¿Cuánto dura la bartolinitis?

Indice

• ¿Cómo se origina la bartolinitis?
• Síntomas de la bartolinitis
• ¿Cómo se diagnostica la bartolinitis?
• Tratamientos para terminar con la bartolinitis
• ¿Se puede prevenir la bartolinitis?
• ¿Y si la bartolinitis es recurrente?

 

¿Cómo se origina la bartolinitis?

Las glándulas de Bartolino se sitúan en los órganos genitales externos de la mujer y su finalidad es humedecer y lubricar la entrada de la vagina durante el acto sexual. Su tamaño es similar al diámetro de un guisante. El problema radica cuando estas glándulas se obstruyen y, como resultado, producen dolor e inflamación insoportables que requieren de tratamiento médico.

Esta patología es muy común que se desarrolle en mujeres que tienen una vida sexual activa –entre los 20 y 35 años aproximadamente–. Su origen se debe a los cambios que pueden ocurrir en el organismo o en el pH de la piel que, como consecuencia, alteran a las bacterias que se encuentran en la vagina formando parte de la flora vaginal.

Los especialistas también opinan que la ropa muy ajustada o el uso diario de prendas íntimas de lycra colaboran con el desarrollo de bacterias que producen infecciones que podrían causar bartolinitis. Igualmente, su aparición también se asocia a las enfermedades de transmisión sexual, como la gonorrea o la clamidia.

Síntomas de la bartolinitis

- En primer lugar, aparece un bulto o quiste que duele si presionas sobre él.

- Se siente una sensación de calor, presión o pulsación en ese punto donde se genera la inflamación.

- Si no se trata al momento, la infección derivará en un absceso de Bartolino. Es muy molesto y provoca grandes molestias al andar o sentarse.

- Dolor a la hora de mantener relaciones sexuales.

- En los casos más graves se puede padecer fiebre o escalofríos.

En cuanto a su duración, si la inflamación se logra detener a tiempo y no está demasiado evolucionada, el problema podrá desaparecer en una semana aproximadamente. Sin embargo, si ya se encuentra en fase de absceso vulvar, necesita un drenado y limpieza de la cavidad. En este caso, la cura se alargaría a dos semanas.
 

¿Cómo se diagnostica la bartolinitis?

El diagnóstico de esta enfermedad suele hacerse mediante la exploración y la palpación de la zona en busca de algún bulto que pueda estar relacionado con la presencia de la bartolinitis.

A veces es necesario tomar muestras de las secreciones vaginales de la mujer comprobar si existe presencia de infecciones de transmisión sexual y si se sospecha de malignidad. Es recomendable realizar una biopsia de la zona para descartar otras causas de los síntomas.

Tratamientos para terminar con la bartolinitis

- Realiza baños de asiento con agua tibia varias veces al día si tu caso es leve.

- Si existe infección se deben tomar antibióticos.

- En el caso de que el tratamiento con antibióticos no funcionase, deberá hacerse un drenaje quirúrgico.

- También puedes optar por tratamientos naturales. Por ejemplo, las infusiones de ajenjo, diente de león y jengibre y vegetales, como el brócoli, ajo, cebolla y las frutas ácidas son excelentes aliados.

Finalmente, recuerda que la bartoninitis no es una infección grave, lo sufren sólo las mujeres y no se trata de una enfermedad infecciosa, pero sí que es molesta y puede desembocar en algo más grave. Para evitarlo, es muy recomendable explorarse de vez en cuando nuestras zonas más íntimas para llevar un leve control de nuestro cuerpo.
 

¿Se puede prevenir la bartolinitis?

No hay una forma concreta de prevenir la bartolinitis pero es importante mantener unos buenos hábitos de higiene, extremar las precauciones en las relaciones sexuales, usar protección y realizar chequeos frecuentes para diagnosticar infecciones de transmisión sexual.
 

¿Y si la bartolinitis es recurrente?

Las bartolinitis suelen ser recurrentes, excepto cuando la glándula ha sido extirpada. Si las obstrucciones se producen repetidamente se puede recurrir, como primera medida, a la marsupialización de la glándula.

Este procedimiento de medicina consiste en realizar una abertura pequeña, permanente, para facilitar el drenaje de la glándula. Se colocan unos puntos en el borde del quiste para que se forme una pequeña abertura que permita drenar el líquido durante unas pocas semanas. En este caso, habría que llevar una compresa o salvaslip para que absorba la secreción.

Otros tratamientos menos habituales son el empleo de la cirugía o el láser para extirpar toda la glándula.

La intervención quirúrgica es sencilla y no repercutirá negativamente en la lubricación de la vagina. Sin embargo, sí puede causar dolores y molestias permanentes, por lo que solo debe hacerse en casos muy necesarios.