nuevo se controla la glucosuria, proteinuria, bacteriuria, leucocituria y/o nitritos y hematuria.

Además, tendrás que hacerte el test 0´Sullivan o Prueba de Tolerancia Oral a la Glucosa para determinar si padeces diabetes gestacional. Este tipo de diabetes se desarrolla en el embarazo cuando la placenta afecta a la producción de insulina del páncreas. Esta prueba consiste en medir la glucosa de la madre en ayunas mediante un análisis de sangre y darle a continuación una solución con 50 gramos de glucosa. Una hora después se hace otra punción para valorar los niveles de glucosa en sangre tras esa ingesta. Si los resultados son menores de 140 no hay diabetes, si dan por encima, hay que hacer la prueba de la curva larga de tres horas para valorar si realmente tiene diabetes o no.