¿Por qué los bebés arquean la espalda?
Los bebés son sorprendentes: desarrollan nuevas habilidades para moverse, girar, rodar, sentarse, aguantarse de pie y caminar en un poco más de un año. Estos grandes cambios fascinan a los padres y los hacen sentir como si tuvieran un bebé totalmente nuevo cada mes.
Indice
- Arquear la espalda puede ser perfectamente normal
- A veces, el arqueo de la espalda del bebé puede denotar un problema
Arquear la espalda puede ser perfectamente normal
Si tu pequeño no tiene ningún problema de salud, los momentos en que arquea la espalda no señalan nada más que su creciente independencia y significan que su desarrollo emocional está progresando normalmente. Así que paciencia ya que esta no será la última vez que tendrás que permanecer calmada mientras el temperamento de tu hijo pierde el control.
Hay muchos bebés que cuando se enfadan tienen esa tendencia a curvar la espalda, sin que tenga significado clínico y con tendencia a la solución espontánea. Un bebé muy activo (vital) también puede hacerlo.
A veces, el arqueo de la espalda del bebé puede denotar un problema
En ocasiones el arquear la espalda puede ser un signo para poder llevarlo al pediatra, como por ejemplo:
- Hipertonía muscular. Esta enfermedad está directamente relacionada con el sistema nervioso central. Los músculos de la espalda y el cuerpo no se relajan, y este reflejo está ausente, incluso si el niño está acostado sobre su espalda.
- El reflujo también es una enfermedad por la cual puede arquear tu bebé. Si el hecho de arquear la espalda se acompaña de llanto o gestos de dolor o regurgita algo de alimento, aunque no lo vomite del todo, puede tratarse de un reflujo gastroesofágico, en el que parte del contenido gástrico refluye hacia el esófago y que, al ser ácido, provoca dolor.
Un bebé recién nacido con el sistema nervioso central afectado por el trauma de nacimiento puede presentar los siguiente signos: retraso en la succión de más de 48 horas, vómitos después de alimentarse, arqueo de la espalda o giro de la cabeza hacia atrás cuando es sostenido sobre el hombro o de costado, movimiento asimétrico de los brazos o piernas, períodos de llanto sin consuelo, falta de orden en el desarrollo motriz normal.
Una visita pediátrica es obligada para descartar la posibilidad de una patología aunque, como hemos dicho al principio, lo normal es que no sea nada grave y se deba simplemente al desarrollo del bebé y sus nuevas capacidades para moverse.
Fuente:
Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.
Fecha de actualización: 08-10-2021
Redacción: Edgar Corona
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