Cómo enseñarle a cepillarse los dientes

Indice

• Cuidar la higiene bucodental desde el principio
• ¿Cuándo los niños deben empezar a cepillarse los dientes?
• ¿Cómo enseñar a un niño a cepillarse los dientes?
• El cepillo de dientes para niños

 

Cuidar la higiene bucodental desde el principio

Ya de bebé, en cuanto le asomen los primeros dientes, deberíamos preocuparnos porque estos permanezcan limpios. Incluso se deben limpiar las encías antes de que salgan los dientes con un algodón o gasa húmeda cada 2 o 3 días desde el parto tras los 9 meses de embarazo. Primero, evidentemente, tendrás que ser tú quién se encargue de ello, pero a partir de los dos años puedes empezar a enseñarle cómo lavárselos por sí mismo.

La higiene de los dientes de leche es fundamental para evitar problemas de salud y en los dientes permanentes como caries, maloclusión, etc. 

Cepillarse los dientes solos será un paso más en el camino hacia la autonomía del niño. Una actividad que debe incorporar a su rutina de higiene y de alimentación diaria. El aprendizaje llevará su tiempo, ya que requiere de movimientos complejos y precisos que el pequeño no será capaz de controlar correctamente hasta alrededor de los 4 años. Mientras perfecciona la técnica, será necesario que le supervises.

 

¿Cuándo los niños deben empezar a cepillarse los dientes?

Decíamos que sobre los 2 años es una edad adecuada para comenzar a enseñarle. En este momento ya será capaz de entender tus directrices y de dominar los movimientos de su mano. Si bien, ya desde mucho antes debe ser consciente de la importancia de este hábito de higiene bucodental y asimilarlo como parte de sus costumbres diarias.

 

¿Cómo enseñar a un niño a cepillarse los dientes?

Una buena opción para transmitirle la forma idónea de cepillarse los dientes es mostrándole y repitiendo estos pasos cada vez:

1. Coger el cepillo de dientes

2. Coger el tubo de dentífrico y presionar ligeramente depositando una pequeña cantidad, de no más del tamaño de un guisante, sobre las cerdas del cepillo.

3. Humedecer el cepillo y cerrar el grifo

4. Cepillarse los dientes superiores e inferiores por la cara exterior y la interior

5. Enjuagar  el cepillo y cerrar el grifo

6. Cepillarse las muelas por la parte superior, y por ambas caras

7. Enjuagar  el cepillo y cerrar el grifo

8. Sacar la lengua al máximo y cepillarla hacia afuera

9. Limpiar bien el cepillo y guardarlo donde corresponda

10. Coger agua con el cuenco de la mano o con un vasito y enjuagarse la boca. Escupir el agua

11. Limpiar bien el lavabo

12. Cerrar el grifo

13. Lavarse las manos y la boca. Secarse

Al principio seremos nosotros los que pongamos la pasta en el cepillo, los que le dirijamos con nuestra mano para enseñarle la técnica y los que abriremos y cerraremos el grifo. Después permitiremos que sea el niño quien lo haga solo, revisando cómo lo hace. Si sigue practicando en unos meses logrará hacerlo solo perfectamente. 

El cepillado deberá durar entre 2 y 4 minutos. Para ayudarle coloca un reloj con alarma o un temporizador a su lado. La frecuencia es igual de importante que el tiempo empleado. El niño debe saber que después de comer hay que lavarse los dientes. Si no siempre es posible, tendrá que hacerlo, al menos, dos veces al día: después de desayunar y antes de acostarse.  

Es importante que sea un momento divertido en familia. 

Para entender la importancia del cepillado de dientes después de cada comida es conveniente que le expliques cómo actúan los gérmenes en combinación con el azúcar y los alimentos dentro de la boca, provocando caries e infecciones. Mantener una buena salud bucal significa también cuidar la alimentación, evitando alimentos ricos en azúcar y priorizando el consumo de frutas y verduras.  

 

El cepillo de dientes para niños

Elige un cepillo con cabeza pequeña para poder acceder a todos los espacios de la boca. Opta por los de cerdas suaves y cámbialo por otro nuevo cada tres meses aproximadamente, o cuando las cerdas se abran hacia fuera.

En cuanto a la pasta de dientes, hoy existen en el mercado un sinfín de ellas, de todos los sabores y colores. Pero lo más importante es que contengan flúor, un elemento que los protege contra la caries.

Y, por supuesto, acudir con regularidad al experto en odontología para tratar cuanto antes cualquier problema bucal.