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Causas y tratamientos del Crecimiento Intrauterino Retardado

Causas y tratamientos del Crecimiento Intrauterino Retardado

El Crecimiento Intrauterino Retardado (CIR) o la Restricción del Crecimiento Intrauterino Retardado (RCIU) hace referencia al retraso del crecimiento del feto, haciendo que su peso esté por debajo del percentil 10 esperado para la respectiva edad gestacional.

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Índice

 

Causas del Crecimiento Intrauterino Retardado

Sin embargo, hemos de ser conscientes de que no todos los bebés con bajo peso tienen una restricción anormal o patológica en su desarrollo, al igual que algunos bebés que sí tienen dicha restricción tienen un tamaño genéticamente normal. De hecho, aunque sean más o menos delgados, en algunos casos pueden estar muy por debajo de los percentiles normales.

Dicha restricción en el crecimiento puede ser debida a una malnutrición materna y fetal o a enfermedades patológicas en relación con la sangre como pueden ser la anemia, la trombosis, la hiperplaquetosis, etc., o bien por cualquier factor que cause supresión del desarrollo del feto.

En cuanto a las causas que pueden originar la restricción del crecimiento intrauterino retardado estas se pueden agrupar en tres en relación con los diferentes trimestres en que se divide el proceso de gestación:

Primer trimestre. Durante este primer ciclo del embarazo las causas pueden ser ambientales (rayos X, fármacos, drogadicción, alcoholismo) y fetales (enfermedades o malformaciones congénitas, síndromes genéticos, etc.).

Segundo trimestre. En este segundo trimestre puede aparecer dicha restricción por causas ambientales (nutrición materna y factores socioeconómicos), maternas (enfermedad celíaca) y placentarias (infarto, desprendimiento prematuro de placenta, etc.).

Tercer trimestre. Finalmente, en el tercer trimestre de gestación las causas pueden ser ambientales (tabaquismo) o maternas (enfermedad vascular, cardiopatía congénita, anemias, nefropatía, etc.).


Formas de prevenir el crecimiento intrauterino retardado en el bebé

Lo que está claro es que todas las medidas de prevención deben adoptarse antes de que aparezca el crecimiento intrauterino retardado ya que luego resultará muy complicado hacerlo desaparecer.

Por eso, si hemos decidido ser madres, lo más importante, sin duda, es comprobar y mejorar, en caso de ser necesario, nuestro estado físico, nuestra alimentación y nuestra salud emocional. En este caso, por tanto, lo único que se debe hacer es realizar ejercicio físico con regularidad, seguir una dieta equilibrada rica en pescado azul, frutas y verduras y, por supuesto, evitar el estrés.

En relación con los hábitos tóxicos que tengamos (como el tabaco o el consumo de alcohol), hemos de tener claro que debemos abandonarlos antes del embarazo o en cuanto seamos conscientes de que estamos embarazadas.

Además, lo más recomendable es acudir a nuestro médico antes del embarazo, lo que conocemos como consulta preconcepcional, o tras conocer que estamos embarazadas con el fin de descartar la existencia de los factores de riesgo para que el feto sufra un CIR durante el proceso de gestación. También es importante controlar cualquier tipo de enfermedad que tengamos como bien puede ser la diabetes, la hipertensión o la obesidad siguiendo todos las recomendaciones y consejos de nuestro médico para que no suponga un impedimento en el desarrollo de nuestro embarazo.

Aunque es cierto que la probabilidad de que el bebé presente CIR disminuye cuanto más nos cuidemos y más saludable sea nuestro estilo de vida, es posible que dicha restricción aparezca debido a otras causas que comentábamos arriba. En ese caso, por tanto, hay que tratarlo. ¿Cómo? Realizando un seguimiento muy controlado a la embarazada y al bebé para ver cómo evolucionan, reposo absoluto de la mujer embarazada y una dieta sana y equilibrada.


¿Qué actitud se toma ante un CIR? ¿Se debe adelantar el parto?

Lo primero que hemos de saber es que lo más frecuente es que no tenga que adelantarse el parto ya que en la mayoría de ocasiones, aunque el bebé sea pequeño, sigue creciendo dentro del útero materno. Sin embargo, en el caso de que el feto no crezca adecuadamente, se estanque su crecimiento o tenga problemas con el funcionamiento de la placenta sí deberá finalizarse el parto antes de la fecha prevista.

La vía de elección del parto dependerá de las semanas de gestación y del estado del bebé ya que, si el feto es muy prematuro o tiene muy mal funcionamiento de la placenta se hará una cesárea. Pero si por el contrario lo que sucede es que el feto no es muy prematuro y además la placenta funciona bien puede intentarse un parto vaginal, aunque los fetos pequeños pueden tener peor tolerancia a este (parto normal) y acabar finalmente en cesárea.

Cuando la restricción del crecimiento intrauterino retardado se detecta se debe hacer una rutina de seguimiento con el fin de valorar adecuadamente al bebé e ir descartando posibles complicaciones que puedan aparecer. Se vigilan, por tanto, el crecimiento, los movimientos, la circulación y el líquido amniótico del bebé mediante una cardiotocografía en reposo. Esta prueba valora la presencia o ausencia de contracciones uterinas y el grado de bienestar fetal.

Sin embargo, aunque esto se lleve a cabo, dependiendo del resultado de estos exámenes puede ser necesario, como decíamos, adelantar el parto. Y según la causa y gravedad del crecimiento retardado evolucionará el recién nacido. El pronóstico del bebé lo valorarán tanto el obstetra como el pediatra.


Posibles complicaciones del recién nacido con Restricción del Crecimiento Intrauterino Retardado

Los recién nacidos deben ser valorados y estudiados de forma especial ya que, en el caso de haber inducido el parto, se pueden presentar múltiples complicaciones en el periodo neonatal inmediato como dificultad respiratoria, ictericia neonatal, hipoglucemia neonatal, intolerancia a la vía oral, asfixia perinatal, policitemia (trastorno en el cual aumenta la proporción de glóbulos rojos por volumen sanguíneo) o muerte.


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El percentil del recién nacido es una de las primeras medidas que toma un pediatra para calcular el estado de un bebé así como su desarrollo.

Fuente:

Baschat AA, Galan HL. Intrauterine growth restriction. In: Gabbe SG, Niebyl JR, Simpson JL, et al, eds. Obstetrics: Normal and Problem Pregnancies. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2017:chap 33.

Fecha de actualización: 07-12-2020

Redacción: Ana Ruiz

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