¿Son normales los berrinches del bebé? Cinco trucos para calmarles

Índice

• ¿Qué son los berrinches del bebé?
• Cinco consejos para calmar los berrinches
• ¿Qué no se debe hacer cuando un niño tiene un berrinche?
• ¿Se pueden evitar los berrinches?

 

¿Qué son los berrinches del bebé?

Los berrinches del bebé, también conocidos como rabietas o caprichos del bebé son completamente normales y forman parte del desarrollo infantil. Estos se suelen dar a partir de los doce meses, pero pueden aparecer antes o no aparecer hasta pasado mucho tiempo. Son las primeras manifestaciones de los niños en busca de su autonomía, quieren hacer valer su criterio, sus gustos, deseos y necesidades.

Muchos padres confunden estas rabietas con conductas desafiantes pero los bebés solo están intentando demostrar su autonomía. Esta es, como ya hemos visto, una etapa normal en su desarrollo, por lo que se trata de una conducta sana ya que se les enseña a mantener la frustración dentro de los límites de su tolerancia.

 

Cinco consejos para calmar los berrinches

- Lo primero siempre es prevenir. Si vais a salir a algún sitio lo mejor es planificar la salida con anterioridad. Cuéntale al niño lo que se va a hacer y cómo se va a hacer. Intégralo en el plan. Esto hará que la salida no coja al niño desapercibido y, aunque no le apetezca salir ya sabe que es lo que va a pasar. También hay que tener en cuenta que antes de salir lo ideal es que el niño haya comido bien, que esté lo suficientemente descansado y que haya ido ya al baño. Probablemente si el niño está cansado o tiene hambre se pasará toda la salida recordándotelo.

- Mantén la calma. Cuando un niño empieza a tener una rabieta en medio de un lugar lleno de gente o en casa no hay que combatirla poniéndose en su mismo lugar. Si le regañas o le gritas sólo vas a empeorar la situación. Se le debe restar importancia a su comportamiento para hacerle ver que así no va a conseguir nada. Cuando tu hijo vea que tú estás tranquilo se irá calmando y acabará cambiando su comportamiento, aunque sea poco a poco.

- Deja que se calme. Cuando empiece con la rabieta lo mejor es apartarle del lugar donde esta comenzó. Esta es una técnica que suele funcionar muy bien, y solamente hay que intentar establecer el diálogo con él cuando está más tranquilo y pueda prestar atención a tus argumentos. Nunca le amenaces con abandonar el sitio si no deja su berrinche porque puede aprender a usarlo como técnica cuando se quiera ir. Lo mejor es ir hablándole con calma y decirle que entiendes los motivos por los que ha surgido el berrinche.

- Habla desde la tranquilidad. Explica desde la tranquilidad a tu hijo que esa actitud no es la que esperas de él. Acércate y explícale mirándole a los ojos con franqueza y en tono calmado por qué no le puedes comprar lo que quiere en ese momento y por qué no se puede sucumbir siempre a las peticiones que desea.

- No cedas a su petición. Lo más importante es que no le des a tu hijo lo que pide o quiere en ese momento. Tiene que entender que no vas a aceptar su petición y menos si lo hace de esas formas. Cuantas más explicaciones les des, el niño irá cambiando su comportamiento, da igual si tiene uno o siete años. Si te mantienes firme y no das el brazo a torcer en su petición, al final tu hijo se acabará calmando. Puedes pensar en un castigo que deberá cumplir, pero le tendrás que demostrar que a pesar de eso le sigues queriendo, aunque se haya portado mal. Eso sí, recuerda que el castigo debe ser firme y adecuado para su conducta y edad.

 

¿Qué no se debe hacer cuando un niño tiene un berrinche?

- Ignórale: aunque es una práctica muy arraigada no hay ningún médico o psicólogo que te diga que lo ignores hasta que se canse. Los bebés no están tan desarrollados emocionalmente para expresar lo qué les sucede por lo que la frustración, la pena, la decepción, etc. pueden desencadenar en un berrinche.

- No le ofrezcas premios cuando no hayan tenido berrinches

- No discutas mientras tenga una rabieta. No vas a conseguir nada porque tu hijo no te está ni prestando atención. Espera a que se calme para hablar con él.

- No le contestes gritando. Aunque a todo el mundo le enfade que su hijo tenga una rabieta, intenta no participar en ella uniéndote. Que consigas mantener la calma es importante (a la vez que es algo complicado en algunas ocasiones).

- No dejes que las rabietas en público te hagan sentir mal. Si tu hijo se da cuenta de esta reacción en ti puede que lo utilice para controlar tus planes.

- No ignores comportamientos violentos o agresivos. Aplica una política de tolerancia cero ante patadas, golpes, mordiscos, etc. Si es necesario acude a un especialista que trate la agresividad de tu hijo.

 

¿Se pueden evitar los berrinches?

No se pueden prevenir en todas las ocasiones, pero sí en algunas. Acabarás conociendo a tu hijo y sabiendo cuáles son exactamente sus patrones de comportamiento, pero siempre habrá algunas situaciones nuevas que den lugar a berrinches.

Si sabes que existen situaciones en las que tu hijo tiene berrinches puedes hacer maniobras de distracción o tener algo preparado. Un ejemplo es distraer al niño si no le gusta ir en el coche, tener preparada la merienda si le dan las rabietas cuando tiene hambre, etc.

No hay ninguna ventaja en desafiar al niño en lo que debe y lo que no debe hacer, debes hacer todo lo posible para que acepte las cosas con gusto. Si no es así tenderá a explotar de la rabia ya que no sabe expresarse de otra manera. Recuerda que para él tampoco es ningún gusto tener una rabieta ni lo pasa bien.

Algunos consejos que se pueden seguir para que tu hijo no tenga un berrinche son:

- Pedir a tu hijo las cosas con un tono de voz más amable

- Evitar regañarle sin sentido (cuando se le cae algo, si se mancha, etc.)

- Darle opciones para no obligarle a que no haga lo que quiera (recoger eso ahora o en cinco minutos, comer judías o espinacas, leer un cuento juntos antes o después de comer, etc.).