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Bebés con legionelosis tras un parto casero en el agua

Bebés con legionelosis tras un parto casero en el agua

Dos bebés, nacidos en Arizona (Estados Unidos), contrajeron recientemente la enfermedad de la legionela tras un parto en el agua debido a “numerosas brechas en la prevención de las infecciones en el parto en el agua”. Esto no significa que los partos en el agua sean más peligrosos de por sí, pero sí que requieren unas medidas extra de prevención.

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La legionelosis o legionela es una infección causada por un grupo de bacterias Gram negativa aeróbica, del género Legionella, que puede manifestarse de dos formas distintas: como la fiebre de Pontiac, la forma más leve de infección; o la enfermedad del legionario, forma más severa de infección que cursa con neumonía atípica y fiebre muy alta.

Es una enfermedad que puede llegar a ser muy grave si no se trata a tiempo, por lo que es un asunto muy serio si hablamos de recién nacidos contagiados de esta enfermedad. Afortunadamente, ambos bebés se han recuperado satisfactoriamente, pero los informes de la investigación de ambos contagios revelan que la causa del mismo puede hallarse en la forma en que ambos vinieron al mundo ya que nacieron en bañeras en sus casas, algo poco frecuente en España pero mucho más en Estados Unidos.

En el primer caso, que ocurrió en enero de 2016, el bebé nació con ayuda de una partera en una bañera llena de agua del grifo. La bañera fue limpiada y llenada justo antes del parto, y el bebé no pareció inhalar nada del agua durante el parto, según el informe del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades del Departamento de Salud Pública del Condado de Maricopa (Arizona).

Pero un día después, el bebé comenzó a tener dificultad para respirar y fue llevado al hospital. Se encontró que el bebé tenía legionelosis y una condición cardiaca congénita que no estaba relacionada con la infección. La bacteria Legionella puede crecer en sistemas de agua, incluyendo bañeras de hidromasaje, acondicionadores de aire y sistemas de plomería.

En el segundo caso, que ocurrió en abril de 2016, el bebé nació en su casa en una bañera de hidromasaje alquilada con chorros de spa. La tina se colocó en el dormitorio de la madre y se llenó con agua del grifo que se calentó a 36.7º C.. Durante el parto, la madre entró en la bañera sólo para el expulsivo. El bebé tampoco parecía haber inhalado agua durante el parto.

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Pero tres días después del nacimiento, el bebé desarrolló fiebre alta y fue llevado al hospital, donde resultó positivo para la bacteria Legionella.

En ambos casos, los bebés fueron tratados con el antibiótico azitromicina durante 10 días y se curaron.

Los investigadores señalaron que el agua del grifo no es estéril y que la bacteria Legionella puede crecer y propagarse en sistemas de fontanería. Además, la alta temperatura del agua utilizada en el jacuzzi estaba dentro del rango óptimo para el crecimiento de la Legionella.

Los casos de legionela en recién nacidos son raros, por lo que parece claro que ambos están relacionados con el parto en el agua. Por eso, los investigadores, en sus conclusiones, recogen una serie de medidas que deben adoptar las matronas o parteras que ayuden en partos en el agua llevados a cabo en casa, como dejar correr el agua caliente durante 3 minutos antes de llenar la bañera.

Además, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés) concluye que la dilatación en el agua ofrece muchos beneficios a la madre ya que reduce el dolor y acorta la fase de dilatación, por lo que es una opción perfecta para cualquier mujer con un embarazo a término (más de 37 semanas) y sin problemas que vaya a tener un parto normal. Sin embargo, no hay suficientes datos sobre los riesgos y beneficios de realizar el expulsivo en el agua. Por lo tanto, el ACOG recomienda que los nacimientos no tengan lugar en el agua ya que aumenta el riesgo de infecciones maternas y neonatales.

Además, las instalaciones que ofrecen nacimiento en el agua deben establecer protocolos rigurosos para el mantenimiento y la limpieza de tinas y piscinas, y deben tener planes sobre cómo mover a las mujeres de la bañera si se desarrollan complicaciones, dice el ACOG.

Por lo tanto, si estás pensando parir en el agua, elige un centro especializado que cumpla todas las condiciones de seguridad e higiene o, si vas a usar la bañera de tu casa, asegúrate de que se limpia correctamente y de que el agua está limpia de bacterias. Y, como recomienda la ACOG o la Academia Americana de Pediatría, mejor la bañera solo para la dilatación y realizar el expulsivo fuera de ella.


Fuente: Revista Live Science.

Fecha de actualización: 26-08-2020

Redacción: Irene García

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