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Consecuencias de un legrado

Consecuencias de un legrado

Un legrado es una intervención quirúrgica que se lleva a cabo normalmente tras un aborto espontáneo, aunque se puede realizar en otras ocasiones, para limpiar bien el útero y evitar posibles problemas. Aunque rara vez entraña complicaciones, sí puede suponer diversos riesgos.

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Índice

 

¿Qué es un legrado?

En ginecología, el legrado es un procedimiento quirúrgico en el que se raspan los tejidos del endometrio (la membrana que recubre el útero). Normalmente se realiza tras un aborto espontáneo, aunque también puede que sea necesario después del parto o si existen otros problemas en el útero.

El legrado puede ser de dos tipos: ginecológico, se lleva a cabo para extraer el endometrio y analizarlo cuando la mujer presenta diversos problemas como hemorragias vaginales, sangrados abundantes, pólipos, etc.; u obstétrico, aquel que se lleva a cabo tras un aborto espontáneo para limpiar bien el útero de restos de placenta y evitar infecciones.
 

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¿Cómo se lleva a cabo el legrado?

Es una cirugía ambulatoria que, normalmente, no requiere hospitalización. Suele durar unos 30 minutos y requiere anestesia epidural o, en algunos casos, general.

Para llevarlo a cabo, se dilata el canal cervical mediante un espéculo y, luego, se introduce a través del mismo un instrumento llamado legra con el que se raspará el revestimiento del útero para “limpiar” los tejidos que puedan quedar en él. Después de esto se recomienda guardar 24 horas de reposo.
 

Posibles complicaciones tras un legrado

Es una técnica que no suele presentar complicaciones, aunque sí pueden surgir las siguientes consecuencias:

- Punción del útero: si la varilla que se usa para raspar el útero (legra, de ahí el nombre del procedimiento), se introduce demasiado en la superficie uterina puede perforar el útero. Hoy en día, con las cámaras que se usan para ver el interior del útero mientras se realiza el legrado, es muy raro que esto suceda.

- Desgarro del cuello uterino: también una complicación rara y poco frecuente, se puede producir al dilatar el cuello uterino. Si el desgarro es pequeño, se puede coser al momento; si es mayor, requeriría una cirugía más profunda.

- Oclusión del útero por cicatrización: es el conocido síndrome de Asherman, que puede aparecer tras un legrado si, a consecuencia de este, aparece tejido cicatricial o adherencias en la cavidad uterina. Ello hace que la cavidad uterina sea más pequeña o estrecha, y el tejido endometrial de peor calidad, dificultando un embarazo posterior. Para tratarlo es necesario recurrir a la cirugía.

- Hemorragia: como tras cualquier intervención, siempre hay riesgo de hemorragia, pero rara vez es grave ya que no hay venas de gran envergadura en el útero.

- Infección: alguno de los microbios existente en la vagina de la mujer pueden ir a parar al útero al estar expuesto durante la intervención, lo que podría ocasionar una infección que, generalmente, se trataría con antibiótico intravenoso.

- Restos de tejido en el interior: la finalidad del legrado es limpiar el útero de restos de placenta o embrión para dejarlo totalmente limpio y facilitar así un futuro embarazo, a la vez que se evita una infección. Sin embargo, un error médico puede hacer que no se limpie bien la zona, provocando infección u otros problemas en unos pocos días.

No obstante, como decíamos, son complicaciones raras que no suelen darse y los beneficios de un legrado, siempre que el médico lo considere oportuno, son mayores a sus posibles consecuencias negativas. Asimismo, es frecuente que tras un legrado se consiga un embarazo de manera más fácil ya que el útero queda limpio de posibles interferencias en la implantación, facilitando la misma. 
 

¿Cómo evitar estas complicaciones?

Para que la recuperación sea lo mejor posible y evitar estas posibles complicaciones se aconseja guardar reposo durante 24 horas y, después, no hacer movimientos bruscos ni ejercicios intensos. Es mejor guardar un reposo relativo al menos 3 o 4 días.

Tampoco se deben mantener relaciones sexuales al menos en los 14 días siguientes ni usar tampones, ya que pueden causar infección. Los baños de inmersión no están aconsejados, es mejor ducharse.

Y si notas fiebre, calambres, cólicos intensos, flujo vaginal con mal olor, hemorragias abundantes con coágulos o mareos, acude de inmediato a Urgencias.


Fuentes:

On salus, https://www.onsalus.com/cuidados-despues-de-un-legrado-19591.html

Sanitas, https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/prevencion-salud/legrado.html

Fecha de actualización: 14-07-2020

Redacción: Irene García

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