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Fit Moms, embarazadas adictas al gimnasio

Fit Moms, embarazadas adictas al gimnasio

Seguro que has visto alguna vez sus fotos en Instagram u otra red social: embarazadas con poca tripa y los abdominales marcados aunque ya estén en el último trimestre de embarazo. Son las Fit Moms: adictas al gimnasio que siguen practicando exigentes entrenamientos durante la gestación, logrando así estos cuerpos tan diferentes. ¿Es peligrosa esta práctica para el bebé? ¿Es malo hacer tanto ejercicio en estos meses?

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Indice

 

¿Qué son las Fit Moms?

Las Fit Moms son mujeres que practicaban mucho ejercicio antes del embarazo, adictas al deporte y al gimnasio, que siguen con esta práctica una vez se quedan embarazadas y que comparten con los demás sus cuerpos fibrosos y atléticos, apenas sin tripa, durante los meses que dura el embarazo y tras el parto.

Estos cuerpos, que pueden resultar antinaturales con esa tripa tan pequeña y esas abdominales marcadas en el octavo mes de embarazo, son resultado de horas de duro entrenamiento, un ejercicio demasiado excesivo para muchos ya que, si bien el ejercicio durante la gestación es fundamental y ayuda a que todo vaya bien, el deporte excesivo puede tener consecuencias muy malas para el feto y la mamá.

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Riesgos para el embarazo

- Abortos naturales. Durante el primer trimestre se recomienda no hacer ningún tipo de ejercicio fuerte, tan solo andar o nadar suavemente, hasta que se compruebe, con las diferentes ecografías que se hacen en estas primeras semanas, que todo va bien. Es mejor tomárselo con calma hasta que el médico nos asegure que todo  se desarrolla sin problemas.

- Esguinces o lesiones. El deporte excesivo aumenta las posibilidades de sufrir una lesión de este tipo, sobre todo en embarazadas ya que los cambios hormonales hacen que las articulaciones estén más sensibles y laxas, por lo que es más fácil sufrir una torcedura o esguince. Para evitarlo elije deportes menos peligrosos como caminar, nadar, bicicleta estática, pilates para embarazadas…

- Daños en el feto. El feto vive, se alimenta y respira gracias a la sangre de la madre que fluye a través de la placenta y le aporta todas las sustancias que necesita. Por lo tanto, si hacemos un ejercicio demasiado intenso, con pulsaciones por encima de los 140, la sangre fluiría hacia ciertos órganos para asegurarles el aporte, haciendo que le llegara menos al bebé, por lo que podría faltarle el oxígeno, con los peligros que ello conlleva.

- Parto prematuro. Aunque no hay estudios concluyentes, parece que ciertos deportes y movimientos pueden favorecer la aparición de contracciones uterinas antes de tiempo, aumentando el riesgo de un parto prematuro.

- Bajo peso del bebé. Si durante el embarazo coges poco peso, es probable que el bebé también por lo que puede nacer con bajo peso para su edad gestacional, lo cual conlleva diversos riesgos para el pequeño. Asegúrate de que crece correctamente.

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- Hipoglucemia. Este provoca una bajada de la concentración de azúcar en la sangre. La práctica de ejercicio intenso puede agravar este trastorno, sobre todo en personas diabéticas.


Entonces… ¿se puede practicar deporte en el embarazo?

Por supuesto, sí, el ejercicio suave y moderado, siempre que no haya que hacer reposo absoluto o alguna otra contraindicación grave, es muy bueno. Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de consejos básicos:

- Si no hacías ejercicio antes del embarazo, elige un deporte suave y relajado y practícalo con moderación. 45 minutos 2 o 3 veces por semana es más que suficiente.

- Nunca sobrepases las 140 pulsaciones por minuto. Tienes que ser capaz de hablar a la vez que haces ejercicio. Si te notas cansada o sin aire, para inmediatamente.

- Si antes del embarazo ya eras una adicta al gimnasio o practicabas mucho deporte, puedes hacer más ejercicio que otras, pero siempre con moderación y supervisada por un médico.

- Nada de ejercicio en casos de enfermedades pulmonares de la madre, hipertensión arterial, cuello uterino con problemas, embarazo múltiple, sangrado vaginal o rotura de la bolsa.

- Procura hacer ejercicio en una habitación bien ventilada y en la que no haga mucho calor para evitar los mareos.

- Es conveniente que te mantengas bien hidratad y bebas agua antes, durante y después de hacer ejercicio. Además, debes comer al acabar algo que restaure la energía gastada, como un plátano.

- Realiza estiramientos antes de empezar para evitar los esguinces o problemas musculares.

- Usa ropa de deporte adecuada y holgada que permita la transpiración. También el calzado debe ser adecuado.


Fuentes:

Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed, Nowtilus.

Fecha de actualización: 13-10-2020

Redacción: Irene García

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