¿Son útiles los cojines de lactancia?
Cuando una mujer se queda embarazada por primera vez mil dudas pasan por su cabeza y al comenzar a investigar sobre las cosas que necesita y lo que debe hacer no todo le quedará claro. Uno de los objetos que se conocen mediante esta investigación es el cojín de lactancia, pero ¿qué es?, ¿para qué sirve? Este accesorio está principalmente ideado para aportar mayor comodidad durante la lactancia materna, aunque tiene más utilidades y beneficios.
La lactancia materna va más allá del simple hecho de alimentar a tu hijo, como ya se sabe es una de las formas más potentes para crear un vínculo con el bebé. La conexión que se forja entre madre e hijo es indispensable, pero para muchas mujeres, sobre todo aquellas que no tienen experiencia, amamantar al recién nacido puede convertirse en todo un reto.
Estos cojines de lactancia se pueden encontrar con diferentes formas, tamaños y rellenos para elegir el que mejor se adapta a cada mujer. El diseño de este tiene como función soportar mejor al bebé y ayudar a colocarlo en la postura correcta. Este cojín te permite apoyar los brazos sobre él para evitar tenerlos en tensión pudiendo tener uno libre adoptando de esta manera una postura más relajada. Ayuda a no sobrecargar los lumbares ni las cervicales al poder tener la espalda menos tensa.
Al existir varias formas de estos cojines, su uso se verá modificado en función de cuál utilices. Concretamente existen dos:
1- Uno de ellos es una almohada alargada, completamente abierta que tiende a tener un relleno más suave y un mayor tamaño. Además, este tipo de cojín puede utilizarse también durante el embarazo.
2- Por otro lado, está el cojín en forma de herradura. Este se adapta al contorno de la cintura de la madre permitiendo colocar al bebé encima. Estos tienen mayores opciones en cuanto a dureza del relleno y tamaños, incluso algunos tienen una parte más elevada para que el bebé pueda apoyar su cabeza en él.
Tras conocer qué es un cojín de lactancia y los diferentes tipos que hay habrá que analizar sus ventajas e inconvenientes.
Los beneficios de estos accesorios son diversos, de por sí el hecho de hacer sentir a la madre más cómoda y que pueda prevenir malas posturas y tensiones en los músculos es una gran ventaja. Además de esto, si te han realizado una cesárea te permite acercar al recién nacido al pecho sin que este se apoye en el vientre. En el caso de tener dos bebés (gemelos, mellizos), estos cojines permiten colocar a los dos simultáneamente a comer de manera más cómoda, es más, existen cojines preparados para ello. Como ya se ha mencionado, si se tienen problemas de espalda o algún otro tipo de lesión permiten no forzar la postura. Por último, ayudan a mejorar la postura de lactancia y a mejorar la técnica al posicionar al bebé a la altura del pezón, evitando problemas derivados de una succión incorrecta como la baja producción de leche o la aparición de grietas.
Esta última ventaja tiene dos caras, puede convertirse en un inconveniente si la complexión física de la madre y el tamaño y forma del cojín no se adaptan bien, derivando en la mala colocación del bebé. Este tipo de accesorios pueden llegar a dar mucho calor a ambas partes, por lo que habría que conseguir uno transpirable. Asimismo, si la madre se acostumbra a dar el pecho utilizando siempre el cojín es posible que cuando no esté en casa no sea capaz de conseguir un adecuado amamantamiento.
Aunque la principal función del cojín de lactancia sea la de facilitar el amamantamiento y hacerlo más cómodo, no es la única. Las mamás pueden utilizarlo desde el periodo de gestación, por ejemplo, para que las ayude a mejorar el sueño y dormirse más rápidamente, al adaptarse a la tripa de la mujer. Cuando el bebé ya ha nacido también se le puede dar el uso de nido rodeándolo con él o para evitar caídas mientras duerme.
En cuanto a las posturas para dar de mamar al bebé la madre es la encargada de escoger la que mejor va tanto para ella como para el pequeño. Entre las más comunes encontramos:
1- La postura de cuna, en la cual la madre se encuentra sentada sujetando al bebé con los brazos horizontalmente acercándolo al pecho. El cojín se coloca bajo los brazos de la mamá y el bebé encima de este.
2- La cuna cruzada es muy parecida a la anterior, únicamente cambia que la cabeza del bebé está sujeta por los brazos de la madre y el cojín de lactancia sirve para que la madre se acomode sobre él.
3- La postura tumbada que, como su nombre indica, implica que la madre esté recostada de lado en la cama y el bebé frente a su pecho con el cojín debajo.
4- Por último, la postura de rugby es algo más compleja. En esta la madre está sentada y pasa las piernas del niño bajo uno de sus brazos hasta que se encuentre frente al pecho. El cojín bajo el pequeño y rodeando a la madre.
El cojín de lactancia es un accesorio bastante útil, pero no es indispensable, cada mujer decidirá si le merece la pena utilizarlo o no, más allá de las ventajas e inconvenientes que pueda tener.
Fecha de actualización: 05-04-2021
Redacción: Andrea Rivero
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