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¿Son necesarias las leches de crecimiento?

¿Son necesarias las leches de crecimiento?

Hace unos meses un estudio de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre las carencias nutricionales de los niños europeos de 1 a 3 años revelaba que éstos presenta bajos niveles (aunque los datos varían de unos países a otros) en DHA (ácido graso omega 3), hierro, vitamina D y yodo. Las leches de crecimiento, por lo tanto, tienen que ir encaminadas a cubrir estas carencias nutricionales, aunque no son los únicos productos que pueden cumplir esta tarea.

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Necesidades nutricionales de los bebés

Los productos alimenticios específicos para bebés de hasta 12 meses tienen que cumplir unas condiciones marcadas por un estricto marco regulatorio. Sin embargo, para los niños de 1 a 3 años no existe ningún reglamento. Para poder elaborar uno apropiado, la UE encargó hace un tiempo a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que, de entrada, investigara las posibles carencias nutricionales de los menores europeos de esas edades para ponerlas en relación con los refuerzos que ofrecen las leches de crecimiento, un producto que se ha popularizado en los últimos años.

Los resultados de este estudio afirman que “la ingesta diaria de calorías proteínas, sal, potasio, calcio, fósforo y vitaminas es la adecuada”, aunque advierte de que el aporte de fibra dietética es bajo. También detecta carencias, aunque en niveles que varían según los países, en DHA (ácido graso omega 3), hierro, vitamina D y yodo. “La administración de preparados lácteos puede ser una vía para aumentar la ingesta de estos nutrientes. Pero hay otras alternativas eficientes, como la leche de vaca enriquecida, los cereales enriquecidos y el consumo regular de carne y pescado, para alcanzar el aporte que los niños necesitan a esas edades”, apunta la EFSA.

Cubrir estas carencias de una forma adecuada es esencial para su salud y asegurar un buen desarrollo. En este sentido, Jaime Dalmau, Jefe de Sección de la Unidad de Nutrición y Metabolopatías del Hospital Infantil La Fe de Valencia, ha destacado que las carencias en hierro pueden provocar alteraciones en el crecimiento, la conducta y el desarrollo del sistema cognitivo y motor. En el caso de los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 DHA, su consumo tiene un efecto positivo en la agudeza visual de los neonatos, sus funciones motoras y de aprendizaje, además de ayudar a la prevención de alergias y enfermedades autoinmunes.

Dalmau ha resaltado la importancia de que las madres gestantes consuman pescado azul, por su alto contenido en DHA, y que las fórmulas lácteas para los niños de corta edad estén enriquecidas con este ácido graso.

Sobre el hierro, el especialista en nutrición infantil ha recordado que las necesidades de este mineral hasta los 4 años de edad son hasta 5 veces superiores a las de un adulto. Varios estudios demuestran tanto en España como en otros países de la Unión Europea que existen ciertas carencias de este mineral en la dieta de los niños. Para evitar anemias, ha recomendado dar al menor alimentos ricos en este mineral desde os 4 meses.

 

Beneficios de las leches de crecimiento

Una dieta equilibrada supone el consumo de forma frecuente de alimentos como el pescado azul (principal fuente de DHA) y carnes rojas (fuente de hierro). Pero cuando la alimentación no es tan equilibrada como sería deseable y se detectan ciertas carencias, las leches de crecimiento, tal y como apuntan los expertos, son un alimento útil y eficaz para cubrir esas necesidades nutricionales.

El doctor José Manuel Moreno, presidente del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría, opina que cuando surgen ciertas deficiencias puede ser de interés recurrir a este tipo de alimentos que contienen más hierro y DHA. Según Moreno estas leches se adecúan a las necesidades del pequeño y se caracterizan por una menor carga proteica respecto a la leche de vaca.

Otro nutriente esencial para la salud del niño es la vitamina D. El profesor Ángel Gil, del departamento de Bioquímica y Bilogía Molecular II de la Universidad de Granada, subraya la importancia que tiene no sólo para los huesos sino también para fortalecer el sistema inmunológico. Por eso, los niños a partir de un año deben tomar al menos un litro diario de leche enriquecida con vitamina D.

No obstante, como decíamos, si el niño sigue una dieta variada y equilibrada no hace falta consumir este tipo de leches, sino que la leche de vaca es igual de saludable. De hecho, la EFSA afirma que "la leche de crecimiento no aporta un valor adicional a una dieta equilibrada". Por lo tanto, lo que debes buscar es que tu hijo consuma una dieta rica en hierro, ácidos grasos omega 3 y 6, zinc, calcio y vitamina D proveniente de alimentos como frutas, verduras, pescados, leche de vaca, etc. Y seguir con la leche materna mientras se pueda.

Además, las leches de crecimiento aportan más azúcar que la leche de vaca, lo cual es perjudicial para el niño.


Fuentes:

Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)

Jaime Dalmau, Jefe de Sección de la Unidad de Nutrición y Metabolopatías del Hospital Infantil La Fe de Valencia

José Manuel Moreno, presidente del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría

Ángel Gil, del departamento de Bioquímica y Bilogía Molecular II de la Universidad de Granada

Fecha de actualización: 15-04-2021

Redacción: Irene García

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