Cuando el embarazo se desarrolla en una realidad precaria

Índice

• Refugiada, mujer y embarazada
• ¿Qué podemos hacer para ayudar a las mujeres refugiadas?

 

Según datos de ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados), 65 millones de personas en el mundo son refugiados. Es decir, un volumen de personas como el de la población entera de Francia se encuentra desplazada de sus casas y países, en campos de refugiados y viviendo en condiciones precarias. Y de estos 65 millones, más de la mitad (el 55%) de las personas refugiadas hoy en día son mujeres y niñas.
 

Refugiada, mujer y embarazada

Ser refugiada, mujer y embarazada. Tres puntos que aumentan el nivel de opresión. En un reciente informe, la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo pedía impulsar medidas que atendieran a la especial discriminación y vulnerabilidad que experimentaban las “mujeres y niñas no acompañadas, las mujeres cabeza de familia y las mujeres embarazadas, así como las personas con discapacidad y de edad avanzada” refugiadas y solicitantes de asilo.

La Agencia de la ONU para la Población y Desarrollo (UNFPA) estima que sólo el 5% de la ayuda humanitaria se destina a la salud sexual y reproductiva, una necesidad básica para mujeres y niñas, especialmente en momentos como el embarazo. A esto se añade que muchos de los campos en los que se encuentran carecen de instalaciones privadas con agua potable, saneamiento, y salud. Lo que las sitúa en unas condiciones de riesgo para su salud, y la de sus bebés: partos solas en las tiendas, sin acceso a una ayuda médica, abortos debido al estrés o al miedo…
 

¿Qué podemos hacer para ayudar a las mujeres refugiadas?

Los Gobiernos deben ser los primeros en responsabilizarse de qué papel juegan en este drama por el que millones de personas están en campos de refugiados en condiciones insalubres e inseguras. Pero su acción está siendo demasiado lenta e incluso inexistente. Por otra parte, ciertas ONGs muestran el poder de la solidaridad y cómo ciudadanos normales y corrientes a veces suplen lo que los Estados y gobiernos deberían hacer.

Rowing Together (en español, "remando juntos") surgió a partir de 5 personas que se conocieron en Lesbos cuando iban a trabajar como voluntarios. Trabajaron juntos allí y decidieron crear una organización sin ánimo de lucro que cubriera un campo que vieron que estaba desatendido: la atención sanitaria ginecológica.

Forman un equipo de ginecólogos, técnicos de salvamento…de España y Uruguay, que recorren con sus furgonetas los campos de refugiados del norte de Grecia atendiendo a mujeres -muchas embarazadas- que no han recibido una atención ginecológica en meses y viven en campos en condiciones que suponen un riesgo para su salud y la de sus bebés. Realizan ecografías a mujeres embarazadas, asisten infecciones o dan un necesario apoyo psicológico.

Podéis leer su experiencia mientras realizan esta encomiable labor y sus testimonios sobre la precaria realidad que se vive en los campos de refugiados en su Diario de a bordo.

Y en su página web podéis hacer una donación para que puedan seguir ayudando a las mujeres refugiadas embarazadas e incluso podeís colaborar con ellos como voluntarios/as.

Es importante no mirar para otro lado ante esta realidad que cada año es más acusada, ya que no dejan de aumentar el número de refugiados, muchos de ellos mujeres embarazadas o que se quedan embarazadas a lo largo de su periplo en busca de un nuevo hogar. Hay mucho que desde nuestra casa podemos hacer, así que no dudes en ponerte en contacto con estas u otras ONG para aportar tu granito de arena.