¿Cómo curar el ombligo del recién nacido?

Índice

• ¿Cómo curar el cordón umbilical tras el parto?
• Pasos para curar el ombligo
• ¿Cómo saber si el ombligo se ha infectado?
• ¿Cómo se debe tratar el granuloma?

 

¿Cómo curar el cordón umbilical tras el parto?

Es importante recordar que el ombligo sólo debe mojarse una vez al día, con agua y jabón durante el baño y que, asimismo, el alcohol de 70º o la clorhexidina sólo se aplicará tras el baño en aquellos casos en los que el especialista en pediatría lo recomiende. Si no hace falta, basta con mantenerlo seco envuelto en una gasa.

Además, debes mantener el pañal del neonato por debajo del cordón umbilical, evitando así la humedad y con ello acelerando la cicatrización. No se deben utilizar polvos de talco ni pomadas con corticoides o hidratantes para evitar así las irritaciones y las reacciones locales de la piel.

El cordón umbilical tarda en caerse entre ocho y diez días tras el parto y algo más en los niños nacidos por cesárea (de 12 a 15).

Una vez caído, se le pueden dar toques de clorhexidina tópica con una gasa en el muñón después del baño si el médico lo recomienda. Si se ha caído y curado bien, no es necesario hacer nada.
 

Pasos para curar el ombligo

1. Lávate bien las manos con agua y jabón.

2. Retira la gasa. Si se ha quedado pegada, humedécela un poco.

3. Limpia la zona con agua y jabón y seca dando suaves toques. La humedad excesiva puede causar infecciones y cicatrización lenta.

4. Coloca una nueva gasa alrededor del cordón con cuidado. Intenta que quede fuera del pañal.

Recuerda que debes cambiar a menudo la gasa para que no esté mojada de heces u orina.

Asimismo, no se debe usar nunca povidona yodada ya que el bebé puede absorberlo a través de la piel y sufrir problemas de tiroides.
 

¿Cómo saber si el ombligo se ha infectado?

Si no se mantiene seco y limpio, puede infectarse. Para saber si se ha infectado, hay que estar atento a las manifestaciones siguientes: aparición de líquido alrededor del ombligo, que la zona esté más húmeda de lo habitual, observar si ha cambiado de coloración y ha adquirido un tono enrojecido, aparición de granitos (vesículas o pústulas) y fiebre.

Ante toda cicatrización lenta, ombligo húmedo, maloliente, con sangre o pus, deberá descartarse la posible existencia de infección o anomalías congénitas. En este caso hay que consultar al pediatra y seguir limpiando con alcohol u otro antiséptico, pero más veces al día y durante más rato, para poder destruir los posibles gérmenes que se hayan depositado en la zona.

También debes consultar al profesional de medicina si:

-  el cordón tarda más de 3 semanas en caerse

- sale un bultito blando en el ombligo que puede indicar una hernia umbilical

- aparece un bulto rosado y húmedo que puede ser un granuloma
 

¿Cómo se debe tratar el granuloma?

El granuloma debe tratarse cuanto antes ya que tiende a crecer convirtiéndose de manera irremediable en el punto de entrada de infecciones umbilicales.

Los granulomas más pequeños se tratan con la aplicación tópica de nitrato de plata, una sustancia que seca la lesión y que no causa daños al bebé, pues el granuloma no tiene nervios. Sin embargo, si después de dos o tres aplicaciones de nitrato de plata este no se cura o tiene un color rojizo es posible que un trozo de tejido esté conectado a la vejiga (onfalocele) o al intestino (persistencia conducto onfalomesentérico), aunque ambos casos suelen ser bastante raros.

El onfalocele es un defecto congénito de salud que implica que algunos de los órganos abdominales sobresalen a través de un orificio de los músculos en la zona del cordón umbilical. Por su parte, el conducto onfalomesentérico es una estructura embrionaria que comunica al saco vitelino con el intestino medio y que generalmente desaparece entre la quinta y la novena semana de embarazo.

Otro tratamiento para el granuloma es aplicar sal común de cocina. Con las manos limpias se cubrirá el granuloma con una pizca de sal, se pondrá encima una gasa y se mantendrá durante veinte minutos aproximadamente. Tras esto la sal se retirará utilizando una gasa limpia húmeda. Este procedimiento debe repetirse dos veces al día durante tres días y lo mejor es hacerlo mientras el bebé duerme. Al cabo del segundo y el tercer día empezará a disminuir.